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Un oasis en medio de una agitación continua

publicado 19 abril 2019 actualizado 19 abril 2019

En su visita de dos días al Centro de Acogida de Refugiados de la isla de Samos, el consejo ejecutivo de la federación griega de docentes de primaria (DOE) observó que sus condiciones eran absolutamente decepcionantes, inaceptables y misérables.

El campo, que tiene una capacidad de albergar a apenas 800 refugiados, acoge actualmente a al menos 3.805 residentes, según fuentes oficiales. Sin embargo, esta cifra es fuertemente cuestionada por otras fuentes fiables, que estiman que el número de residentes se aproxima a seis mil. Hay un total de 813 niños, el 75% de los cuales son menores de 12 años.

El consejo tomó nota de que la guardería infantil, que acoge a 25 niños en una clase, funciona en unas condiciones indescriptibles –destaca en particular la ausencia de un inodoro y de material didáctico básico– gracias al gran esfuerzo que realiza el personal.

Se realizaron reuniones y visitas a escuelas con los sindicatos de la educación locales, especialmente en aquellas escuelas que tienen clases de acogida para los niños refugiados. El consejo discutió con los docentes los graves problemas cotidianos con los que se enfrentan tanto el personal como los estudiantes, así como los desafortunados acontecimientos relacionados con la reacción de los lugareños, que a veces renuncian a enviar a sus hijos a la escuela debido a la presencia de los niños refugiados. También se llevaron a cabo reuniones productivas con los padres y otras instituciones. Estas reuniones pusieron de manifiesto, nuevamente, la ineficacia del gobierno para encontrar soluciones a esta trágica situación en relación con los problemas de salud, sociales y educativos.

El consejo condenó enérgicamente cualquier comportamiento agresivo dirigido contra los docentes o los padres que quieran defender los derechos educativos de todos los niños, tanto griegos como refugiados.

Esta visita demostró una vez más el ya conocido y ampliamente reconocido papel crucial que desempeñan los docentes, quienes, con un increíble entusiasmo y sacrificio, y sin contar con un apoyo verdadero, crean indudablemente, a través de su trabajo, “un oasis en medio de la agitación”.