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Un nuevo informe pone de relieve el importante impacto de la movilización de los sindicatos y las comunidades en la lucha contra el trabajo infantil

publicado 21 noviembre 2025 actualizado 27 noviembre 2025

El enfoque de las Zonas Libres de Trabajo Infantil (ZLTI) aplicado por numerosos sindicatos afiliados a la Internacional de la Educación (IE) ofrece una solución a escala comunitaria que está dando buenos resultados. Una evaluación independiente encargada por la Internacional de la Educación (en inglés) muestra que este modelo funciona y transforma las comunidades. La evaluación fue realizada por un equipo de evaluadores y evaluadoras que combinaron métodos cualitativos y cuantitativos, incluyendo visitas de campo a Malawi y Uganda, entrevistas en línea con actores clave y un análisis documental en profundidad.

Una ZLTI es una zona definida –por ejemplo, un pueblo– en la que todos los actores se comprometen a poner fin al trabajo infantil y a garantizar la escolarización a tiempo completo. A diferencia de las intervenciones dirigidas a cadenas de suministro específicas, la ZLTI aborda todas las formas de trabajo infantil en una comunidad. Moviliza a docentes, madres y padres, líderes locales y empleadores/as a través del diálogo social y campañas de concienciación. Las actividades típicas incluyen la formación de docentes, clases de recuperación, la creación de clubes contra el trabajo infantil en las escuelas, la adopción de reglamentos comunitarios que imponen la asistencia escolar, y la mejora de las infraestructuras escolares.

Los sindicatos y las comunidades trabajan para erradicar el trabajo infantil, que afecta a 138 millones de niños y niñas en todo el mundo, especialmente en los países de renta baja. Priva a los niños y las niñas de educación, salud y dignidad. Aunque los gobiernos y los organismos internacionales prometen erradicar esta lacra, los avances son extremadamente lentos.

Un modelo poco costoso

La evaluación encargada por la IE muestra que el modelo aplicado por sus organizaciones afiliadas es relativamente económico. Requiere un presupuesto medio de unos 15.000 euros al año y un período de tres años para establecer una zona eficaz, dando como resultado un cambio de mentalidad que hace que la educación sea la norma y el trabajo infantil una práctica socialmente inaceptable. En Malawi, por ejemplo, en la zona del proyecto sindical estudiada por los evaluadores y las evaluadoras (Chigudu, distrito de Dowa), la asistencia escolar pasó del 84,8 % al 97,7 % en dos años, consiguiendo sacar a 1.971 niños y niñas del trabajo infantil.

Gran repercusión en las niñas

En su informe, los evaluadores y las evaluadoras destacan que el enfoque ZLTI mejora la situación de las niñas en las zonas seleccionadas. Además de sacarlas del trabajo infantil, estos proyectos permiten reducir los matrimonios precoces y los embarazos adolescentes gracias a la movilización comunitaria y a las normas locales que prohíben estas prácticas. Las escuelas están aplicando medidas específicas, como horarios adaptados para las madres jóvenes y vínculos con los centros de salud. La mejora de las infraestructuras sanitarias y la distribución de productos de higiene personal también han reducido el absentismo escolar relacionado con la menstruación. Estas iniciativas, combinadas con una labor de concienciación masiva, han logrado modificar la mentalidad: ahora se considera que la educación de las niñas es esencial para romper el ciclo de la pobreza, y su asistencia a la escuela se ha convertido en la norma social.

Escuelas y docentes transformados/as

El estudio muestra que el enfoque ZLTI está transformando las escuelas y la profesión docente. Los y las docentes que participan en los proyectos llevados a cabo por organizaciones afiliadas a la IE se benefician de cursos de formación sin precedentes en materia de trabajo infantil, derechos de los niños y las niñas, pedagogía inclusiva y disciplina positiva. Esta mejora de sus competencias refuerza su motivación, su estatus y su capacidad para crear entornos escolares más acogedores y seguros. Las estructuras de gobernanza de las escuelas (comités de gestión, asociaciones de padres y madres, etc.) también se revitalizan. Esto favorece una mejor colaboración con las comunidades y las autoridades locales, lo que a su vez conlleva una movilización de recursos para nuevas infraestructuras (aulas, aseos). La creación de clubes contra el trabajo infantil y el desarrollo de actividades extraescolares (deporte, música, teatro) contribuyen a reducir el absentismo y el abandono escolar. Estos cambios instauran una cultura escolar centrada en el niño y la niña, sin castigos corporales, y refuerzan el vínculo entre el profesorado, los padres y las madres y las autoridades locales, convirtiendo la escuela en un pilar de la lucha contra el trabajo infantil.

La sostenibilidad no está garantizada

A pesar de estos logros, el informe de evaluación también subraya que el enfoque ZLTI no es una solución milagrosa para el trabajo infantil. La sostenibilidad no siempre está garantizada una vez finalizado el período de financiación de un proyecto. La intensidad de las actividades disminuye, las clases de recuperación pueden interrumpirse y los y las docentes formados/as por el proyecto son a veces trasladados/as a otros lugares. Los éxitos obtenidos, como el aumento de las matriculaciones, ejercen presión sobre unas infraestructuras (aulas abarrotadas, falta de aseos) que no siempre se han mejorado lo suficiente durante el período del proyecto. A esto se suman obstáculos estructurales como la pobreza crónica y la financiación insuficiente de la educación, o incluso catástrofes climáticas. Por lo tanto, para que los resultados sean duraderos, es imprescindible contar con una estrategia de salida del proyecto, y transferir la responsabilidad a las autoridades locales.

Papel estratégico de los sindicatos e iniciativas de promoción

Más allá de los resultados a escala local, el informe insiste en la importancia de que los sindicatos implicados aprovechen el impacto de los proyectos para influir en las políticas nacionales. Su compromiso con la implementación de las ZLTI les reporta beneficios estratégicos: aumento del número de afiliados/as, mayor credibilidad y fortalecimiento de las relaciones con las autoridades y los ministerios. Esta dinámica crea oportunidades para una incidencia más eficaz en favor de la financiación de la educación y de mejores condiciones para el personal docente.

Un enfoque integrado para la erradicación sostenible

La erradicación del trabajo infantil requiere una combinación de medidas: movilización comunitaria, iniciativas de promoción estructuradas, integración en las políticas públicas, e inversiones en infraestructuras educativas y protección social. La evaluación independiente destaca que, si bien las ZLTI son efectivamente una herramienta poderosa, por sí solas no bastan para alcanzar el objetivo a gran escala. Deben articularse con políticas ambiciosas y acciones coordinadas para mejorar de manera sostenible los sistemas educativos y poner fin al trabajo infantil.