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Internacional de la educación
Internacional de la educación

Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial

publicado 20 marzo 2014 actualizado 21 marzo 2014

Con motivo del Día Internacional contra la Discriminación Racial, que se celebra todos los años el 21 de marzo, la IE hace un llamado a sus organizaciones miembro a estar unidas por una educación pública. También solicita a las dirigencias sindicales para que asuman el liderazgo en la promoción de los derechos humanos, la igualdad y la diversidad como parte integral de cada una de las actividades de los sindicatos docentes. Así mismo, les insta a establecer prácticas no discriminatorias en los lugares de trabajo y a proteger los derechos de las y los trabajadores de la educación.

La IE también reafirma su compromiso de “combatir todas las formas de racismo, prejuicios o discriminación en la educación y la sociedad debido a cuestiones de género, estado civil, orientación sexual, edad, religión, opinión política, condición social o económica u origen nacional o étnico”, como se establece en su Constitución.

Educación pública para un mundo mejor

La IE cree firmemente que una educación pública de calidad sigue siendo la base para un futuro sostenible, pacífico y próspero. Los sindicatos, incluidos los sindicatos docentes, así como las organizaciones de la sociedad civil desempeñan un papel vital en la promoción de la inclusión social, de la igualdad de oportunidades y de la cohesión social con respeto por la diversidad.

"La educación desempeña un papel central en la creación de nuevos valores y actitudes y nos proporciona herramientas importantes para abordar la discriminación arraigada en el legado de injusticias históricas", afirmó el Relator Especial de la ONU sobre formas contemporáneas de racismo, Mutuma Ruteere.

La resolución sobre el respeto por la diversidad de la IE (2011) recomienda a “las organizaciones afiliadas a hacer campaña en sus sociedades y con sus gobiernos para promover políticas y prácticas en sus escuelas y formaciones para el profesorado que aporten derechos y dignidad a los/las estudiantes y educadores que estén experimentando, por la razón que sea, alguna forma de negligencia, discriminación, hostilidad, violencia, odio, sexismo, misoginia, racismo, xenofobia, homofobia o transfobia”, declaró Fred van Leeuwen, secretario general de la IE.

Trabajo digno para todos y todas

"La Declaración Universal de los Derechos Humanos promete un mundo en el que todos los individuos nacen libres y en iguales condiciones de dignidad y derechos, sin excepciones”, señaló Navi Pillay, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. “En la realidad, esta sigue siendo una promesa para demasiada gente que confronta el odio, la intolerancia, la violencia y la discriminación a diario”.

La migración es una parte fundamental de nuestro cotidiano, afirma Van Leeuwen y agrega: "las y los trabajadores migrantes, docentes incluidos, son seres humanos con derechos humanos. Mientras algunos trabajadores migrantes y sus familiares tienen éxito en sus intentos de conseguir condiciones de trabajo y vida decentes fuera de sus países de origen, otras experimentan la discriminación, al abuso y la explotación en sus lugares de trabajo (pérdida del estatus profesional y de derechos, inferiores condiciones de servicio, pago de tasas exorbitantes, inseguridad laboral, contratos rígidos y obstáculos para  obtener la residencia legal. También son vulnerables al racismo, la xenofobia y la discriminación. La mayoría de la población migrante enfrenta dificultades sociales, jurídicas y económica, a menudo superiores comparada con ciudadanos del país de acogida”.

Hablar claro, para detener la discriminación

Posteriormente, van Leeuwen condenó que, en demasiados países, las personas perseguidas en razón de su orientación sexual, real o percibida, su expresión o identidad de género, se ven obligadas a ocultar sus vidas, pasar a la clandestinidad, perder la privacidad y la seguridad personal y familiar. Las escuelas se tornan menos seguras, para docentes y estudiantes. Algunas de ellas están obligadas a vivir en la clandestinidad, ya sean docentes LGBT, parejas de las personas asesinadas en delitos motivados por el odio o adolescentes transgénero repudiados por familiares y amistades.

Esta situación socava su capacidad de vivir con seguridad, ganarse la vida, alquilar una vivienda y estar saludable. La vida cotidiana de las personas LGBT se agrava dada la creciente criminalización de las relaciones entre personas adultas del mismo sexo, culpando la “influencia extranjera” como responsable de la homosexualidad, y ser calificados como “enemigos” por presidentes, legisladores, políticos y autoridades religiosas.

Los pueblos indígenas también enfrentan numerosos desafíos y sus derechos humanos son violados con demasiada frecuencia. Los pueblos indígenas tienen derecho al control de su propio desarrollo basado en sus propios valores, necesidades y prioridades; a estar representados y tener acceso a servicios públicos, incluida la educación, señaló  Van Leeuwen.

Nuestra misión como dirigencias sindicales

En un mundo multicultural en cambio constante, los derechos de las personas a un trabajo digno, al acceso a una educación publica, a la vivienda,  a la tierra y a recursos naturales están en peligro. Las dirigencia sindicales pueden hacer más para revertir la tendencia actual de discriminación y violencia, señaló van Leeuwen. Pueden por ejemplo, evaluar el impacto de los recortes presupuestarios en educación, poniendo atención en grupos desfavorecidos; unirse con otros sindicatos y organizaciones de la sociedad civil para luchar contra la discriminación en el ámbito educativo; usar un lenguaje no sexista en publicaciones; abordar los nuevos prejuicios y los que aun persisten, así como los estereotipos negativos en los planes de estudio; combatiendo el lenguaje inaceptable, la intimidación o a las bromas insultantes.

"Valoremos los derechos humanos, la educación en ciudadanía, el pluralismo y la comprensión mutua; valoremos la misión de nuestro movimiento sindical", señaló van Leeuwen.

Antecedentes

En 1966, las Naciones Unidas declaró el primer Día de la Eliminación de la Discriminación Racial para conmemorar la masacre de Sharpeville el 21 de marzo 1960, cuando 69 personas perdieron la vida en una protesta pacífica contra las leyes del apartheid en Sudáfrica. Hoy día, se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial por vez primera tras la desaparición  de Nelson Mandela, ex presidente de Sudáfrica.

La extraordinaria trayectoria de Mandela, de prisionero a presidente, es el triunfo ejemplar contra las fuerzas del odio, la ignorancia y el miedo - un testimonio del poder del coraje, la reconciliación y el perdón en la superación de la injusticia de la discriminación racial.