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Internacional de la educación
Internacional de la educación

La OCDE impulsa los sistemas de educación pública de calidad y la profesión docente

publicado 3 diciembre 2013 actualizado 5 diciembre 2013

La Internacional de la Educación (IE) ha respondido a la publicación de los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos 2013 (PISA, por sus siglas en inglés) por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Reconoce que la importancia del PISA' para los sistemas educativos ha aumentado de forma exponencial en sus 15 años de vida.

“Hay mucha información sobre políticas en el informe PISA 2012, lo cual celebro", dice el Secretario General de la IE, Fred van Leeuwen.

“En concreto, queda totalmente claro que ningún sistema educativo nacional puede tener éxito sin una profesión docente de alta calidad y segura de sí misma. También queda claro que los argumentos a favor de potenciar el sector privado a costa de la educación pública y aumentar la competencia entre las escuelas son erróneos. El informe PISA 2012 también incluye pruebas contundentes de que los sistemas educativos que tienen éxito deben dar un papel prominente a los/las docentes en la gestión de las escuelas y pagar a los/las docentes adecuadamente. Los recursos son evidentemente un indicador clave para el éxito, especialmente en los países más pobres”.

Van Leeuwen indica que el uso de tablas de clasificación por el PISA es problemático. Aparte del hecho de que incluso la OCDE admite que no puede estar segura de sus clasificaciones debido a las limitaciones inevitables del muestreo, hay países que están mejorando sus sistemas pero que a pesar de ello se encuentran casi en los últimos puestos de las tablas. Un método mucho mejor, que de hecho se incluye en el PISA, es recopilar datos que permiten a un país comparar sus logros de un año para otro.

Van Leeuwen también añadió que otro problema obvio es que es posible que las tres competencias que el PISA examina no describan cada aspecto vital de la educación. La OCDE debería dejar muy claro que el PISA no es una evaluación de sistemas educativos completos.

“Sin embargo, acojo con satisfacción la importancia que la OCDE otorga a las cualificaciones de los/las docentes y al papel esencial de la calidad en los sistemas excelentes”, dice van Leeuwen.

“Solamente espero que el informe surta algún efecto en los enemigos de la educación pública. La IE está de acuerdo con la conclusión firme de la OCDE de que la calidad de una escuela no puede ser superior a la calidad de sus docentes”, subraya.

“Los países que han mejorado significativamente su rendimiento durante la última década han establecido políticas para mejorar la calidad de su personal docente mejorando las normas profesionales, aumentando los sueldos para hacer la profesión más atractiva para las personas que se incorporen a la profesión y ofreciendo incentivos para que los/las docentes participen en programas de formación durante su servicio”.

El informe PISA 2013 de la OCDE incluye el mayor número de países hasta la fecha. Se centra en los conocimientos de aritmética y también es el informe PISA publicado de mayor impacto ya que ha participado un número récord de países (65). La OCDE considera que las pruebas utilizadas para evaluar la capacidad de alumnos/as de 15 años a la hora de emplear conocimientos en aritmética, lectura y ciencia son válidas y fiables. También cree que las pruebas son culturalmente neutras, ya que se han sido evaluadas en relación con las pruebas propias de cada país. Una de las características del PISA es su sistema de clasificación por país en el que, en el PISA 2012, los puestos más altos y más bajos han sido asignados a países para compensar la incertidumbre creada por el método de muestreo.

Las soluciones políticas clave del PISA se detallan a continuación:

•           Los mecanismos de detección temprana deberían ser utilizados, como en Finlandia, para detectar el bajo rendimiento.

•           Se debería abordar el bajo rendimiento.

•           Se debería ayudar a los/las niños/as desfavorecidos/as con recursos adicionales o asistencia económica.

•           Habría que aplicar políticas más universales en los países para mejorar las normas.

•           Los/las estudiantes marginados/as deberían ser incluidos/as en clases y escuelas ordinarias.

Las escuelas desfavorecidas todavía tienen dificultades a la hora de atraer a docentes cualificados/as

Cuando los sistemas escolares segregan a los/las estudiantes, se les suele segregar por su condición socioeconómica y la frecuencia con la que se ven expuestos/as a las matemáticas.

Aunque la autonomía de las escuelas es un indicador importante del rendimiento, debe haber: un sistema educativo fuerte en el que todo el mundo entienda las expectativas comunes; docentes capaces de participar en la administración de las escuelas; datos sobre el rendimiento que se hagan públicos.

Existe poca diferencia entre el rendimiento de escuelas del sector privado y del sector público cuando se toma en consideración el origen social de los/las estudiantes y los países de alto rendimiento consiguen colocar a docentes de alto rendimiento en escuelas socialmente desfavorecidas.

La competencia no es un indicador de los resultados escolares

Los padres quieren entornos escolares seguros, un clima de aprendizaje activo y que su escuela tenga una buena reputación.

Los recursos en países más pobres son un indicador más fuerte del rendimiento, pero en los países más ricos el indicador clave es cómo se utilizan los recursos.

Otros indicadores fuertes clave del rendimiento son: educación de la primera infancia de calidad, asignación de recursos equitativa y canalización de recursos adicionales a escuelas desfavorecidas.

El PISA también hace hincapié en que los países de alto rendimiento también pagan un buen sueldo a los/las docentes y dan prioridad a esta política en lugar de reducir el tamaño de las clases y en que no existe una relación entre la calidad de los edificios de las escuelas y el rendimiento.

La IE acoge con satisfacción el debate político planteado por el PISA sobre cómo conseguir sistemas educativos de calidad. Como el enfoque del PISA se basa en la igualdad de resultados altos para el mayor número posible de estudiantes, muchas de sus conclusiones proporcionan pruebas que apoyan argumentos políticos para la promoción de sistemas educativos públicos de alta calidad.