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Camerún: el Gobierno debe respetar a los sindicatos como interlocutores del diálogo social

publicado 14 marzo 2022 actualizado 21 marzo 2022

Ante el aumento de movimientos de protesta anárquicos y descoordinados de docentes, impulsados desde las redes sociales, los sindicatos de la educación de Camerún destacan la urgencia de entablar un diálogo social de buena fe. Han pedido a las autoridades públicas que respondan lo antes posible a las numerosas reivindicaciones del profesorado y cumplan las promesas.

Escalada reivindicativa y presión en las redes sociales para sobrepasar a los sindicatos

“Hemos observado recientemente la aparición en las redes sociales de un movimiento denominado ‘On a trop souffert’ (OTS) [‘Hemos sufrido demasiado’, en francés]. En un principio, este movimiento aborda los problemas de los docentes y las docentes jóvenes que trabajan entre tres y cuatro años sin salario y después perciben dos tercios del salario durante años, y esto sin recibir las diferentes bonificaciones”, explicó el secretario general de la Fédération camerounaise des syndicats de l'Éducation (FECASE), Thobie Emanuel Mbassi Ondoa.

El colectivo OTS hizo un llamamiento a la huelga indefinida para exigir el pago de todas las sumas adeudadas, que ascendían a cerca de 200.000 millones de francos CFA (es decir, aproximadamente 305 millones de euros). Mbassi Ondoua señaló que a medida que pasaban los días se añadían exigencias a la lista inicial. “Se trata de un grupo sin dirección cuyos líderes no han revelado su identidad y se comunican a través de Facebook. Se niegan a salir del anonimato porque, según ellos, de este modo evitan la represión y la corrupción del Gobierno. Por tanto, se niegan a entablar cualquier tipo de diálogo porque quieren permanecer en el anonimato y exigen simplemente que la solución sea inmediata y total. Por supuesto, nos hemos mostrado reticentes a seguir a personas anónimas que exigen que estemos con ellas o contra ellas”, dijo el dirigente sindical. “Habida cuenta del hecho de que este movimiento había verdaderamente movilizado al profesorado y la opinión pública, teníamos que responder a las peticiones de nuestros miembros sin seguir el movimiento anónimo que había declarado una huelga ilimitada que no acabará hasta que se satisfagan todas las reivindicaciones”.

Respeto de las normas jurídicas que rigen las acciones reivindicativas

Conforme a las leyes y convenios, los sindicatos transmitieron el 21 de febrero al Gobierno un preaviso de huelga en la forma debida, el cual incluía varios puntos en común con las reivindicaciones del colectivo. Durante la reunión con el primer ministro celebrada el 1 de marzo, los sindicatos acordaron un reembolso escalonado de la deuda y se programó otra reunión el 4 de marzo para detener el calendario de pagos.

El 3 de marzo los sindicatos invitaron a los docentes y las docentes a conservar todos los documentos administrativos a la espera del inicio de la aplicación efectiva de las medidas al final de mes. En esta ocasión, OTS también instó al profesorado a rechazar esta propuesta. Surgieron reivindicaciones adicionales, en las que se exigían nuevas bonificaciones de sumas surrealistas. Ahora la reanudación de los cursos depende no solo de que se satisfagan las demandas iniciales, sino también las nuevas.

Un régimen de tolerancia administrativa para los sindicatos

Roger Kaffo, secretario general del Syndicat national autonome de l'enseignement secondaire (SNAES) y secretario general adjunto de la Fédération des syndicats de l'Enseignement et de la Recherche, una organización miembro de la Internacional de la Educación a la que el SNAES está afiliado, señaló que “hace años que no tenemos ley para los sindicatos. Los sindicatos participaron en la elaboración de un texto que debía servir de proyecto de ley, pero este texto nunca se llegó a presentar a la Asamblea Nacional. Los sindicatos que habían presentado una declaración de existencia esperaban un acuse de recibo que no recibieron. Por tanto, nos encontramos con un régimen de tolerancia administrativa”.

Asimismo, afirmó que la capacidad de los sindicatos para movilizar al profesorado es lo que obliga a las autoridades a tenerlos en cuenta en la práctica y a negociar con ellos.

Reclamaciones sindicales

En su carta conjunta del 17 de febrero dirigida al presidente Paul Biya, 11 sindicatos de docentes, entre ellos sindicatos nacionales afiliados a la Internacional de la Educación (el FESER, la FECASE y el Syndicat des travailleurs des établissements scolaires privés du Cameroun (SYNTESPRIC)), advierten de que “a lo largo de los diez últimos años, las condiciones de vida y de trabajo de los docentes y las docentes no han parado de deteriorarse y han alcanzado un nivel de degradación insoportable. El profesorado, en particular en la enseñanza básica y secundaria, está harto y, en efecto, ya ‘ha aguantado demasiado’”.

Piden que se organice una reunión lo antes posible para examinar y proponer soluciones apropiadas a las reivindicaciones, por ejemplo:

  • hacerse cargo de forma inmediata y total de los docentes y las docentes desde su contratación, tanto en la enseñanza básica como la secundaria, y reembolsar las sumas adeudadas a aquellos que están estancados con dos tercios de su salario, algunos desde hace más de cinco años;
  • el pago de la deuda del Estado con los docentes y las docentes por el retraso sistemático del pago de bonificaciones;
  • la firma del convenio colectivo de la enseñanza privada preparado desde hace más de tres años, así como la garantía del respeto por aquellos que promueven la enseñanza privada de la ley sobre la organización y el funcionamiento de la enseñanza privada en Camerún;
  • el nombramiento como jefes y jefas de servicio de la administración central de animadores y animadoras pedagógicos, y
  • la contratación de profesores y profesoras de enseñanza técnica formados y en paro, mientras que los establecimientos sufren grandes carencias de docentes desde hace años.

Apoyo de la comunidad internacional de docentes

Para el secretario general de la Internacional de la Educación, David Edwards, “los sindicatos son portavoces de reclamaciones y reivindicaciones legítimas y de la profesión. Recogen las quejas y las organizan para presentar a las autoridades reivindicaciones coherentes y realistas. Respetan las leyes y principios como la transparencia y la democracia interna. Deben ser reconocidos y respetados como los interlocutores naturales de las autoridades, conforme a los convenios internacionales”.

La Internacional de la Educación continuará apoyando a sus afiliadas camerunesas en su lucha por una enseñanza de calidad para todos y todas y por la defensa de los estatutos y las condiciones de trabajo del personal de la educación.