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La COP24 y la educación sobre el cambio climático: hay que adoptar medidas audaces

publicado 13 diciembre 2018 actualizado 17 diciembre 2018

En la 24ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la Internacional de la Educación pidió una mayor audacia en la integración del problema del cambio climático en las políticas educativas nacionales de todos los niveles.

El principal desafío de la 24ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP24), que ha entrado en su segunda semana, es hacer realidad el Acuerdo de París mediante la adopción de medidas destinadas a garantizar su aplicación. Según la Internacional de la Educación (IE), presente en Katowice, Polonia, la educación sobre el cambio climático (ECC) debe ahora ir más allá de la etapa de los compromisos formales.

Obras son amores y no buenas razones

Desde la Conferencia de París de 2015, en la que se destacó la importancia de la educación, la comunidad internacional ha tenido en diversas ocasiones la oportunidad de discutir las medidas que deben adoptarse para garantizar que la educación sobre el cambio climático (ECC) deje de ser una promesa vacía.

En este sentido, esta semana se entregó a los representantes gubernamentales un proyecto de decisión sobre las formas en que se puede desarrollar la educación y la formación con vistas a que fuera aprobado por la COP24. Incluye una propuesta de integrar sistemáticamente la educación, la formación y actividades de sensibilización en las políticas climáticas nacionales.

Sin embargo, la IE considera que los gobiernos deben ser más audaces al adoptar las recomendaciones formuladas en una consulta reciente a las partes interesadas del sector educativo. “La integración de los problemas relacionados con el cambio climático en las políticas educativas nacionales de todos los niveles sigue siendo una prioridad”, recordó Richard Langlois, representante de la IE en la COP24.

El fortalecimiento de la capacidad de las partes interesadas, entre las que se encuentran los responsables políticos, los docentes y los estudiantes, también debe utilizarse para este fin. Además, debe haber suficientes programas de formación disponibles en un lenguaje que sea fácil de entender y comprensible para todos.

La IE, un interlocutor clave en la puesta en práctica del componente educativo del Acuerdo de París

También es necesario fortalecer el papel que desempeñan los sindicatos y otras organizaciones de la sociedad civil. La IE debería ser un interlocutor clave para la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático con respecto a la puesta en práctica del componente educativo del Acuerdo de París. “Su vasto conocimiento sobre las necesidades en este campo constituye una ventaja indiscutible”, dijo el Sr. Langlois. “Por otra parte, su capacidad de llevar a cabo actividades de cooperación internacional tanto con sus afiliadas como en colaboración con otros socios del sector de la educación le proporciona una ventaja estratégica adicional”.

En consecuencia, explicó, “una vez que los gobiernos hayan adoptado el programa destinado a la puesta en práctica de las medidas educativas, será necesario que exista una sólida coordinación entre los gobiernos y las partes interesadas de sector de la educación para maximizar las posibilidades de éxito del enfoque”.