Ei-iE

Mundos de la Educación

Los constantes cambios en la educación secundaria irlandesa dificultan la autonomía del personal docente

publicado 18 agosto 2025 actualizado 7 agosto 2025
escritos por:

La catedral de Skibbereen se alza sobre una colina situada al lado izquierdo de la carretera al entrar en el pueblo. Esta ligera elevación hace que se tengan que subir dos tramos de escaleras para llegar a la entrada, y también provoca que, incluso cuando el tiempo es cálido, siempre haya brisa, siempre un leve fresco.

Durante el verano que acaba de terminar, me encontré entre el personal y el alumnado de mi instituto, formando una guardia de honor por un alumno que lamentablemente había fallecido. Estábamos allí de pie, bajo el calor de los rayos del sol, escuchando a la madre expresar su dolor transportado por una brisa fresca. La catedral estaba abarrotada; la guardia de honor compuesta por miembros de la comunidad escolar y de diversas organizaciones locales se condensaba en el camino hacia el coche fúnebre y a lo largo de toda la carretera principal.

Cientos de personas, pero un único sonido.

Mientras permanecía allí de pie observando al estudiantado a quienes doy clases, a quienes he dado clases, seguir el ataúd de su compañero, entendí que para algunas de estas persoans se trataba de su tercer funeral, el tercer funeral de un alumno que asistía a su instituto.

Como docentes, a menudo no vemos más allá de nuestra manera de pensar y nuestro enfoque. Dado que el instituto es un lugar de trabajo para nosotros, solemos pensar que nuestros alumnos y nuestras alumnas lo consideran de la misma manera. No es así. Nuestros estudiantes están viviendo sus vidas ahora. ¡No debemos olvidar eso! Y por tanto es ahora cuando debemos intentar ayudarles a realizarse y no en algún momento del futuro.

La enseñanza consta de muchos elementos en constante evolución: el desarrollo intelectual del alumnado, brindarles una base sólida en cuanto a los conocimientos asociados con cada una de nuestras asignaturas, desarrollar su identidad y las herramientas para la autoexpresión. Pero también debemos ser conscientes de crear un ambiente en el que puedan reír, en el que puedan cometer errores, en el que puedan experimentar frustración y confusión. Un lugar en el que se se enfrentarán a retos, pero también un lugar que les permita sentir comodidad, seguridad. Un lugar que les permita disfrutar de la vida ahora.

La pregunta entonces es: ¿estamos en condiciones de crear un ambiente de esas características?

En el contexto irlandés, la respuesta a esta pregunta tiende cada vez más a ser negativa.

¿Por qué motivo?

La educación secundaria irlandesa se ha visto obstaculizada por una abrumadora cantidad de nuevas iniciativas y una rápida reestructuración de los planes de estudios. A esto se suma el fracaso de la reforma curricular anterior, que no solo ha socavado la profundidad de la educación que los alumnos y las alumnas merecen, sino que ha dado lugar a que se aplique el principio “primero la asignatura, después el alumnado” en nuestras aulas.

La educación secundaria en Irlanda se divide en dos ciclos: el ciclo Junior (de 13 a 15 años) y el ciclo Senior (de 16 a 18 años). Las personas estudiantes pasan un examen al concluir el ciclo Junior (denominado Junior Certificate) y otro al finalizar el ciclo Senior (denominado Leaving Certificate). Así pues, las calificaciones que el alumnado obtiene en el examen del Leaving Certificate determinan las posibilidades de admisión en las diferentes carreras universitarias.

El ciclo Junior ha sido objeto de una reforma importante, que aún no se ha analizado. El principal problema radica en que, si bien el objetivo de una clase es “que los alumnos y las alumnas disfruten y continuen con su proceso de desarrollo personal”, la realidad es que los exámenes que se realizan al finalizar el ciclo Junior obligan a abarcar cada vez más contenido. Aunque encomiable, este objetivo no solamente resulta imposible en la actualidad, sino aparentemente indeseable.

A pesar de la necesidad de reevaluar el ciclo Junior, la anterior ministra de Educación y Juventud, Norma Foley, decidió acelerar la reestructuración de todas las asignaturas del ciclo Senior (examen Leaving Certificate). Tras imponer varios modelos de evaluación global, también decidió que las asignaturas reformadas se implementaran sin llevar a cabo pruebas previas, que habrían permitido corregir posibles problemas no detectados en fases anteriores

El profesorado se encuentra ahora en la frustrante situación de impartir un ciclo Junior fallido sabiendo que el ciclo Senior será igualmente deficiente.

El programa de arte dramático, cine y teatro es una nueva asignatura del ciclo Senior propuesta para comenzar en septiembre de 2025, una asignatura que brindará al alumnado un espacio para desarrollar su creatividad como nunca se había visto antes en la educación secundaria irlandesa. Nunca hemos tenido clases de teatro, ni de estudios cinematográficos.

Me parece que esta asignatura me permitirá crear el ambiente que describí anteriormente, uno en el que los alumnos y las alumnas puedan reír y cometer errores con total seguridad. Un ambiente en el que el alumnado pueda expresarse y vivir el momento presente.

Con el fin de facilitar este objetivo, el Ministerio de Educación y Juventud prometió una gran cantidad de material necesario: ordenadores con programas de edición, cámaras, equipo de sonido, iluminación, etc. Debíamos recibirlo a partir de febrero de 2025 para que el personal docente pudiera configurar el aula y familiarizarse con una tecnología que muchos de nosotros no hemos utilizado nunca antes.

Pero ninguno de estos equipos llegó.

Voy a presentarme en una clase para enseñar una asignatura nueva que no ha sido probada previamente, y sin entender del todo cómo usar el equipo, que puede que ni siquiera esté disponible para entonces. Esto no contribuye a crear un ambiente adecuado para los alumnos y las alumnas y aumenta el nivel de estrés que experimentamos mis compañeros y compañeras y yo.

Y luego está la profusión de nuevas iniciativas.

El profesorado está abrumado por las nuevas iniciativas y los cambios de políticas. En los últimos dos años se nos han presentado la política de protección infantil actualizada, la política sobre la dignidad en el trabajo actualizada, la nueva política contra el acoso escolar Bí Cineálta, iniciativas para fomentar el bienestar y muchas más.

Si las tenemos en cuenta de manera aislada, todas estas iniciativas son importantes, pero cuando aparecen una detrás de otra resultan agobiantes. Esto no solamente se vuelve confuso para el personal docente, sino que devalúa las propias iniciativas, ya que nos cuesta comprender de manera precisa sus repercusiones.

Pero, sobre todo, nos distraen de nuestra responsabilidad principal: enseñar al alumnado.

El profesorado que se preocupa por el volumen de contenido de las asignaturas, por los cambios precipitados en los planes de estudios y por tener que estudiar un número cada vez mayor de modificaciones de políticas, es un profesorado inevitablemente estresado, vulnerable, desprovisto de medios para actuar, que ve mermada su confianza en su pedagogía y gestión del aula.

Estoy deseando encontrarme con mis estudiantes. Tengo muchas ganas de enseñarles a afrontar el futuro, pero, sobre todo, de crear un ambiente que les haga sentir que la vida continúa en clase, y no que la vida se detiene hasta que llegan a casa.

Solo deseo que el Ministerio de Educación y Juventud me respalde y no me dificulte el camino.

Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.