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Internacional de la educación
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La Internacional de la Educación sitúa la voz de los docentes en el centro de las conversaciones en Ginebra

publicado 5 junio 2015 actualizado 16 junio 2015

La libertad de asociación y el derecho de huelga siguen siendo temas polémicos en la Conferencia Internacional del Trabajo, en la que la IE argumenta en favor de mejores condiciones laborales para todos los trabajadores, así como un fortalecimiento del diálogo social a nivel mundial.

La Internacional de la Educación (IE), representada por la Secretaria General Adjunta, Haldis Holst, junto con otros sindicatos presentes en la Conferencia Internacional del Trabajo, que se organiza anualmente en Ginebra, está ejerciendo una gran presión sobre la Organización Internacional del Trabajo (OIT) con el fin de que la educación sea considerada como una estrategia del trabajo decente y de que todos los componentes del trabajo de la OIT relativo a la educación sean integrados de manera más oficial.

Discurso pronunciado por la Secretaria General Adjunta, Haldis Holst

La Internacional de la Educación (IE) constituye la federación sindical internacional que representa a más de 30 millones de profesores, académicos, investigadores y personal de apoyo a la educación.

Como una federación que agrupa a 400 asociaciones profesionales y sindicatos, la IE defiende la prestación de una educación de calidad en todo el mundo y aboga por obtener mejores condiciones laborales para el personal educativo a través del diálogo social institucionalizado.

Como expresaron los sindicatos educativos el mes pasado en el Foro Mundial sobre la Educación (FME), en Corea: La educación es una estrategia del “trabajo decente”. La educación forma parte de la solución que permitirá combatir la pobreza, eliminar la desigualdad y erradicar el trabajo infantil. Mejores oportunidades de aprendizaje abren el camino a la dignidad, la inclusión, el empleo decente, los derechos de los trabajadores y la protección social. Los docentes y la educación son fundamentales para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de aquí a 2030.

La educación de calidad no ocurrirá por casualidad, sino que requerirá de profesionales cualificados, bien formados y respaldados. Los docentes deben ser valorados por la sociedad. Su autonomía profesional debe ser respetada y su opinión debe ser escuchada.

En el marco de una evaluación de la iniciativa de la Educación para Todos, también denominada Programa EPT, la IE entrevistó a más de 14 000 docentes repartidos en 129 países. Solo el 10 por ciento de ellos considera que se les ha consultado sobre las reformas educativas. Resulta decepcionante que no se valore el conocimiento y la experiencia profesional; como resulta decepcionante que el diálogo social no sea percibido como una estrategia valiosa que favorece el progreso y el cambio.

El pasado mes de abril, la Internacional de la Educación presentó un informe al Comité de Expertos sobre la aplicación de las Recomendaciones relativas al personal docente de la OIT?UNESCO, el CEART, por sus siglas en inglés. El informe trata sobre la desprofesionalización, sobre los empleos precarios en el sector de la educación que dan lugar a diversas formas de contratos fijos y temporales. Asimismo, el informe deplora la minimización del papel de los sindicatos de docentes, que no pueden realmente ofrecer su opinión en temas relativos a la enseñanza y el aprendizaje. Por otra parte, los sindicatos de educación a nivel mundial sufren limitaciones en el ámbito de la negociación, ya que puede parecer más rápido, más eficiente y menos problemático eludir los sindicatos.

Sin embargo, la realidad demuestra que sin una implicación sólida de los sindicatos en la política educativa, las estrategias, las inversiones futuras y las reformas están destinadas a fracasar. La implementación de cambios depende de la comprensión de las partes implicadas y de la importancia que les otorguemos. La inclusión funciona, la exclusión no.

Representantes de los Gobiernos: “vuestro país debe seguir invirtiendo en la educación pública de calidad, en la formación profesional, en la educación infantil, en la educación superior y en la investigación, y, por supuesto, en la formación de calidad para los docentes, así como en todos vuestros maestros. Y vosotros debéis escuchar la opinión de los docentes”.

La Internacional de la Educación (IE) concede una gran importancia a la relación que mantiene con la OIT. La IE seguirá trabajando con el Departamento de Normas Internacionales del Trabajo (NORM) en la defensa de la libertad de asociación y de negociación colectiva para los trabajadores de los servicios públicos; así como con el Departamento de la Protección social (PROTECT) y la Oficina para la Igualdad de Género (GENDER), con el fin de promover el derecho a la educación y la protección social de los grupos desfavorecidos. La IE seguirá apoyando el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) de la OIT para erradicar el trabajo infantil gracias al derecho a la educación. La Internacional de la Educación seguirá reflexionando con el Departamento de Conocimientos Teóricos y Prácticos y Empleabilidad (SKILLS) para formar a los trabajadores de mañana. Y, por último, la IE trabajará en colaboración con el Departamento de Políticas Sectoriales (SECTOR) y la Oficina de Actividades para los Trabajadores (ACTRAV) para integrar de manera más oficial a todos los componentes del trabajo de la OIT relativo a la educación.

En su discurso de apertura, el Director General afirmó que “los temas relativos al empleo, a la equidad, a la sostenibilidad de la seguridad humana, a la movilidad laboral y al diálogo social, entre otros muchos asuntos que deben ser objeto de futuras iniciativas de trabajo, constituyen casi por definición, los problemas políticos clave de nuestra época. Estoy de acuerdo, y me gustaría destacar específicamente el hecho de que la movilidad laboral también está vinculada a la protección de los trabajadores migrantes, así como a la garantía de la equidad, del respeto y de la protección social”.

En el centro de todo esto se encuentra la educación, como un derecho humano y como una estrategia del trabajo decente en sí misma.