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En el actual clima político y económico, la profesión docente se encuentra sometida a nuevas y siempre crecientes presiones. Una reciente encuesta encargada por uno de los afiliados a la IE del Reino Unido, NUT, evidenciaba que la moral de los/las docentes ha empeorado en los últimos dos años.

La NUT encargó a la empresa YouGov encuestar a una muestra representativa de docentes de Inglaterra y Gales el pasado marzo. Los resultados se hicieron públicos en la Conferencia Nacional de NUT que tuvo lugar en Torquay del 6 al 10 abril.

El objetivo de la encuesta era el de identificar lo que los/las docentes valoran más de sus trabajos y aquellas cosas que les resultan descorazonadoras como profesionales.

Moral cada vez más baja

Cuando fueron preguntados si su moral había mejorado, empeorado o se había mantenido igual en los últimos dos años, el 59% de los/las docentes respondieron que había empeorado, y solamente un 9% dijo que había mejorado.

“En mi opinión, la moral está baja”, dijo uno/a de los/las docentes entrevistados. “Una de las principales razones es que, en un momento en el que se supone que cada niño/a es importante, sencillamente eso no es así. Los/las docentes sienten que tienen que concentrarse sólo en aquellos niños/as con posibilidades de conseguir las notas más altas”.

Obstáculos al rendimiento

El constante cambio de iniciativas políticas y la enorme cantidad de papeleo innecesario fueron considerados algunos de los principales obstáculos al rendimiento de los/las docentes. La crítica externa y unas expectativas poco realsitas de los/las docentes también se presentaron como obstáculos significativos.

Más aún, la carga de trabajo es la cuestión que más influye en la decisión de los/las docentes para dejar la profesión, con un masivo 71% que lo identifica como una cuestión decisiva.

“Hasta que no nos deshagamos de la excesiva preponderancia de las tablas de clasificación y se confíe en los/las docentes, será poco probable que se reduzcan las horas laborables”, comentó la Secretaria General de NUT, Christine Blower. “Añade a eso los recortes en las pensiones, la congelación de salarios, las inspecciones continuas y la crítica del gobierno, y el reclutamiento de profesores será cada vez más y más difícil”.

Dejad a los/las docentes enseñar

Uno de los/las docentes entrevistados expuso categóricamente: “Que se permita a los/las docentes enseñar (es decir, sé creativo y cultiva las mentes jóvenes en un ambiente académico) y que no se insista en metas sin sentido dirigidas a lo que llaman mejora – tal cultura sólo ha hecho de los/las docentes robots sin alma en vez de chispeantes personajes, que es lo que debieran ser”.

Otro docente comentó: “Nunca he oído a tantos docentes jóvenes cuestionar por qué han elegido esta profesión y decir cuán infravalorados se sienten. Del mismo modo, buena parte del personal más experimentado siente que la educación se ha convertido en un partido de fútbol político y los estándares reales están cayendo”.

En esta misma línea, otro entrevistado/a expuso: “Estoy muy decepcionada por la negativa del gobierno a aceptar nuestro creciente malestar  y sensación de traición con las nuevas modificaciones de las pensiones, en especial cuando en la City se están dispensando bonuses a muchos/as”.

Aspectos positivos

Por otro lado, la parte del trabajo con la que la mayoría disfrutaba más era la de ver a los/las niños progresar y dar clase. Los/las educadores también valoraron las oportunidades de probar y desarrollar nuevos enfoques a la hora de enseñar y aprender.

Más de 6 docentes de cada 10 (63%) dijeron que encontraron de gran ayuda el tiempo permitido para integrar y evaluar nuevas iniciativas, así como la consulta con profesionales de la enseñanza antes de que se lance una nueva iniciativa.

“Somos profesionales – necesitas confiar en nosotros/as”, concluyó uno/a de los/las docentes.