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Internacional de la educación
Internacional de la educación

La Internacional de la Educación analiza el sistema europeo de transferencia de créditos para la educación técnica y la formación profesional (ECVET)

publicado 11 diciembre 2008 actualizado 11 diciembre 2008

La dimensión local de la educación técnica y la formación profesional en Europa

Los estudiantes de la educación técnica y la formación profesional (ETFP) tradicionalmente no han tenido muchas oportunidades de estudiar en instituciones extranjeras en toda Europa, al contrario que los estudiantes de la enseñanza superior. Puesto que su educación y formación presentan un perfil muy local, se ha asumido con frecuencia que una experiencia de movilidad no tendría muchos beneficios añadidos para el estudiante. Sólo unos cincuenta mil estudiantes participan en los programas europeos de movilidad para la ETFP cada año. Sin embargo, el sector de la ETFP ha convencido a la UE de que se necesitan más oportunidades. Darle a la ETFP una dimensión internacional mejoraría considerablemente la calidad, de modo parecido a los beneficios de la europeización que ha obtenido el sector de la enseñanza superior a través del proceso de Bolonia. Por lo tanto, la Comisión Europea presentó en abril de 2008 una recomendación relativa a un sistema europeo de créditos para la educación técnica y la formación profesional (ECVET) para su adopción por el Parlamento Europeo y el Consejo. La Internacional de la Educación se ha comprometido a trabajar a favor de una mayor internacionalización del sector de la ETFP y por una mayor movilidad de los estudiantes. Sin embargo, se muestra muy escéptica frente la posibilidad de que las propuestas actuales faciliten este objetivo.

El proceso de Bolonia, del que la Internacional de la Educación es un miembro consultivo, ha ayudado mucho en la implementación del sistema europeo de transferencia y acumulación de créditos (ECTS) para la educación superior. La IE encuentra sorprendente que la propuesta del sistema ECVET ignore fundamentalmente la lección que el sector de la enseñanza superior ha aprendido con su experiencia. Desarrollando distintos sistemas para los diferentes sectores educativos, la Comisión Europea se arriesga a romper los frágiles vínculos que existen entre la ETFP y la enseñanza superior. Se necesita urgentemente un sistema de créditos para la ETFP, pero la IE insiste en que la propuesta actual no es lo bastante buena. Aunque el objetivo explícito de la propuesta es “facilitar la transferencia, el reconocimiento y la acumulación de los resultados del aprendizaje de los individuos que tienen el objetivo de obtener un título”, podría lograrse lo contrario.

¿Qué es el ECVET?

El ECVET divide un plan de estudios en pequeñas unidades de estudio u otras actividades (como las prácticas) con un resultado de aprendizaje definido. Dichas unidades pueden considerarse como ladrillos de un plan de estudios y, por ejemplo, pueden ser cursos breves o prácticas. Las mismas unidades estarán divididas en puntos de créditos, que en general sumarán un total de 60 créditos para un año académico completo. Estos créditos se calculan en función de los resultados de aprendizaje. Distintos resultados de aprendizaje pueden proporcionar un número distinto de créditos, en función del grado de dificultad para el estudiante.

Si un estudiante estudia o realiza un periodo de prácticas en el extranjero, la institución de su lugar de origen establecerá un acuerdo con la institución del extranjero, en el que se describirán las distintas unidades que serán tratados y los resultados del aprendizaje. Este “acuerdo de aprendizaje” será firmado por las dos instituciones y por el estudiante, de forma que la experiencia sea reconocida en el plan de estudios del lugar de origen en cuanto se termine. Por tanto, el segundo aspecto del sistema ECVET es que las instituciones de ETFP deberán formar redes con el fin de facilitar la movilidad.

Según la propuesta de recomendación, los Estados miembros de la Unión Europea deberán implementar este sistema en todas sus instituciones de ETFP para 2012. Por tanto, la Comisión prevé que para 2012, todos los planes de estudio de ETFP en Europa puedan ser descritos según el sistema ECVET.

