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Reino Unido: los recortes en la financiación escolar conllevan un alto coste educativo para los estudiantes desfavorecidos

publicado 19 agosto 2019 actualizado 20 agosto 2019

Los sindicatos de la educación del Reino Unido dan la alarma con respecto a las conclusiones del informe anual publicado recientemente por el Instituto de Política Educativa (EPI). Demuestra claramente que el hecho de recortar los fondos escolares perjudica los logros educativos de los estudiantes que viven en la mayor pobreza.

NEU insta al Gobierno a "comprometerse a reducirde formaproactiva la pobreza infantil yaponerle fin"

El informe del Education Policy Institute (EPI) encontró que la diferencia en lo relativo a la desventaja educativa ha dejado de disminuir, dando lugar a un gran retroceso en la movilidad social. “Estas conclusiones no tendrían por qué sorprendernos, pero deberían provocar un urgente cambio de enfoque. Reducir drásticamente los fondos escolares y al mismo tiempo hundir a un mayor número de familias en la pobreza conlleva un elevado coste para los estudiantes pobres y de la clase trabajadora”, explicó Rosamund McNeil, Secretaria General Adjunta del sindicato de la educación nacional, National Education Union (NEU).

McNeil continuó haciendo hincapié en que "estas tendencias muestran que el Gobierno no puede clamar el éxito de sus ‘reformas’ educativas. El nuevo gabinete debe repensar la educación. El Gobierno espera que los directores/as escolares y los/las docentes "cierren la brecha" para los alumnos desfavorecidos y al mismo tiempo pasa por alto el hecho de que las Naciones Unidas hayan demostrado que son las propias políticasnacionales las que están ahondando la brecha de la pobreza".

Exigiendo un cambio en el enfoque gubernamental, McNeil insistió en que "el Gobierno debe comprometerse a reducir de forma proactiva la pobreza infantil y a ponerle fin". También debe proporcionar a las escuelas lo que necesitan para que la educación seaaccesible: aumentos salariales justos para retener a docentes motivados, reversión de los recortes de fondos y un plan de estudios lo suficientemente amplio y flexible como para motivar a todos los alumnos y responder a la realidad de sus vidas".

Los educadores y educadoras creen que dar una prioridad inapelable a los resultados e interminables datos de los exámeneses precisamente el problema y no la solución. El Gobierno debería centrarse, por el contrario, en apoyar el bienestar emocional y el sentido de pertenencia de los estudiantes en su escuela, lo que ha demostrado mejorar sus resultados de aprendizaje. Presionar a las escuelas para que se concentren en la preparación de exámenes y pruebas es contraproducente tanto para el aprendizaje académico como para el desarrollo social. McNeil concluyó que "debemos centrarnos en actividades como leer por placer, más deporte y aprendizaje al aire libre, así como más arte y teatro: se ha demostrado que todas estas actividades atraen a los estudiantes, disminuyen las diferencias de motivación e inspiran el interés y el compromiso de los niños y niñas con la educación".

NASUWT condena "un sistema educativomarcado por ladesigualdady lainjusticia"

Chris Keates, SecretariaGeneral en funciones del sindicato nacional de maestras, National Association of Schoolmasters Union of Women Teachers (NASUWT), también señaló que "nada de lo que figura en el informe del Instituto de Política Educativa(EPI) es una sorpresa", ya que "confirma lo que NASUWT ha demostrado desde hace años a través de sus propios estudios e investigaciones”.

Al tiempo que advertía que "tenemos actualmente un sistema educativo marcado por la desigualdad y la injusticia", subrayó que "las principales causantes de esta situación son las políticas sociales, económicas y educativas del Gobierno, que han generado altos índices de pobreza infantil, la fragmentación del sistema educativo, profundos recortes en la posibilidad de disponer de especialistas (que es de vital importancia para las escuelas), la explotación de la fuerza laboral docente lo que ha generado una crisis nacional en el número de docentesdisponibles y el aumento del coste de la educación, que para muchos niños significa que el acceso a las oportunidades educativas se basa en realidad en la capacidad de pago de sus padres”.

La conclusión de Keates está lejos de ser optimista: "A pesar de las numerosas pruebas y constataciones que corroboran esta situación, el Gobierno sigue negando todo el daño que ha provocado".