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Polonia: Los educadores prometen que no van a permitir jamás que los horrores del Holocausto vuelvan a ocurrir

publicado 29 enero 2020 actualizado 3 febrero 2020

Educadores procedentes de 18 países y 4 continentes se reunieron esta semana en Cracovia para conmemorar los 75 años de la liberación del campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau, recordar a las víctimas y analizar cuáles son las mejores formas de enseñar el Holocausto a las nuevas generaciones.

La Conferencia es el último evento llevado a cabo por la asociación que desde hace décadas mantienen las afiliadas de la Internacional de la Educación de Israel, Alemania y Polonia, centrada en la enseñanza del Holocausto. Organizada por ZNP (Polonia) en cooperación con UIT (Israel) y GEW (Alemania), la conferencia incluyó una visita al Museo de Auschwitz, la participación en la ceremonia oficial de conmemoración del 75º aniversario y dos días intensos de debates, intercambios y aprendizajes sobre la enseñanza del Holocausto.

El último día de la Conferencia, los participantes presentaron una declaración en la que manifestaban su compromiso de divulgar las lecciones del Holocausto a las nuevas generaciones para que esas atrocidades no vuelvan a ocurrir nunca más. La declaración completa está disponible a continuación.

Declaración con motivo de la Conferencia en memoria del Holocausto de la Internacional de Educación | Cracovia, 29 de enero de 2020

El 27 de enero de 2020 se cumplen 75 años de la liberación del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. Durante la Segunda Guerra Mundial, seis millones de judíos de toda Europa fueron asesinados. Solo en Auschwitz fueron asesinados más de un millón de ellos. Aún hoy en día el trauma del asesinato, el exterminio y la persecución sigue afectando a las víctimas supervivientes y a sus hijos, nietos y bisnietos.

Con motivo de este 75º aniversario, representantes de los sindicatos de la educación de 17 países se reunieron en Cracovia y Auschwitz para recordar a las víctimas de la Shoah, discutir cómo se puede preservar la memoria del Holocausto y cómo se puede reforzar la vigilancia para que un crimen de este tipo contra el pueblo judío y contra la humanidad no vuelva a repetirse jamás.

En 2019, el Congreso Mundial de la Internacional de la Educación (IE) reafirmó que la democracia y sus valores fundamentales ocupan un lugar central en la misión de la IE y constituyen el principio cohesionador y unificador para todas las organizaciones miembro. A través de la resolución del Congreso, todas las organizaciones de la educación afiliadas a la IE, entre las que se incluyen las que están representadas en esta importante conferencia sobre el Holocausto, reafirman su compromiso de promover la educación para la democracia como máxima prioridad.

La última década ha demostrado que la amenaza del antisemitismo debe tomarse en serio. Hemos sido testigos del aumento del número de ataques contra sinagogas; de la profanación de cementerios judíos; de ataques verbales y físicos contra judíos religiosos o personas de apariencia judía; y de declaraciones antisemitas por parte de figuras públicas, políticos y líderes de la opinión pública de todo el mundo. Esta violencia y agresión representan un crecimiento significativo del comportamiento antisemita, tanto por motivos raciales como religiosos.

El número de derechistas y otros extremistas está creciendo, y se están volviendo más audaces con respecto a sus modos de actuación: los sitios web que niegan o trivializan el Holocausto se están extendiendo rápidamente en Internet. Mientras la cultura de la memoria se desmorona bajo su presión, la capacidad de los ciudadanos de responder a esta amenaza potencial está disminuyendo. En la generación más joven, observamos con preocupación una ignorancia desconcertante sobre el Holocausto. Incluso vemos cómo se ridiculiza la empatía.

Las víctimas del Holocausto nos obligan a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para rechazar y luchar contra cualquier negación del Holocausto como hecho histórico, ya sea en su totalidad o en parte, y a empoderar y alentar a las personas – tanto a nivel individual como de las comunidades y naciones – a convivir respetando los valores de la tolerancia, el respeto mutuo y la aceptación de todas las personas, independientemente de sus orígenes religiosos, culturales, nacionales y étnicos o de su identidad sexual.

Como sindicalistas y profesionales de la educación, nos enfrentamos a la responsabilidad particular de alentar a los jóvenes y a las próximas generaciones a que se comprometan a promover el entendimiento humano, la conciencia civil y la convivencia en paz.

Los últimos testigos presenciales que sobrevivieron al horror de Auschwitz y que son mediadores esenciales para mantener viva la memoria de la Shoah en las escuelas no estarán con nosotros por mucho más tiempo. Como en el futuro ya no será posible tener un encuentro personal con los supervivientes del Holocausto, sus entrevistas documentadas y los diversos materiales multimedia ofrecerán nuevos enfoques atractivos y dinámicos para recordar el Holocausto y luchar contra los negacionistas del Holocausto.

Con demasiada frecuencia, la cobertura mediática del Holocausto presenta a estudiantes con información escasa, sin fundamento y a veces totalmente falsa. Al enseñar la Shoah, el aprendizaje basado en la investigación debería situarse en un primer plano y exponer un proceso equilibrado, que incluya una educación moral. De esta manera, los jóvenes podrían entender mejor la singularidad y la dimensión ética del Holocausto.

El Holocausto no debería volver a ocurrir nunca más, de ninguna manera, en ningún lugar del mundo. Este es nuestro compromiso como educadores y sindicalistas con las futuras generaciones.