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Internacional de la educación
Internacional de la educación

Intervención de Monique Fouilhoux, Secretaria General Adjunta de la IE, durante la 97ª sesión de la Comisión de aplicación de normas de la Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada en Ginebra el 4 de junio de 2010

publicado 7 junio 2010 actualizado 22 marzo 2011

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Señor Presidente, señoras y señores delegados:

Su Comisión examina hoy, tal y como lo hace cada tres años, el Informe del CEART donde se analiza y evalúa la aplicación de las dos Recomendaciones referentes a los docentes. Estos dos textos constituyen unos fundamentos muy importantes para las decenas de millones de mujeres y hombres que enseñan en todo el mundo – fundamentos vinculados a los principios fundamentales promulgados en los Convenios de la OIT.

Este organismo, absolutamente único y al cual los docentes están muy apegados, mantuvo el pasado mes de septiembre su 10ª sesión en la UNESCO, en el contexto de una crisis financiera y económica que sigue agravándose en numerosos países. Durante dicha sesión, el CEART se centró en los principales temas relativos a la enseñanza y a la educación, teniendo en cuenta las disposiciones de las dos Recomendaciones, temas que se encuentran en el núcleo de las preocupaciones de los docentes y de todos los actores de los sistemas educativos, a saber:

• El diálogo social

• La formación de los docentes – inicial y continua

• Contratación y carrera profesional, remuneración de los docentes y condición de enseñanza y aprendizaje

• La escasez de docentes y la EPT

• Las libertades académicas y las condiciones de empleo en la enseñanza superior vinculadas a la tendencia a la privatización del sector. Este año la Comisión se inclinó más por la Recomendación de 1997 en relación con la situación actual prevalente en este sector, objeto de numerosas reformas prácticamente por todo el mundo.

Apoyamos los esfuerzos que el CEART y sus miembros están desplegando para asegurar la promoción y el respeto de las disposiciones de las Recomendaciones de 1966 y 1997, y para contribuir a solucionar los problemas planteados en las alegaciones.

Sobre este punto me gustaría decir que, en el caso de Japón, hacemos un llamamiento al Gobierno japonés para que aplique las Recomendaciones del CEART aprobadas por la OIT y la UNESCO y que favorezca una cultura de diálogo social en la función pública. Esto implica el establecimiento de estructuras de consulta y de concertación a nivel prefectoral y nacional. Y nos alegramos por los recientes progresos logrados desde la última reunión del CEART.

Nuestra organización ha participado en el trabajo de la reunión del CEART con la presentación de un informe; y de hecho, en las recomendaciones elaboradas por el CEART aparece un buen número de nuestras constataciones y propuestas. También hemos participado en la sesión especial de intercambios organizada con los representantes de organizaciones internacionales, y apoyamos la petición del CEART dirigida a conseguir disponer de más tiempo para llevar a cabo estos intercambios.

Compartimos las constataciones realizadas por la Comisión y estamos de acuerdo con las recomendaciones formuladas. No voy a volver sobre cada uno de los puntos, pero me gustaría insistir en tres ellos que requieren, bajo nuestro punto de vista, una acción concertada inmediata por parte del conjunto de los países y asociados de la educación:

El primero de éstos es el concerniente a la escasez mundial de docentes, algo imposible de ignorar, sobre todo durante este período de crisis financiera y económica mundial en el que se están experimentando importantes restricciones presupuestarias en los diversos sectores de la educación. La educación juega un papel crucial en la preparación del período de reconstrucción que sucederá a la crisis, y es indispensable reconocer esta evidencia invirtiendo en la educación a escala mundial. Sin embargo, en vez de eso, nos vemos obligados a admitir que estamos asistiendo a una disminución de los presupuestos de educación por todo el mundo, lo que está teniendo repercusiones trágicas para los salarios de los docentes, para sus empleos e incluso para su subsistencia.

En segundo lugar, los docentes se encuentran igualmente confrontados a una crisis de la precarización de su profesión en los cuatro rincones del planeta. Un número cada vez mayor de docentes están siendo empleados con contratos de duración determinada o a tiempo parcial, práctica que conduce a la restricción de sus libertades académicas y de su autonomía profesional debido a la precarización de su estatus, en particular en la enseñanza superior.

Damas, caballeros, insistimos en que las reducciones presupuestarias y el recurso a la contratación de docentes contractuales precarios perjudica la posibilidad de ofrecer una educación de calidad a largo plazo. En período de escasez de docentes de orden estructural, la reducción del personal docente y la contratación de docentes “de bajo coste”, con el objetivo de reducir gastos, no constituyen medidas durables, y corremos el riesgo de provocar la desprofesionalización del sector educativo.

Por último me gustaría igualmente recalcar un aspecto que no ha sido tratado en el informe, que fue abordado por el representante de los empleadores, pero que el CEART ha propuesto como tema sumamente prioritario para su 11ª sesión. Se trata del recrudecimiento de la violencia en los establecimientos escolares y universitarios, y más concretamente de las agresiones que sufre el personal docente. Esta violencia, dirigida actualmente contra los profesionales de la enseñanza y los intelectuales, es infundada, escandalosa y moralmente inaceptable. No sólo perjudica a la democracia sino que además tiene unas consecuencias dramáticas para la oferta de educación y para el equilibrio psicológico de los alumnos y docentes.

Para concluir:

La mayoría de los Gobiernos y de los establecimientos escolares siguen ignorando la existencia de las dos Recomendaciones, y esta negligencia conduce a graves violaciones de los derechos de los docentes a todos los niveles. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la UNESCO tienen que tomar medidas concretas a fin de garantizar la aplicación eficaz de las Recomendaciones, tanto por parte de los Gobiernos como de las instituciones. En efecto, consideramos que las disposiciones de las dos Recomendaciones siguen siendo fundamentales para garantizar que todos los niveles de la enseñanza sean reconocidos en tanto que bienes públicos.

La Comisión ha realizado una serie de recomendaciones con respecto a todas las partes interesadas, y deseamos vivamente que cada uno asuma sus responsabilidades. Solicitamos por tanto a todas las partes interesadas, a los Gobiernos, a los empleadores y a las agencias, que asuman todas sus responsabilidades para que las disposiciones pertinentes de las dos Recomendaciones sean aplicadas dentro de un marco de diálogo con el personal y sus organizaciones representantes.

Estamos preparados y abiertos a este diálogo.

Al aprobar las Recomendaciones los Gobiernos están reconociendo la importancia fundamental para esta sociedad del conocimiento que todos deseamos fervientemente, de contar con docentes altamente cualificados, formados para preparar en las mejores condiciones a las generaciones futuras, a los trabajadores futuros, por supuesto, pero igualmente a los ciudadanos futuros informados e ilustrados, que constituirán el garante de una sociedad democrática.

Y en ese contexto me alegro por las palabras pronunciadas por el representante de los empleadores, reafirmando la importancia de la educación y de la formación y su papel determinante, así como la necesidad de disponer de docentes bien formados, respetados y que se beneficien de un entorno de trabajo que les permita brindar una educación de calidad.

Muchas gracias.