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Internacional de la educación
Internacional de la educación

Intervención del Consultor Senior de la IE, Bob Harris, en el Debate General de la Conferencia Internacional del Trabajo, Ginebra, Suiza, 10 de junio de 2010

publicado 9 junio 2010 actualizado 22 marzo 2011

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Señor/Señora Presidente/a, distinguidos delegados:

¿Habremos perdido una generación? ¿Permitiremos que la especulación de los mercados para lograr ganancias a corto plazo niegue el acceso a una enseñanza de calidad a nuestros niños y a una formación profesional eficaz para nuestros jóvenes? Durante la última fase en la crisis financiera, esta es la dura elección política a la que se enfrentan los países.

Hace sólo unas semanas, como afirmó acertadamente el Director General durante su discurso inaugural, los países del G20, el FMI y la UE estuvieron de acuerdo en que debía continuar en 2010 un estímulo coordinado para una recuperación sostenible, planificando estrategias de salida de la crisis creíbles para 2011. Los especuladores que han causado la crisis hace dos años están actualmente apostando en contra de naciones enteras, incrementando el precio de los préstamos y forzando recortes masivos en los servicios públicos.

¿Cuál será la consecuencia? ¡Recortes de recursos vitales para la enseñanza y la formación!

Mis colegas en la Internacional de la Educación y en otros Sindicatos Mundiales asisten a menudo a reuniones donde se escuchan todo tipo de argumentos sobre los últimos giros y cambios de la política pública. Pero estoy aquí hoy para hablarles de la realidad, la realidad en las comunidades locales de los diferentes países, donde las personas de la calle luchan día tras día, no sólo por una llevar hoy una vida decente, sino también para labrar un futuro decente para sus hijos. Todos sabemos que la educación y la formación son factores clave de una recuperación sostenible y de un trabajo decente. Sin embargo, todavía las presiones de los mercados, basadas en la sed desmedida de ganancias a corto plazo, ponen en peligro la inversión necesaria, es decir la inversión pública.

La Internacional de la Educación, junto con otros Sindicatos Mundiales, apoya el papel de la OIT como interlocutor y sede privilegiada para que los gobiernos, empleadores y trabajadores puedan trabajar unidos en la recuperación de una economía real. Apoyamos firmemente el papel de la OIT en el G20.

Apoyamos las recomendaciones de los Ministros de Trabajo y Empleo del G20 en la Cumbre de Toronto dentro de dos semanas. Los Ministros urgen a la OIT para que continúe con su labor, con los miembros integrantes, de crear una estrategia de competencia y formación basada en el aprendizaje a lo largo de toda la vida y en unos cimientos sólidos de la enseñanza general. [Esto es algo en los que todos los miembros integrantes de la OIT pueden trabajar unidos.]

Como quedó demostrado en nuestro foro inter-sectorial de marzo. La estrategia de la OIT necesita pasar del análisis teórico a propuestas claras. Tenemos que hacer frente a la necesidad de contar con muchos más docentes y formadores cualificados. La IE está preparada para trabajar con la OIT, la OCDE, la UNESCO y el Banco Mundial para pasar del análisis a la estrategia, y hacer que funcione en la práctica. Pero también urge a la OIT para que sea muy clara en el G20 sobre la necesidad de que los gobiernos se impongan frente a la especulación de los mercados que ponen en peligro este buen trabajo.

Hasta hace unas semanas, el Presidente del FMI estaba de acuerdo con la OIT en que “no puede haber recuperación hasta que no haya recuperación del empleo.” Sin embargo, ahora el FMI vuelve a sus antiguas costumbres de preconizar la restricción fiscal excluyendo los factores sociales. También lo hacen los Ministros de Finanzas del G20. Afirmamos que, ha llegado el momento de que los Ministros de Trabajo que asisten a esta conferencia sean más asertivos y que insistan en que el sector financiero debe estar al servicio de la economía real, y no al revés. En un país tras otro, nuestros miembros se enfrentan a las consecuencias de la doctrina de una consolidación fiscal rápida y prematura. El despido de docentes ha empezado en muchos países, se prevén cientos de miles de despidos más en Europa y en Estados Unidos antes de que acabe el año. Y dichos despidos implican que se les niega a varios millones de niños y jóvenes el derecho a una educación de calidad.