El ECVET difiere del sistema ECTS y es difícil predecir si los dos sistemas serán compatibles. El sistema ECTS se basa en el cálculo de la carga del trabajo nocional del estudiante y en los resultados del aprendizaje. Para definir los créditos, una institución de enseñanza superior primero define el marco para un plan de estudios, desarrollando los resultados del aprendizaje en las diferentes etapas (por ejemplo para los cursos individuales). La institución calcula a continuación la media de la carga de trabajo que un estudiante necesita para completar una unidad. Con este cálculo, la institución puede planificar un plan de estudios que no sea ni muy intenso ni demasiado ligero. Una de las claves de este proceso es la comunicación entre los diseñadores de los planes de estudio, los docentes y los estudiantes, que planifican y evalúan conjuntamente el sistema de créditos. Después, se publican los créditos y pueden utilizarse para progresar en una institución o para transferirse entre las distintas instituciones de enseñanza superior. Por regla general, un año académico completo en la enseñanza superior son 60 créditos. Un programa de licenciatura normalmente consiste en 180-240 créditos, mientras que un programa de master consistirá normalmente en 60-120 créditos.¿Por qué el ECVET no está a la altura?

Describir los resultados del aprendizaje como base para los créditos es una tarea muy compleja. Por lo tanto, no es probable que se utilice la misma metodología para describir los resultados del aprendizaje en toda Europa. EL método propuesto permite una interpretación muy general de las unidades o resultados del aprendizaje y no prevé un procedimiento claro para describirlos o evaluarlos. El único punto de referencia para el sistema lo proporciona el Marco europeo de calificaciones, que describe los resultados generales de las calificaciones para todos los niveles educativos. Por lo tanto, es casi imposible predecir si los resultados del aprendizaje estarán descritos de forma común entre todas las instituciones de ETFP en toda Europa. La confianza, que es indispensable para el reconocimiento, no aumentará necesariamente, pero podría incluso disminuir con la actual propuesta.

El aspecto fundamental del sistema ECTS, la carga de trabajo de los estudiantes como forma de calcular los créditos, ha sido rechazado tajantemente en el sistema ECVET. Puesto que proporciona una herramienta cuantitativa para calcular los créditos, la carga de trabajo media era decisiva para el éxito del sistema ECTS. Los 60 créditos para un año académico completo en la enseñanza superior tienen una base cuantitativa en la realidad de la carga de trabajo de los estudiantes. Además, la carga de trabajo de los estudiantes es un indicador importante de la calidad de la enseñanza. Sólo midiendo el esfuerzo frente a los resultados, es posible saber si un estudiante aprende algo nuevo y que exige mucho esfuerzo.

El argumento típico para rechazar la noción de la carga de trabajo para el sistema de la ETFP es que los sistemas son demasiado dispares para permitir un indicador tan general. Sin embargo, dicho argumento resulta extraño si tenemos en cuenta la diversidad mucho mayor que presenta la enseñanza superior. Mientras que las instituciones de ETFP en Europa están tradicionalmente sujetas en gran medida a la reglamentación del Estado (excluida la ETFP con fines comerciales), las instituciones de enseñanza superior son autónomas y ofrecen cursos y programas muy diferentes. Aún así ha sido posible, en un periodo de casi 20 años, desarrollar este sistema común de créditos para la enseñanza superior en 46 países. En la ETFP, dicha tarea representaría naturalmente ya un desafío, a pesar de que hay muchas probabilidades de que resulte más sencillo que en la enseñanza superior.

Las diferencias entre los sistemas ECTS y ECVET impiden una mayor colaboración entre la enseñanza superior y la ETFP. Como señala la Asociación Europea de Universidades en sus conclusiones sobre el sistema: “desarrollando dos sistemas diferentes de acumulación de créditos para la ETFP y la enseñanza superior, se están creando barreras artificiales, que complicarán la movilidad entre los sectores en un momento en que la difusión creciente del ECTS ha facilitado dicho movimiento. Las diferencias entre estos dos sectores son a menudo borrosas, los programas que en un país pertenecen a la ETFP forman parte de la enseñanza superior en otros países (ej. formación de maestra de jardín de infancia, enfermería) y por tanto ya se recurre al ECTS (EUA 2007).” La IE teme además que pueda volverse más difícil para los estudiantes de ETFP proseguir sus estudios en la enseñanza superior. Como muchos grupos de ámbitos socioeconómicos bajos estudian en el sector de la ETFP, el sistema ECVET dañaría no sólo el reconocimiento mutuo, sino también la movilidad social.

