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United States: Educators and allies turn out in force on May Day to demand dignity, safe schools, and a fairer future

publicado 2 mayo 2025 actualizado 7 mayo 2025

Las personas trabajadoras se unieron en todos los Estados Unidos y el resto del mundo el Primero de Mayo, Día Internacional de las Personas Trabajadoras, para honrar el legado de quienes lucharon por los derechos laborales y para seguir librando esa batalla. Decenas de miles de manifestantes tomaron las calles por todos los Estados Unidos, con especial presencia en Los Ángeles y Washington D. C., para oponerse firmemente a la Administración del presidente Donald Trump.

Los sindicatos de la educación marcan el camino

La National Education Association (NEA) y la American Federation of Teachers (AFT) se unieron a padres, madres, docentes, estudiantes y vecinos para participar en más de 800 manifestaciones en más de 1000 ciudades; la movilización más multitudinaria desde el regreso de Trump al cargo. Las manifestaciones se produjeron como respuesta a las medidas extremas impuestas por la Administración de Trump, que comprenden agresiones a la educación pública y la gente trabajadora, el cambio en las políticas sobre diversidad, equidad e inclusión y los ataques directos al alumnado inmigrante y sus familiares.

Becky Pringle, presidenta de la NEA, puso de relieve las razones de las movilizaciones del Primero de Mayo. “¿Por qué nos manifestamos el Primero de Mayo?”, preguntó Pringle. “Nos manifestamos porque los multimillonarios están reduciendo la financiación de nuestras escuelas públicas y rompiendo las promesas contraídas con el alumnado”. Enfatizó que la gente trabajadora, incluidos el profesorado, los y las chóferes, el personal de cafetería y los equipos de orientación, se merece más que simplemente sobrevivir. “El alumnado se merece escuelas que estén bien financiadas y vecindarios que sean seguros. Los trabajadores y las trabajadoras se merecen empleos donde reciban un trato digno”, afirmó. El Primero de Mayo es un momento crucial para proseguir la lucha por estos derechos.

Randi Weingarten, presidenta de la AFT, destacó la necesidad imperiosa de proteger al alumnado. Weingarten dijo durante su intervención en una manifestación que el personal educativo estaba participando en cientos de eventos por todo el país con un mensaje claro: “No vengan a las escuelas a llevarse a los niños y niñas. No vengan a las escuelas a llevarse al alumnado”. Afirmó que “los y las estudiantes tienen derecho a recibir educación en estos Estados Unidos de América, tengan documentación o no”. Weingarten declaró apasionadamente lo siguiente: “Las escuelas deben ser zonas seguras”. Recurriendo a la historia de inmigración de su propia familia, habló acerca de la obligación que tiene el movimiento obrero de defender a todas las personas, especialmente el Primero de Mayo.

Las manifestaciones abordaron una serie de cuestiones fundamentales en los Estados Unidos, entre ellas:

  1. Detener la influencia y la corrupción de los multimillonarios y la Administración.
  2. Proteger los programas esenciales como Medicaid y la Seguridad Social.
  3. Financiar plenamente las escuelas públicas, la sanidad y la vivienda.
  4. Poner fin a los ataques a las comunidades marginadas, incluidas las personas inmigrantes, de color, nativas, con discapacidad y LGBTQ+.

¡Liberen a Kilmar!

Los y las activistas también exigieron la puesta en libertad de Kilmar Abrego García y su regreso seguro a los Estados Unidos junto a sus familiares. Pese a no tener antecedentes penales ni ningún proceso en su contra y encontrarse en los Estados Unidos legalmente, el Gobierno de los Estados Unidos transportó en avión a Kilmar, sindicalista y padre de tres hijos, a una prisión de máxima seguridad en El Salvador, conocida en todo el mundo por sus condiciones deplorables y su falta de garantías procesales.

Kilmar fue trasladado fuera de los Estados Unidos pese a que una orden judicial de 2019 prohibía su deportación a El Salvador. La Administración de Trump admitió que su deportación fue “un error administrativo” y ha ignorado la decisión del Tribunal Supremo de los Estados Unidos de que el Gobierno debe facilitar su regreso.

UNI Global Union también instó a activistas de todo el mundo a entregar una carta a la embajada salvadoreña más cercana para exigir la liberación de Kilmar y “el pleno acceso al debido proceso para todos los demás trabajadores y trabajadoras que han sido injustamente arrestados, encarcelados o deportados”.

Muestras de solidaridad regional en las Américas

Las organizaciones afiliadas a la Internacional de la Educación América Latina (IEAL) se mostraron activas el Primero de Mayo con sus propias manifestaciones y movilizaciones dirigidas a exigir financiación para la educación, democracias más fuertes y derechos laborales para el personal educativo.

Los sindicatos de la educación de los Estados Unidos y de América Latina mantienen desde hace mucho tiempo una relación de cooperación basada en la solidaridad y el entendimiento común de la importancia de que haya estabilidad en cada país para lograr estabilidad en la región.

La Oficina Regional de la IEAL compartió mensajes de dirigentes sindicales de América Latina: Sonia Alesso, presidenta del Comité Regional y secretaria general de la CTERA (Argentina), Eduardo Hidalgo, de la ADP (República Dominicana), Isabel Olaya, de la FECODE (Colombia), María Dolores Escobar, del COLPEDAGOGOSH (Honduras), y Luis Ramírez Enamorado, del COPRUMH (Honduras), entre otras personas.

Alesso expresó la urgencia del panorama político actual en todo el mundo: “Como trabajadores y trabajadoras de la Argentina, manifestamos nuestra solidaridad con los sindicatos de la educación y todas las personas que trabajan en las organizaciones estadounidenses NEA y AFT. Están entrando en las escuelas para deportar a personal educativo y estudiantes, y esto representa un avance muy claro de la extrema derecha y el fascismo. Este Primero de Mayo decimos en todo el mundo: sí a la educación, no a la deportación”.

La democracia va más allá de las elecciones libres y justas

Las manifestaciones se hicieron eco de la declaración de la Internacional de la Educación con motivo del Primero de Mayo, que exige solidaridad y una acción mundial. “La democracia va más allá de las elecciones libres y justas; debe responder a las necesidades del pueblo, no de los oligarcas que saquean el bien público. La democracia es combatir la desigualdad, la intolerancia y luchar por la justicia social y climática. Estas son críticas para nuestra supervivencia, y además construyen una comunidad global solidaria”.