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Senegal: El impacto de la crisis de la COVID-19 será terrible en el sistema educativo

publicado 27 abril 2020 actualizado 29 abril 2020

Los docentes sindicalistas de Senegal temen un rápido empeoramiento de la crisis del coronavirus en su país y están adoptando medidas para garantizar la seguridad del personal docente y del conjunto estudiantil, así como la continuidad de la educación.

“Al igual que en muchos otros países, la situación provocada por la COVID-19 es cada vez más preocupante en Senegal. El número de personas infectadas sigue aumentando y los casos comunitarios o de libre circulación —cuya fuente de contaminación se desconoce y que constituyen un gran peligro— crecen cada día. Los medios con los que trabaja el personal sanitario son limitados, pero su profesionalidad y su dedicación son dignas de elogio”, ha señalado Marième Sakho Dansokho, secretaria general del Syndicat des Professeurs du Sénégal(SYPROS) e integrante del consejo ejecutivo de la Internacional de la Educación.

Cierre de establecimientos educativos sin consultar a los sindicatos

“Desde el brote de la pandemia de la COVID-19 en Senegal, el pasado 2 de marzo, las autoridades públicas han adoptado una serie de medidas y el primer sector afectado ha sido el de la educación: todos los establecimientos educativos, universidades e instituciones de investigación llevan cerrados desde el 16 de marzo, y en un principio hasta el 6 de abril, pero el periodo ha sido ampliado hasta el 4 de mayo. La reanudación de las clases dependerá, por supuesto, de la evolución de la pandemia en el país”, explica Sakho Dansokho.

“El personal docente estaba en huelga cuando las autoridades decidieron cerrar los establecimientos sin consultar a los principales interesados, quizás porque la pandemia de la COVID-19 llegó de forma inesperada y por el temor a su propagación, pero los sindicatos están presionando para que, si el curso no se declara nulo, su reanudación no se lleve a cabo sin un debate con las partes interesadas, principalmente los sindicatos. Es fundamental que estos últimos participen en los debates para garantizar que las clases se reanudan en las mejores condiciones posibles para mantener una educación de calidad”, ha señalado.

La función de seguimiento y alerta del sindicato

Con vistas a mantener un seguimiento de la situación y alertar en caso necesario, el sindicato mantiene el contacto con sus responsables regionales y locales a través de Internet y las redes sociales, principalmente a través de un grupo de WhatsApp creado para poder comunicarse e intercambiar información de forma rápida.

Además, pide a sus miembros que:

  • Participen en las actividades de sensibilización contra la propagación del virus para protegerse a sí mismos, a sus contactos (docentes y estudiantes) y a la población en general.
  • Mantengan el contacto en línea con sus estudiantes siempre que sea posible para evitar que olviden lo aprendido.

Ahora más que nunca, SYPROS participa en un programa de adquisición de equipos informáticos en beneficio del desarrollo profesional de sus miembros, el intercambio de información y la reducción de la brecha digital. “Estas herramientas se pueden utilizar para los cursos en línea o al menos para mantener el contacto con el sindicato, con los compañeros y potencialmente con los estudiantes”, explica Sakho Dansokho.

Estrategia sindical tras la pandemia

Dansokho ha recordado también que su sindicato ha empezado ya a recabar las opiniones de sus miembros sobre las estrategias y las condiciones en que se retomarán las clases después de la pandemia.

SYPROS ha iniciado un importante debate sobre este asunto y ha planteado numerosas cuestiones:

  1. Todas las estrategias puestas en marcha por las autoridades educativas (cursos en línea, formación a distancia) tienen importantes limitaciones y no pueden sustituir a las clases presenciales. La mayoría de estudiantes tiene problemas de accesibilidad y también hay problemas de interactividad y de contenidos.
  2. Incluso aunque el curso escolar se reanudara el 4 de mayo, ¿qué hacemos con las infraestructuras que no son adecuadas (protecciones temporales) y con los miles de niños que ayudan a los padres en el campo?
  3. ¿Cómo recuperamos el tiempo perdido por la huelga del personal docente antes de la irrupción de la pandemia de la COVID-19 y durante la propia epidemia? ¿Deberían suspenderse todas las demandas del sindicato?
  4. ¿Qué hacemos con el personal docente que se ha recuperado de la COVID-19, pero que podría ser estigmatizado por haber estado infectado con el virus?
  5. ¿Qué estrategias / directrices educativas deberían adoptarse para garantizar que nadie se quede atrás durante situaciones de desastre?
  6. El diálogo social es fundamental, independientemente de las circunstancias. Es una cuestión de respeto a los trabajadores y trabajadoras de la educación y, sobre todo, a su compromiso y su responsabilidad.
  7. Si la educación a distancia pudiera ser justa porque se pudiese hacer accesible a todos, incluso en las aldeas, ¿debería sustituir a las clases presenciales? ¿Qué sería entonces del personal educativo?

“Ahora, al igual que antes de la pandemia, estamos haciendo todo lo posible para garantizar que la educación siga siendo una prioridad y que reciba una financiación adecuada, así como para garantizar a todos la igualdad en el acceso a la educación”, concluye Sakho Dansokho.