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Gobiernos deben poner la educación pública en el centro de la recuperación post-pandemia

publicado 30 mayo 2021 actualizado 30 junio 2021

Para millones de estudiantes en todo el mundo, el cierre de escuelas no será una interrupción temporal de su educación, sino un final abrupto de la misma. Este, y otros preocupantes datos, han sido desvelados en un informe publicado por la ONG Human Rights Watch (HRW) sobre el impacto de la pandemia COVID-19 en la educación a nivel mundial.

Aspectos como el trabajo infantil, los matrimonios forzados o la falta de recursos para pagar las tasas escolares en aquellos países donde la educación gratuita no está garantizada, han sido determinantes para provocar interrupciones definitivas en el proceso educativo de estudiantes en todo el mundo. Incluso para el alumnado que regresó, o que regresará, a sus clases, los datos sugieren que durante años seguirá sintiendo las consecuencias del aprendizaje perdido durante la pandemia.

Asimismo, el informe documenta como el cierre de las escuelas provocado por la pandemia ha afectado a cada estudiante de manera desigual según diferentes factores, tales como el nivel socioeconómico, o la pertenencia a grupos tradicionalmente discriminados y excluidos de la educación.

En ese sentido, la gran dependencia del aprendizaje en línea exacerbó las inequidades ya existentes en la educación. Muchos gobiernos no contaban con las políticas, la infraestructura ni los recursos necesarios para desarrollar el aprendizaje en línea de manera que se garantizara que sus estudiantes pudieran participar en igualdad de condiciones.

Frente a estos desafíos, las recomendaciones del informe para remediar el aprendizaje perdido pasan por la reconstrucción de sistemas educativos sólidos, equitables y de calidad, financiados y regulados públicamente.

En relación a los hallazgos del informe de HRW, el Secretario General de la IE, David Edwards, afirmó: “La tarea fundamental que se nos presenta no es la de reabrir las escuelas a todo coste, sino la de solventar las deficiencias estructurales de los sistemas públicos educativos. Deficiencias que ya estaban ahí antes de la pandemia, pero que se han hecho aún más visibles, y difícilmente aceptables en un mundo post-Covid”.

“Como sindicatos de la educación, llamamos a los gobiernos a priorizar la inversión en educación pública y ponerla en el centro de los planes de recuperación postpandemia. Un mundo mejor solo será posible gracias al poder transformador de la educación.”

Para la elaboración del informe de HRW se entrevistó a más de 470 estudiantes, familias y docentes en 60 países, entre abril de 2020 y abril de 2021.

Para acceder al informe completo “Los años no les esperan: el aumento de las desigualdades en el derecho a la educación de los niños, niñas y adolescentes debido a la pandemia de Covid-19” (en inglés) haga clic aquí.

Para acceder a la herramienta interactiva (en inglés) que explora las barreras comunes a la educación exacerbadas durante la pandemia haga clic aquí.