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Internacional de la educación
Internacional de la educación

Las mujeres educadoras se unen en Europa

publicado 1 noviembre 2006 actualizado 1 noviembre 2006

Todos los que comparten la convicción de que la educación es un derecho humano intrínseco también comparten la responsabilidad de promover la no discriminación en nuestros sindicatos, nuestras escuelas y sociedades.

Con esta declaración, la Secretaria General Adjunta de la IE, Janice Eastman, dio la bienvenida a más de 60 delegados/as venidos/as de 20 países a la primera Mesa Redonda paneuropea de las mujeres trabajadores de la educación, celebrada en Budapest, los días 25 y 26 de septiembre de 2006.

Los/as educadores/as que apuestan por la calidad no pueden dejar de lado la igualdad, declaró Veronica Rankin, presidenta del Comité de igualdad paneuropeo. Los sindicatos de docentes deben hacer frente a la creciente violencia contra las mujeres en el sector de la educación, añadió.

Rankin narró la historia de una docente que fue víctima de amenazas de violencia, incluso de violación por parte de un estudiante. El director de la escuela intentó quitarle importancia al asunto diciendo que ella era joven y atractiva. En otro caso, una docente fue víctima de persecución y acoso por un hombre que incluso trató de incendiar su casa. En ese caso también el empleador desatendió el caso diciendo que se trataba de un problema personal.

Judith Wirth, presidenta de la sección húngara del Lobby Europeo de Mujeres, declaró que si bien la violencia contra las mujeres se comete a escala mundial, Hungría puede considerarse como “un caso ejemplar de perores prácticas” en lo que se refiere a la manera de lidiar con ese problema.

La Organización Mundial de Salud calcula que hasta 3 millones de mujeres son asesinadas cada año por el mero hecho de ser mujeres, alegó Wirth. Tales actos de violencia puede tomar muchas formas: malos tratos en el hogar, acoso sexual, acoso agravado, violación, incesto, prostitución, tráfico de mujeres y niños, y una serie de prácticas “tradicionales” que incluyen el infanticidio, la mutilación genital femenina, los crímenes de honor y las muertes por motivos de dote, así como violaciones de los derechos sexuales y reproductivos como los embarazos o abortos forzosos y la esterilización involuntaria.

Wirth alentó a los/as docentes a plantear todos esos temas en sus escuelas y trabajos con sus estudiantes, en especial con las niñas. Tras una animada discusión, los grupos de trabajo recomendaron varias soluciones entre las cuales: • Dejar de estigmatizar la violencia contra las mujeres y asegurar que los sindicatos tomen medidas concretas para luchar contra ese flagelo • Emprender una labor de cabildeo ante los Ministerios de Educación para que se incluyan los temas de género en la formación de los/as docentes • Adoptar un enfoque internacional frente a los problemas del tráfico de seres humanos y la inmigración • Potenciar las acciones de concienciación acerca de los problemas surgidos como consecuencia de las nuevas tecnologías, como la intimidación y el acoso por Internet • Ampliar los servicios de asistencia psicológica en las escuelas y de docentes- consejeros • Trabajar en colaboración con los padres de familia, ya que la conducta violenta a menudo se aprende en la casa.

Elaine Fultz, de la Oficina regional de la OIT en Budapest, informó acerca de un estudio exhaustivo de las reformas de los regímenes de pensión y su impacto en las mujeres en la Republica checa, Hungría y Polonia. Los investigadores de la OIT descubrieron que la tendencia hacia una mayor igualdad de género había de hecho empeorado las cosas para las mujeres. Las pérdidas más graves se registraron en Polonia, aunque las mujeres en estos tres países tienen ahora peores condiciones tras la reforma de sus sistemas de pensiones que bajo el socialismo de estado.

Fultz exhortó a que se propusieran medidas laborales amplias destinadas a promover la igualdad de género, incluyendo una labor de cabildeo de género, programas de acción positiva, más educación pública y una protección más global contra la discriminación.

Luigina de Santis, Secretaria General de la Federación Europea de Jubilados, Pensionistas y Personas Mayores, explicó cómo las diferentes trayectorias laborales de los hombres y las mujeres (carreras más cortas debidas a las bajas por maternidad, más tiempo parcial, etc.) aunado a la discriminación salarial que afecta a las trabajadoras, han generado brechas de género importantes en las pensiones que perciben unos y otras. En España, por ejemplo, las pensiones que reciben los hombres son 37% más altas que las de las mujeres, mientras que en Francia son 42% más altas.

Evidentemente, las mujeres corren un mayor riesgo de vivir en a pobreza en la edad de la jubilación que los hombres, afirmó de Santis. Instó a los delegados/as a crear estructuras de mujeres en sus sindicatos para poder luchar contra esas formas de discriminación.

Uno de los objetivos de la conferencia fue lanzar una red dinámica de mujeres educadoras y militantes en toda Europa. Con ese fin, la consultora de la IE, Marta Scarpato, ofreció un brillante análisis del trabajo en red como estrategia que las mujeres en diferentes culturas en el mundo han venido usando desde hace mucho tiempo.

Los/as participantes se marcharon de Budapest con muchas ideas que les servirán de inspiración para proseguir el diálogo, crear su red de relaciones y aunar esfuerzos para conseguir una auténtica igualdad de género en nuestros sindicatos, nuestras escuelas, y nuestras sociedades.