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En una poderosa muestra de solidaridad internacional, docentes y dirigentes sindicales de todo el mundo se reunieron para apoyar al profesorado iraní perseguido por defender sus derechos fundamentales. Durante un reciente seminario web se puso de relieve la resiliencia y la valentía de estos/as dirigentes de sindicatos de docentes iraníes y se destacó la importancia de la unidad mundial en la lucha por los derechos humanos y la educación de calidad.

Unidos más allá de las fronteras

Haldis Holst, secretaria general adjunta de la Internacional de la Educación, inauguró el acto con un mensaje contundente: "Nos hemos reunido aquí no solo para reconocer la extraordinaria valentía de nuestros compañeros y compañeras iraníes, sino para poner de relieve lo que se puede conseguir cuando el personal educativo y los sindicatos se unen más allá de las fronteras. Este encuentro es un recordatorio de lo profundamente conectados que estamos a través de nuestro propósito común y nuestro apoyo mutuo".

Asimismo, añadió que "gracias al apoyo coordinado, seis líderes sindicales y 16 miembros de sus familias pudieron encontrar refugio y empezar a reconstruir su vida con seguridad".

La dirigente de la IE también señaló que la solidaridad tomó diversas formas. "Se enviaron cartas de protesta. Se lanzaron llamamientos de acción urgente. Se patrocinaron visados. Se contactó con embajadas. Se abrieron hogares. Varios voluntarios sindicales recibieron al grupo de dirigentes a su llegada y les ofrecieron todo el apoyo necesario. Cada acto, sin importar su magnitud, ayudó a garantizar la seguridad, la dignidad y la esperanza".

"Así es la solidaridad. Es un profundo compromiso mutuo como defensores de la educación, la democracia y los derechos humanos", concluyó Holst.

Voces de resiliencia

Esmail Abdi, secretario general de la Iranian Teachers' Trade Association, de la provincia de Teherán, compartió sus desgarradoras experiencias e hizo hincapié en lo necesaria que es la solidaridad mundial. "El mundo alza la voz por la libertad y la democracia, pero también necesita paz y justicia. Hoy, más que nunca, nos enfrentamos a una inseguridad cada vez mayor, especialmente en Oriente Medio, África y Sudamérica. Necesitamos solidaridad para hacer frente a las fuerzas que amenazan sistemáticamente el bienestar de la juventud —especialmente de las niñas— mediante la violencia étnica o estatal, como los talibanes o el régimen clerical de Irán".

Como representante del Coordinating Council of Iranian Teachers’ Trade Associations (CCITTA), Abdi pasó casi nueve años en prisión por defender la educación de calidad para todos y todas y unas condiciones de trabajo y de vida dignas para el personal educativo de Irán.

Abdi compartió las continuas luchas a las que se enfrenta la fuerza docente iraní. Tras destacar que el 100 % del profesorado iraní vive por debajo del umbral de la pobreza, dijo que el sistema educativo, "en lugar de fomentar el pensamiento crítico y la creatividad, se ha convertido en una herramienta para promover ideologías específicas". A pesar de que marcos internacionales como la Agenda 2030 de la UNESCO y la Convención sobre los Derechos del Niño hacen hincapié en la independencia de la educación, documentos como el Documento de reforma fundamental de Irán y las directivas del Consejo Supremo de la Revolución Cultural sitúan al islam como núcleo de la educación. Se envía a clérigos a las escuelas con el objetivo de educar a una generación leal al Líder Supremo y a los ideales chiíes".

La solidaridad mundial contra la tiranía no es una elección, sino una necesidad histórica

Masoud Nik Khah, defensor de los derechos humanos y líder de la Iranian Teachers’ Trade Association de Marivan y del CCITTA, subrayó la importancia del apoyo internacional.

Según informó, el profesorado iraní lleva más de dos décadas reclamando "justicia educativa, la eliminación del adoctrinamiento ideológico, una educación gratuita para todos y todas, salarios justos, un sistema de seguridad social sostenible y el respeto por la dignidad profesional del personal docente". Todas estas actividades se han llevado a cabo de forma pacífica, dentro del marco de la ley y tomando como base los principios universales de los derechos humanos".

Por otro lado, Nik Khah destacó que el aparato de seguridad gobernante en Irán no ha tolerado las reivindicaciones y actividades pacíficas del profesorado: "Han respondido con una represión severa: detenciones masivas, penas de prisión, amenazas a las familias, uso de monitores electrónicos en los tobillos, exilio, cargos de seguridad falsos, despidos de puestos de trabajo y recortes salariales". Muchos/as docentes y otros/as activistas sindicales se han visto obligados a abandonar el país porque temen por sus vidas".

