Ei-iE

Internacional de la educación
Internacional de la educación

Discurso de Fred van Leeuwen en la Conferencia General de la Unesco

publicado 9 octubre 2009 actualizado 9 octubre 2009

A continuación se ofrece el discurso pronunciado por el Secretario General de la Internacional de la Educación, en la Conferencia General de la Unesco celebrada en París el 9 de octubre de 2009.

Señor presidente, señoras y señores:

Nuestra organización da voz a los más de 30 millones de docentes y profesionales de la educación afiliados en el mundo a las organizaciones miembros de la IE, deseosos de demostrar hoy aquí su compromiso diario —como lucha a menudo silenciosa y anónima— con la consecución de los objetivos de la Educación para Todos y la prestación de servicios educativos de calidad a todos los niños del mundo.

Hace unos pocos días, el 5 de octubre, la Internacional de la Educación celebraba en este edificio el Día Mundial de los Docentes, junto con la Unesco, Unicef y la OIT. En esa ocasión, se reafirmaba al unísono la valiosa contribución de los docentes al desarrollo de los niños y la sociedad en conjunto, sobre todo en el contexto de la grave crisis polifacética en la que nos hallamos inmersos.

El acto se celebró a los pocos días de la reunión del Comité de Expertos sobre la aplicación de las Recomendaciones relativas al personal docente, en la que presentamos un informe muy detallado sobre el poco caso que se hace de las disposiciones fundamentales de las recomendaciones para el personal docente o la falta de aplicación por parte de los gobiernos y las instituciones educativas, y eso que se aprobaron hace tiempo.

El informe destaca algo por todos sabido: la escasez mundial de docentes, confirmada por la última nota del Instituto de Estadística publicada la semana pasada y en la que se calcula en millones de profesores las necesidades de contratación de personal docente de aquí a 2015, sobre todo en el África subsahariana.

La penuria viene acompañada de lo que ya es habitual, la precarización de la docencia, derivada del crecimiento de la contratación de personal escasamente cualificado, mal pagado y cuyos derechos fundamentales son pisoteados.

No basta con celebrar el Día de los Docentes el 5 de octubre, la Unesco, los gobiernos nacionales y todos los interesados del sector educativo deben llevar a cabo una actuación a largo plazo.

Ayer, la sesión plenaria del Foro ministerial versó sobre el impacto de la crisis; esperamos de todo corazón que las recomendaciones estén a la altura de los retos y expectativas actuales. Hace unos días, los jóvenes presentes en el Foro de la Juventud reiteraron la importancia de invertir recursos al margen de la crisis, de invertir recursos en su desarrollo y su futuro.

Hoy y mañana, los ministros discutirán los resultados obtenidos, harán balance de las conferencias mundiales organizadas por la Unesco y sus institutos, y reflexionarán sobre ¿Qué educación para el futuro?

Señor presidente, sólo el valor y la voluntad política facilitarán a la Unesco y sus países miembros la toma de decisiones difíciles. La inversión en sectores sociales y, en particular, en el de la educación debe protegerse y encabezar las prioridades de gobiernos y donantes. Esperamos que el programa y presupuesto que aprueben sea el reflejo de tales decisiones y prioridades.

No pueden, hablando en términos históricos, tomar el riesgo de hipotecar el futuro y trasladar el coste de la crisis a las próximas generaciones.

La Internacional de la Educación y sus miembros seguirán defendiendo y luchando por la consecución de los Objetivos de Dakar y los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y por la adecuación de la inversión educativa y docente a los retos planteados.

Por último, queremos agradecer al director general su compromiso con la educación y nos reafirmamos en la voluntad de mantener la colaboración con la Unesco y cuantos comparten nuestros valores, ideales y principios.

No permitamos que la crisis sacrifique la educación, al profesorado ni al alumnado.