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Durante las conferencias anuales celebradas en las vacaciones de Pascua, los sindicatos de la educación del Reino Unido han transmitido un mensaje similar en apoyo a sus miembros y a los estudiantes, reclamando una educación de calidad y denunciando las políticas gubernamentales,

En Brighton y Birmingham, los dos mayores sindicatos de docentes de Gran Bretaña, el National Union of Teachers (NUT) y la National Association of Schoolmasters Union of Women Teachers (NASUWT), han apuntado con el dedo al Gobierno británico, y en particular al Ministro de Educación Michael Gove.

“Las últimas encuestas realizadas por el NUT revelan que la mitad de los padres y [el 79%] de los profesores consideran que la coalición gubernamental ha repercutido negativamente en el sistema educativo”, expresó la Secretaria General del NUT, Christine Blower. “Sólo el 29% de los padres han dicho que estarían dispuestos a votar por uno de los partidos de la coalición, si se celebraran elecciones generales en breve.”

Blower ha instado al Gobierno a actuar, y le ha amenazado con convocar una huelga si no se hacen cambios. Ha subrayado que la baja moral que reina entre el personal docente, en gran parte debida a las semanas laborales de 60 horas, a lo mal pagados que están y a los cambios en materia de pensiones, está incitando a muchos de ellos a abandonar la profesión.

“El sindicato va a trabajar en colaboración con los padres y con el público en general para presionar a los responsables políticos. Y si las negociaciones con el Gobierno no evolucionan positivamente, el sindicato recurrirá a la huelga y tratará de coordinarse a finales de junio con otros sindicatos, entre ellos la NASUWT”, ha precisado.

Aunque la NASUWT no se ha comprometido a hacer huelga, declarando que discutirá con el NUT las opciones posibles, el Secretario General Chris Keates no ha tardado en señalar lo que su sindicato considera como la raíz del problema para el logro de una educación de calidad.

“La estrategia económica y las políticas educativas establecidas por la coalición han traicionado a toda una generación de jóvenes”, ha afirmado Keates. “Bajo su mandato se han alcanzado unos niveles récord de desempleo juvenil, se ha degradado la formación profesional, se ha restringido el acceso a la educación complementaria y superior debido a la eliminación de las becas de estudios, se han triplicado los derechos de matrícula y se ha eximido a los empleadores de su responsabilidad de ofrecer oportunidades de formación y prácticas profesionales de calidad.”

“Se está desperdiciando el talento de nuestros jóvenes, y se están destrozando sus oportunidades de futuro. Querer cuadran las cuentas a expensas de aquellos de quienes depende el éxito económico de este país es verdaderamente escandaloso.”

Los docentes ponen en peligro su salud

Del 14 al 16 de abril en Manchester, la Association of Teachers and Lecturers (ATL) abordó cuestiones similares relacionadas con las presiones a las que se ha visto sometido el personal docente, examinando además detenidamente los problemas de salud ocasionados por los horarios de trabajo y por la falta de apoyo.

Según una encuesta realizada por la ATL a más de 900 miembros del personal educativo, los problemas de salud mental entre los profesionales de la educación han venido aumentando a lo largo de los dos últimos años. Los resultados demuestran que un 55% de las personas que trabajan en la educación afirman que su trabajo está repercutiendo negativamente en su salud mental, y casi siete de cada diez educadores no hablan de ello con sus empleadores.

A la luz de esta encuesta, la ATL ha puesto en tela de juicio las inspecciones de la Oficina de Normas Educativas, de Servicios Infantiles y de Competencias (Ofsted), igualmente señaladas por el NUT y acusadas de provocar a los docentes un estrés excesivo.

Mary Bousted, Secretaria General de la ATL ha dicho estar sorprendida por las estadísticas, aunque en realidad fueran de esperar, dado que los docentes están “constantemente sometidos a una intensa presión para cumplir con sus objetivos, además de las observaciones excesivas, las modificaciones en los planes de estudios y las inspecciones de Ofsted.”

Martin Rømer, Director Europeo del CSEE, ha señalado que el informe de su organización, “Sindicatos de docentes en solidaridad por lugares de trabajo saludables y seguros durante la crisis económica” es una guía esencial para garantizar la salud de los trabajadores de la educación.

“La salud de nuestro personal docente repercute directamente en el nivel de calidad de la educación que reciben nuestros estudiantes”, afirmó Rømer. “De modo que es esencial que la salud de los docentes siga siendo prioritaria en las políticas educativas, sobre todo en tiempos de crisis.”

Bousted se hizo eco de las declaraciones de sus homólogos del NUT y de la NASUWT reclamando más apoyo para los profesionales de la educación, e instó a las escuelas e instituciones de formación a hacer los ajustes necesarios para mejorar las condiciones de trabajo.