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En junio, 14 millones de personas tomaron las calles en una extensa movilización en contra de las políticas de la Administración de Trump en los Estados Unidos. Las protestas, que se extendieron por más de 2100 ciudades y pueblos, terminaron siendo la tercera mayor manifestación de un solo día en la historia del país. El movimiento, encabezado por una coalición de grupos de la sociedad civil, incluida la American Federation of Teachers (AFT), envió un mensaje contundente: la democracia pertenece al pueblo, no a reyes, multimillonarios ni dirigentes autoritarios.

La manifestación “ No Kings” (Sin reyes) se organizó como respuesta directa a un desfile militar que la Administración de Trump llevó a cabo en Washington D. C. el día de su cumpleaños y que contó con poca asistencia de público.

“Este país pertenece al pueblo, y millones de personas hemos tomado las calles porque no vamos a permitir que nos quiten la democracia. Luchamos por oportunidades para todas las personas, hoy, el No Kings Day, y cada día”, afirma Randi Weingarten, presidenta de la AFT.

“En nombre del profesorado y el personal de apoyo educativo de todo el mundo, nos solidarizamos con todas las personas que están actuando en los Estados Unidos para defender la democracia y decir no al autoritarismo”, declaró David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación.

Claro rechazo a las políticas de Trump en materia de inmigración, educación y sanidad

Docentes, personal de apoyo educativo y millones de personas de todo tipo y condición se reunieron para manifestarse contra las políticas abusivas de la Administración de Trump entre ellas los recortes a la financiación de la educación y la sanidad, las medidas severas contra la libertad de expresión y la libertad académica en los campus universitarios y las agresivas redadas en centro escolares y lugares comunitarios llevadas a cabo por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).

La política de la Administración en materia de inmigración está despertando una gran preocupación en la sociedad estadounidense. Las detenciones y deportaciones abusivas y las violentas redadas del ICE están creando un clima de miedo en comunidades de todo el país.

Las protestas contra el ICE que tuvieron lugar en Los Ángeles, tradicionalmente una ciudad santuario, se toparon con una respuesta violenta de la Administración de Trump, que desplegó en la ciudad a miles de soldados de sus tropas, incluidos 700 marines de los EE. U., pese a la oposición del funcionariado local y nacional.

El líder sindical David Huerta, presidente del Service Employees International Union California, fue arrestado mientras se manifestaba en contra de las redadas que el ICE llevó a cabo en Los Ángeles. Fue puesto en libertad bajo fianza tras pasar tres noches en prisión, aunque sigue acusado de conspiración para obstruir a un agente, un delito grave que podría acarrear una pena de hasta seis años de cárcel. Muchas personas temen que la Administración pretenda poner como ejemplo a Huerta para desalentar al resto de activistas.

Un día de acción histórico

Quienes organizaron las manifestaciones de “No Kings” calculan que la participación ascendió a más de cinco millones de personas en más de 2100 ciudades y pueblos, incluido el evento más emblemático celebrado en Filadelfia. En Nueva York acudieron más de 200 000 personas, en Filadelfia el seguimiento superó las 100 000 y en algunos pueblos, como Pentwater (Michigan), las protestas congregaron a la mitad de su población total de 800 habitantes.

Como respuesta a este histórico día de acción, la coalición creada para la manifestación de “ No Kings” declaró lo siguiente: “Esta Administración hace desaparecer a las personas al dejarlas sin servicios y recortar en sanidad, desmantelar la educación y criminalizar a la comunidad inmigrante en lugar de entregar dignidad. No obstante, la jornada de hoy ha sido un recordatorio: seguimos aquí. Seguimos organizándonos. Seguimos levantándonos. Seguimos sin miedo. No promovemos reyes en este país. Promovemos la solidaridad. Velamos por la comunidad. Hacemos justicia, y lo hacemos desde la unidad”.

Día de la Independencia: día mundial de solidaridad con el personal docente y de defensa de la educación en los EE. UU.

El 4 de julio, Día de la Independencia de los Estados Unidos, personal docente de todo el mundo se manifestará para solidarizarse con las organizaciones afiliadas a la IE, la National Education Association (NEA) y la American Federation of Teachers (AFT), y defender la educación pública de los EE. UU.

La NEA y la AFT están en primera línea, movilizándose y organizándose para defender la educación pública, el estudiantado y las comunidades escolares contra los ataques implacables de la Administración de Trump.

Eliminar fondos para la educación pública, desmantelar el Departamento de Educación, cancelar los programas de diversidad, equidad e inclusión, chantajear financieramente a las universidades para amordazar la libertad de expresión en el campus, son medidas que atentan contra el derecho a la educación y la libertad de aprender. Cuando estos derechos se ven amenazados, la democracia corre peligro.

Aquí se expone el modo de sumarse a la movilización para defender el derecho a la educación pública y la libertad académica, y para apoyar al profesorado y el alumnado de los Estados Unidos.