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Un niño sirio lee un papel desgarrado dentro de su aula destrozada.
Un niño sirio lee un papel desgarrado dentro de su aula destrozada.

Siria: La IE condena los ataques contra escuelas en la guerra

publicado 28 febrero 2020 actualizado 4 marzo 2020

Al menos 20 civiles, incluidos niños y profesores, han sido asesinados en la región de Idlib en Siria durante los ataques aéreos. Muchas más personas resultaron heridas. El ataque tuvo lugar el 25 de febrero y tuvo como objetivo ocho centros escolares.

En un solo día fueron bombardeadas seis escuelas y dos guarderías, durante el horario de apertura, cuando podía causarse el mayor número de víctimas. Son las últimas de una larga lista de centros escolares que han sido el blanco del conflicto, puesto que solo en los últimos dos meses 22 instalaciones educativas han sido bombardeadas.

La Internacional de la Educación condena estos ataques en los términos más enérgicos posibles. David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación, afirmó: “Atacar a los niños en edad escolar y a los docentes es imperdonable y no se puede tolerar. Las escuelas deben ser santuarios seguros, lugares de paz y aprendizaje, incluso en zonas de guerra. Nunca constituyen objetivos legítimos. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que haga lo correcto y proteja a los civiles inocentes".

La Internacional de la Educación ha enviado una carta oficial al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, haciendo hincapié en el hecho de que las escuelas están protegidas por el derecho internacional, que la educación constituye un derecho fundamental independientemente de cuales sean las circunstancias y que la comunidad internacional tiene el deber moral de hacer todo lo que esté en sus manos para proteger a los estudiantes y a los docentes.

En 2009, la Internacional de la Educación adoptó la Declaración “Las escuelas deben ser santuarios seguros”. La organización ha participado en iniciativas de incidencia que instan a la comunidad internacional a impedir que se vulnere el derecho a la educación, a garantizar la seguridad de los alumnos, los docentes, el personal educativo y los académicos en todas partes, a consolidar el derecho internacional y a poner fin a la impunidad.