Las preocupaciones de los estudiantes, docentes e instituciones han sido apenas tomadas en cuenta en el proceso hacia el establecimiento del sistema ECVET. La Comisión Europea organizó un proceso de consulta en línea entre noviembre de 2006 y marzo de 2007 en el que solicitaba a todas las instituciones importantes que contribuyeran al debate con sus opiniones. Prácticamente todas las instituciones que participaron en la consulta expresaron sus dudas al respecto, pero la propuesta no ha sido modificada de manera significativa como hubiera tenido que hacerse. Además, el Comité para la Educación señala en su contribución que ‘en algunos Estados miembros, los ministerios no organizaron una verdadera consulta entre las partes interesadas (CSEE 2007).’ El sector de la enseñanza superior considera que la propuesta se ha aprobado para satisfacer las ambiciones políticas de la Comisión Europea, como puede observarse en el número de respuestas negativas del sector en el proceso de consulta. Esto sienta un peligroso precedente para la implementación del sistema. Implementar un sistema de créditos requiere el compromiso de todas las principales partes interesadas para describir y evaluar los créditos en función de las situaciones reales. Actualmente, no existe este compromiso, lo que mina definitivamente el sistema ECVET.

Desarrollar un sistema de créditos para la formación a lo largo de toda la vida

La educación desempeña un importante papel en mejorar, por igual, las oportunidades para los niños, los jóvenes y los adultos. Los diferentes niveles y sectores educativos deben estar mejor interconectados con el fin de ofrecer mejores oportunidades a todos. Las políticas educativas modernas por lo tanto necesitan un enfoque de “formación a lo largo de toda la vida”. La Internacional de la Educación cree, junto con la Confederación Europea de Sindicatos (CES 2007), que un sistema de créditos para la formación a lo largo de toda la vida sería beneficioso para lograr estos objetivos. El propósito de un sistema de este tipo sería no limitar la posibilidad de establecer comparaciones internacionales y el reconocimiento de las experiencias de aprendizaje. En efecto, resultaría muy útil también en un contexto nacional, ya que en ocasiones los estudiantes se quedan atascados durante el camino, sin posibilidades de seguir por otra vía educativa. Dicho sistema de créditos debería basarse en los principios de la carga de trabajo, de los resultados del aprendizaje y de la acumulación. Este conjunto de principios ha demostrado su eficacia en la enseñanza superior y llevará a una educación más transparente y reconocida.

¿Qué sucederá ahora?

Para que sea una realidad, la propuesta de la Comisión Europea tendrá que ser adoptada en los próximos meses por el Consejo y el Parlamento Europeo. Sin embargo, como la propuesta ha sido preparada en colaboración con los Estados miembros, no es probable que se altere fundamentalmente durante este procedimiento. Además, el relator del Parlamento Europeo, Dumitru Oprea, ha publicado un borrador de informe en julio de 2008 y apoya la propuesta de la Comisión. La principal enmienda que propone es retrasar la implementación durante 5 años para garantizar su éxito.

Por lo tanto, es probable que la recomendación sea adoptada en breve por la Unión Europea. Después, los Estados miembros empiezan, voluntariamente, a implementar la recomendación. Como el texto no es jurídicamente vinculante, la Comisión planificará implementar la recomendación mediante el Método abierto de coordinación. Los Estados miembros pueden modificar el texto en su implementación o decidir no implementarlo del todo. Para evitar esto, la Comisión desarrollará una serie de herramientas para fomentar la actitud positiva hacia la implementación, junto con la presión del grupo hacia los Estados miembros. Para empezar, la propuesta será implementada en unos casos de prueba, para los que la Comisión Europea proporciona ayuda financiera. También se preparará una guía del usuario, similar a la Guía del usuario del ECTS, que ayudará ulteriormente al proceso de implementación. Por ultimo, la Comisión hará, con regularidad, un balance del proceso de implementación. En caso de que los Estados miembros no implementen la recomendación, la Comisión les recordará sus compromisos.

En Europa, la IE y el Comité sindical europeo de educación (CSEE) siguen controlando y respondiendo a los proyectos que emanan del Proceso Brujas- Copenhague, y que incluyen las propuestas de la Comisión Europea para establecer un sistema de créditos para la ETFP, pero también propuestas como un sistema de garantía de calidad para la ETFP y el Marco europeo de calificaciones, ya adoptado.