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Día Internacional de la Educación: el mundo necesita otros 69 millones de docentes

publicado 24 enero 2020 actualizado 6 febrero 2020

El 24 de enero, con motivo del Día Internacional de la Educación, los sindicatos educativos advierten de que el mundo no se enfrenta a una crisis global del aprendizaje sino a una crisis mundial de la financiación de la educación. La única forma de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 y garantizar una educación inclusiva y equitativa para todos pasa por financiar una educación pública de calidad.

Hoy, la Internacional de la Educación presenta la perspectiva de los educadores en la sede de Naciones Unidas de Nueva York y llama la atención sobre las áreas de acción fundamentales y la necesidad extrema de proveer de fondos a la educación pública. Al ritmo actual, el mundo no conseguirá alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4 relativo a la educación en el año 2030.

Se debe hacer frente a la gran escasez de profesorado

La federación sindical mundial de docentes y trabajadores del sector educativo está poniendo de relieve la importancia de la educación para el desarrollo, tanto económico como social, y el papel clave que desempeñan, en particular, los docentes en el sistema educativo como un todo. Según datos oficiales, hacen falta 69 millones de docentes para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. No obstante, las condiciones laborales deficientes, la precariedad y la situación de numerosos trabajadores del sector educativo no atraen a nuevos profesionales. Y, lo que es aún peor, muchos docentes formados están renunciando a su profesión después de ejercerla durante solo unos pocos años.

En el marco del evento de la ONU, David Edwards, Secretario General de la Internacional de la Educación, declaró lo siguiente: «Sin un incremento en la inversión en educación no se puede garantizar el derecho de todos los niños a una educación pública de calidad. Muchos países no llegan a la recomendación de invertir en educación el 20 por ciento su presupuesto y el 6 por ciento del PIB. Las tornas se pueden girar en esta crisis con voluntad política».

La respuesta no son las soluciones de financiación creativas

Los educadores también están alertando sobre el impacto de la privatización de la educación. Según una encuesta que llevó a cabo la Internacional de la Educación en 2018, un 91 % de los sindicatos de educación afirman que la privatización educativa estaba aumentando en sus respectivos países y provocando un efecto negativo en el acceso y la calidad de la educación pública, que suelen dejar de lado los legisladores. Numerosos gobiernos están abandonando su responsabilidad y apoyando a actores privados en su acceso a un mercado de la educación lucrativo.

Mientras tanto, 263 millones de niños y jóvenes no están escolarizados y, con el avance actual, esta cifra solo descenderá hasta los 231 millones en el año 2030. Esto significa que, en un ámbito mundial, el ODS4 no se alcanzará por un 88 %. La tendencia mundial de privatizar la educación impide que se garantice una educación de calidad para todos socavando la educación pública y aumentando el nivel de segregación y desigualdad.

Tras subrayar que la educación es un derecho humano y un bien público, Edwards señaló que «en un mundo que se enfrenta a numerosos retos, desde el cambio climático hasta ataques a los derechos humanos y la democracia, la educación y los docentes de calidad con autonomía profesional y suficiente apoyo son más importantes que nunca. Al apoyar a los docentes para que enseñen, respaldamos a los estudiantes para aprender y, juntos, a través de la educación, podremos dar forma al futuro».