Los Sindicatos Mundiales, la Campaña Mundial por la Educación y los integrantes del Foro Económico Mundial, incluidas las principales compañías de TI, solicitan al G20 que tome dos decisiones clave: 1) reúna un comité a nivel ministerial, con la participación de las partes interesadas, para que se estudie cómo cerrar la brecha financiera para poder lograr la Educación para Todos, y 2) apoyar la creación de un partenariado global para la formación y el desarrollo profesional de los docentes. Pedimos a la OIT que apoye estas propuestas.

Al mismo tiempo, la OIT sigue siendo la institución de referencia para la defensa de los derechos humanos y sindicales. Nos preocupa que el consenso sobre el papel normativo vital de la OIT se esté minando lentamente pero con paso seguro. ¿Cómo puede el grupo de los empleadores justificar su insistencia para excluir a Colombia de la lista de debate de la Comisión de Normas cuando 14 docentes sindicalistas han sido asesinados este año? ¡14 este año sólo en la educación, 30 sindicalistas en total! ¡Es escandaloso! ¿Cómo puede justificar Irán la reciente ejecución de un docente falsificando los cargos? Seguimos luchando por el respeto total de los derechos sindicales en Etiopía, Corea, Georgia y en muchos otros países. También cabe mencionar los casos de Turquía y Guatemala. Observamos una relajación general en la posición de la OIT sobre cuestiones normativas debido a las presiones de diferentes tipos y pedimos mayor firmeza.

Pueden estar seguros de que la Internacional de la Educación, con 30 millones de miembros en todo el mundo, seguirá trabajando estrechamente con la OIT en los programas. Los docentes, que por la naturaleza de nuestra vocación, están presentes en todas las comunidades locales, pueden desempeñar un papel importante. Tenemos mucha experiencia en educación para combatir el VIH/SIDA, y en cuestiones tratadas en la recomendación sobre el VIH/SIDA en el mundo del trabajo. Mañana tendremos más que decir sobre el trabajo infantil. En esta Conferencia hemos hablado acerca del informe del CEART, el Comité de expertos sobre la situación del personal docente. Esperamos poder ver pronto finalizado el Kit de herramientas de recursos humanos de la OIT sobre las buenas prácticas para la profesión docente, que será una herramienta valiosa y práctica para los empleadores públicos, empleadores privados y sindicatos de docentes. Apoyamos firmemente el trabajo de la OIT sobre la igualdad de género.

Seguiremos trabajando de cerca con otros Sindicatos Mundiales, gobiernos y empleadores en una estrategia de capacitación y formación que abarque a diversos sectores. En particular, pedimos a los comités nacionales de capacitación para cada sector que reúnan a representantes de los empleadores, trabajadores, gobiernos, y también a los proveedores – nuestros miembros. Tenemos grandes expectativas puestas en el Foro de Diálogo Mundial para el Personal de la Formación Profesional, que se celebrará en septiembre. Los desafíos de este sector son inmensos. Necesitamos muchos más docentes y formadores cualificados, con una mayor movilidad entre la industria y los institutos de formación y a través de las fronteras.

De manera similar, el estudio planificado sobre el personal que trabaja en la educación de la primera infancia debe ayudar a tratar las crecientes necesidades de este sector, que implica grandes beneficios para el conjunto de la sociedad, en términos tanto de crecimiento como de equidad. A través de su trabajo, la OIT vuelve a demostrar su valor añadido.

Para volver a mi punto de partida, la OIT tiene tareas fundamentales que realizar con sus miembros integrantes, como nuestra organización. Por tanto, es de vital importancia que la OIT siga insistiendo, de forma categórica y firme, en políticas que promulguen una amplia recuperación de empleo e inversión en las personas, caminando de este modo hacia un futuro sostenible para todos.