El defensor de los derechos humanos continuó diciendo: "Creemos que ningún gobierno puede silenciar la voz del profesorado mediante la detención, el exilio ni la censura. Hoy, en las aulas de todo Irán —en escuelas en ruinas de las afueras de las ciudades y en las aldeas más remotas— sigue habiendo docentes que, con esperanza, difunden conciencia y claman justicia".

Para él, un/a docente es la voz de la conciencia de la sociedad, más que un mero transmisor de conocimientos.

"La solidaridad mundial contra la tiranía no es una elección. Es una necesidad histórica", subrayó también Nik Khah.

Además, instó a las autoridades iraníes a poner en libertad inmediatamente a dos sindicalistas de la educación franceses, Cécile Kohler y Jacques Paris, detenidos durante un viaje turístico privado a Irán en mayo de 2022.

Un llamamiento de acción

Maike Finnern, presidenta federal del Gewerkschaft Erziehung und Wissenschaft (GEW) y vicepresidenta de la Internacional de la Educación, expresó su profundo respeto y solidaridad con el profesorado iraní en nombre de su sindicato.

Además, insistió en que "la solidaridad internacional puede marcar la diferencia en tiempos de crisis, y siempre es un esfuerzo conjunto y de colaboración. Contribuye a establecer relaciones y compartir experiencias. Sé, por las respuestas que recibimos, que nuestros miembros activos del sindicato consideran este compromiso muy importante y gratificante. Colegas y amigos de Irán, vuestra experiencia y vuestro valiente compromiso de luchar por la democracia y los derechos humanos y sindicales nos conmueve enormemente y seguiremos a vuestro lado".

El papel de los sindicatos

También se escuchó a varios dirigentes sindicales cuyas organizaciones han apoyado a sindicalistas huidos. Todos compartieron un mensaje común: que la solidaridad es un acto de resistencia, que nos obliga a actuar, a permanecer unidos.

Zulkifl Güneş, secretario general del Eğitim Sen, afiliada a la IE en Turquía, destacó el papel fundamental de la solidaridad sindical internacional para hacer frente a la opresión y denunciar la injusticia. "La solidaridad internacional no solo es una expresión de apoyo; es un acto de resistencia", afirmó. "Lo que vemos en la solidaridad y la lucha internacionales es 'esperanza'. La solidaridad internacional y el activismo son tan importantes porque el sistema capitalista 'global en el que vivimos dice a la gente que ya no hay esperanza de un futuro construido sobre la igualdad y centrado en la libertad".

Güneş también hizo un paralelismo entre la situación en Irán y su país natal: "En Turquía se observa la misma represión, se criminaliza a los sindicalistas que se organizan en favor de los servicios públicos, la paz, la democracia o los derechos de los trabajadores y las trabajadoras. Las huelgas están prohibidas. Las protestas se reprimen con violencia. Se ha despedido o encarcelado a docentes, trabajadores sanitarios y empleados municipales en virtud de decretos de emergencia y leyes antiterroristas, y todos siguen luchando por recuperar sus puestos de trabajo". Güneş destacó que la clara intención de estas represiones es acallar la disidencia y debilitar el poder colectivo de la clase trabajadora.

Compromiso con los derechos humanos

Ahmad Sabr, presidente del Kurdistan Teachers' Union (KTU) en Irak, reafirmó el compromiso del sindicato de apoyar al profesorado iraní: "Asumimos nuestra responsabilidad como sindicato. El profesorado iraní lucha para exigir que se escuche su voz como profesionales de la educación y por la defensa de la libertad en su país".

David Robinson, director ejecutivo de la Canadian Association of University Teachers (CAUT), concluyó el acto con un sentido mensaje: "Hemos escuchado historias increíbles e inspiradoras sobre cómo las personas pueden resistir en circunstancias muy difíciles. La comunidad educativa de todo el mundo está claramente de vuestro lado, no estáis solos. Vuestra lucha es nuestra lucha y estamos con vosotros hombro con hombro".

Asimismo, explicó que la solidaridad internacional es un componente esencial del mandato de su sindicato: "Está escrito en la constitución de nuestro sindicato. Es algo que vivimos, respiramos y hacemos sin descanso".

Robinson lamentó que los procedimientos de inmigración sean a veces tan lentos y pidió vías más eficaces y de mayor colaboración para facilitar la puesta a salvo de los y las activistas sindicales".

A través de este acto, los educadores y las educadoras de todo el mundo dejaron claro a sus colegas iraníes que siempre les cubrirán las espaldas. Sienten que la lucha por los derechos del personal educativo iraní es la lucha de todos y todas. La valentía de los activistas de los sindicatos de la educación iraníes los hace más fuerte a todos, y su lucha sigue inspirando a un movimiento que nunca se podrá silenciar.