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Sudáfrica: Medidas de los sindicatos para garantizar la salud y la seguridad de docentes y estudiantes

publicado 22 abril 2020 actualizado 27 abril 2020

En plena lucha contra la pandemia de la COVID-19 en Sudáfrica, el South African Democratic Teachers' Union está haciendo todo lo posible para contactar con sus afiliados, garantizar la protección de docentes y estudiantes contra el virus y mejorar el acceso a la enseñanza y el aprendizaje a distancia.

En Sudáfrica, las escuelas, universidades, centros de enseñanza y formación técnica y profesional, así como las instituciones de enseñanza de la primera infancia, cerraron antes de que el Gobierno declarara el confinamiento el 26 de marzo.

Comunicación con sus afiliados

Desde entonces, el South African Democratic Teachers' Union(SADTU) se ha comunicado activamente con sus miembros. “Utilizamos nuestro sistema de SMS para enviar a nuestros afiliados información rigurosa acerca de la pandemia y para contrarrestar la desinformación y las noticias falsas”, explica Mugwena Maluleke, secretario general del SADTU.

Con el fin de ayudar al personal docente, su sindicato también utiliza sus propias cuentas de medios sociales para publicar las novedades diarias de las autoridades nacionales de salud. Además, se ha creado un grupo de comunicadores en una popular plataforma de mensajería para enviar encuestas sobre educación y cuestiones relacionadas con el virus.

Además, el sindicato cuenta con un equipo dedicado a la COVID-19 que también recibe información sobre la pandemia y la comparte con sus afiliados a través de mensajes diarios. “El equipo de la plataforma de información está trabajando mucho y utiliza las herramientas disponibles, como WhatsApp, para permanecer en contacto con los dirigentes de las organizaciones afiliadas y regionales”, destaca el Sr. Maluleke.

Un diálogo incesante

El SADTU también está en contacto con la ministra de Educación, Angie Motshekga, con el fin de asesorarla en cuestiones relativas a las necesidades de los docentes y a la planificación de la reapertura de las escuelas tras el confinamiento.

“Le dijimos a la ministra que tendríamos que examinar las necesidades sobre el terreno —declaró el Sr. Maluleke—. Por ejemplo, debemos abordar la superpoblación de las aulas. De hecho, necesitamos más clases o aulas móviles que puedan alojar más alumnado, para que no tengamos 40 estudiantes en un aula”.

El sindicato de la educación también está estudiando cuestiones relativas a la salud y la seguridad, como la disponibilidad de mascarillas, geles hidroalcohólicos y agua.

El Sr. Maluleke insiste en que Sudáfrica no puede correr riesgos en una situación donde “unos 15 millones de estudiantes se encuentran en escuelas con docentes que no poseen un equipo de protección personal adecuado”.

Maluleke añadió también que los sindicatos comparten “a diario” las etiquetas #StayAtHome y #WashHandsWithSoap en sus plataformas de medios sociales. “Proporcionamos a docentes y estudiantes estadísticas precisas para asegurarnos de que permanecen a salvo. Y los oficiales del sindicato llaman, envían mensajes y apoyan a los miembros que padecen la COVID-19 —apuntó el dirigente del SADTU—. Estamos reactivando el equipo de apoyo sindical que empleamos para el VIH/Sida con fines de asesoramiento en línea. Además, colaboramos con una compañía de seguros para poner en marcha un centro de llamadas que sirva de mayor apoyo como parte del programa de bienestar de los afiliados del SADTU durante todo el año, junto con la clínica móvil del sindicato”.

Acceso a la enseñanza y al aprendizaje en línea

El SADTU publica cada día en sus medios sociales todos los recursos disponibles, así como las lecciones diarias que se imparten por televisión y por la radio, con el fin de facilitar su acceso al alumnado. Asimismo, los afiliados del SADTU se comunican con sus estudiantes a través de una popular plataforma de mensajería.

“Los datos son caros, pero el profesorado improvisa”, reconoció el Sr. Maluleke, quien sin embargo admitió que el sindicato “tiene dificultades para llegar a los estudiantes de las zonas rurales y los asentamientos informales debido a la pobreza y a las deficiencias en las infraestructuras. Estamos realizando esfuerzos para llegar a esta población a través de las emisoras de radio locales”.

El Sr. Maluleke concluyó de la siguiente manera: “Los docentes y estudiantes de Sudáfrica están en casa y estamos haciendo todo lo que podemos como organización para procurar su acceso a la enseñanza y al aprendizaje. Y, ciertamente, esta es una época para la compasión. Es el momento de la solidaridad. Por consiguiente, resistimos como el resto del mundo y hacemos todo lo posible para combatir con eficacia la propagación de este virus”.