Ei-iE

Internacional de la educación
Internacional de la educación

Docentes holandeses, burundeses e hindúes comparten experiencias

publicado 22 diciembre 2009 actualizado 22 diciembre 2009

“Cuando vi el aviso en la revista de nuestro sindicato, pensé: ¿por qué no?”, comenta Rachel Heller, docente y coordinadora internacional en la escuela Maartens College y miembro del sindicato holandés AOb, afiliado a la IE. “Hace un tiempo, estuve dos años en Malaui trabajando como docente y quise hacerlo de nuevo”.

“Pensé: ésta es mi oportunidad de realizar un viaje así y de hacer algo por la educación en otro país”, recuerda Irene Meertens, coordinadora de planes de estudios en el Centrum voor nascholing de la Universidad de Ámsterdam y también miembro de AOb.

En agosto, ambas partieron de Holanda para reunirse con colegas de otros países a través de un programa de intercambio docente organizado por la ONG holandesa Edukans. Heller viajó a Burundi y Meertens, a la India.

En Burundi, Heller formó a docentes de inglés, que a veces tienen que hacer un gran esfuerzo para atender las necesidades de los 100 alumnos que hay por clase. “Los ayudamos con técnicas para hacer que sus alumnos practiquen conversación, o para organizar una clase. Además, los docentes tienen que aprender a enseñar de un modo menos tradicionalista y hacer que las clases sean más atractivas. Los alumnos, por su lado, deben tomar una actitud más activa en clase”, señaló Heller.

El programa también contaba con informática, un aspecto que presentaba muchos desafíos. “Visitamos cuatro escuelas que tenían electricidad y solamente entre dos y cuatro computadoras cada una. Todas debían repararse, así que se capacitó a dos docentes por escuela para que hicieran el mantenimiento”, comentó.

Descubrió que el nivel de formación de los docentes burundeses es muy dispar. Algunos habían asistido a la universidad, mientras que otros sólo habían tenido un año de formación.

Meertens también encontró condiciones de trabajo deficientes y falta de docentes cualificados en algunas escuelas de la India.

“Me impactó ver que el director llegara tarde a la escuela. ¿A qué se debe? Los salarios son bajos, los docentes no tienen mucho control sobre su trabajo y no quieren trabajar en zonas muy remotas”, explica Meertens. “Es una cuestión de atención y actitud. El gobierno debe ocuparse de las diferencias de salarios que existen en el profesorado.”

Un grupo de docentes holandeses e hindúes, junto con representantes de la ONG, identificaron diferentes niveles de profesionalismo en los docentes de la India: algunos tienen una buena educación, cuentan con dos años de formación; pero en los lugares donde hay una gran falta de docentes, la formación de algunos de ellos es de una semana, como mucho. “En nuestra opinión, incluso dos años es una formación de baja calidad”, señaló Meertens.

Los docentes involucrados en el programa de intercambio hicieron dos recomendaciones fundamentales: los docentes de la India necesitan mejorar sus competencias para que los alumnos tengan una participación más activa y debe hacerse más hincapié en la motivación de los maestros.

Según Trudy Kerperien, secretaria internacional de AOb, fue importante que los sindicatos se involucraran "en promover la importancia de escuelas verdaderas y docentes bien capacitados”.

¿Cuál fue el aspecto más destacado del intercambio de verano? “Hubo un buen clima de trabajo y fue maravilloso compartir la experiencia con los maestros hindúes”, cuenta Meertens. “Les llamaba la atención que nos concentráramos más en la calidad de la educación y de los docentes, mientras que, en la India, le prestan más atención a las instalaciones y a los materiales”.

“Aprendí qué difícil es para una persona de un país entender lo que realmente sucede en otro”, señaló. “Uno puede ayudar desde afuera, pero sólo la gente de la India puede lograr que las cosas cambien de verdad”.

Heller agregó: “Es fascinante ver cómo podemos enseñarles. Durante tres semanas, practicaron inglés hablándolo, pero no tienen otro modo de practicar”. Ambas tienen mucha curiosidad de ver qué hacen ahora sus colegas extranjeros con la formación que recibieron. “¿Qué se hará con las recomendaciones que hicimos en la India?”, se pregunta Meertens.

Mientras tanto, continúan muy involucradas en la sostenibilidad de este programa de dos años y en su seguimiento. “Nos gustaría volver allí”, afirma Meertens. “Es un proyecto piloto, así que no sabemos si será posible. El año próximo, irán otros docentes holandeses.”

Un docente de Burundi le pidió libros de texto a Heller, de modo que ella está organizando una recaudación de fondos en su escuela. “Ellos escuchaban las cintas de un libro de texto, que estaban leídas por una persona con acento burundés”. Por lo tanto, Heller le pidió a un colega de habla inglesa que hiciera las grabaciones.

Por Claude Carroué.

Este articulo fue publicado en Mundos de la Educación, No. 32, diciembre 2009.