Por el reconocimiento de la relación docente-estudiante como patrimonio mundial
La educación es un derecho humano básico que facilita el acceso y la promoción de todos los demás derechos humanos. La historia de la humanidad está marcada por la permanencia de la relación docente-estudiante, en todos los tiempos y en todas las latitudes. La fuerza de esta relación se puede encontrar en las diversas filosofías orientales y occidentales, en las culturas de los pueblos africanos e indígenas, en las tradiciones asiáticas, americanas y europeas.
El acto de enseñar y educar es una de las formas más significativas y relevantes de la actividad humana, en cuya raíz se encuentra una dinámica relacional transformadora, protagonizada por profesionales con cualificación adecuada: el profesorado. El profesorado desempeña un papel crucial en la realización del derecho universal a la educación, como personas profesionales con la responsabilidad de guiar y acompañar la trayectoria educativa de cada estudiante.
La relación docente-estudiante es uno de los bienes comunes más importantes de la humanidad.