Voces de la educación | Cómo un sindicato mobiliza comunidades en contra del trabajo infantil en Burundi
Suscríbase
Subscríbase al boletín de Mundos de la Educación.
Suscríbase
Subscríbase al boletín de Mundos de la Educación.
Gracias por subscribirse
Algo salió mal
Desde 2021, los proyectos del Syndicat Libre des Travailleurs de l'Enseignement du Burundi (STEB) han permitido a más de 900 niños y niñas dejar el trabajo infantil y volver a la escuela. Remy Nsengiyumva, presidente del STEB, analiza las estrategias que se utilizan en estos proyectos apoyados por la IE, la AOb, la NEA, la fundación Fair Childhood del GEW y Mondiaal FNV.
Mundos de la Educación: ¿Cómo describiría la situación del trabajo infantil en la comunidad antes de la puesta en marcha de sus proyectos?
A través de las encuestas sobre el terreno que llevamos a cabo en las tres zonas de nuestro proyecto (Rukaramu, Ginhanga y Ndava), comprobamos que uno de cada seis niños y niñas no asistía a ninguna escuela. En Gihanga, por ejemplo, de un total de 10 047 niños y niñas, 1742 no estudiaban.
En estas tres zonas, los niños y las niñas suelen trabajar en el cultivo del arroz, la fabricación de ladrillos y la cría de animales. Más recientemente, a partir de nuestras investigaciones también hemos descubierto que se están utilizando niños y niñas para comerciar con gasolina en las zonas fronterizas, debido a la escasez de combustible en Burundi.
Las principales causas que hemos detectado son la dejadez por parte de los padres, el comportamiento de los niños y las niñas, el desconocimiento, el incumplimiento de la ley sobre educación gratuita y, a veces, la pobreza.
Mundos de la Educación: ¿Sus proyectos cambian la forma de trabajar del personal docente y de dirección de los centros escolares?
Al iniciar el proyecto, las primeras sesiones de formación y sensibilización del STEB se dirigen al personal docente y de dirección. En general, se abordan los derechos infantiles, la edad mínima para trabajar y la ley sobre la enseñanza obligatoria. Cuando el personal implicado toma conciencia de los derechos infantiles, entiende, por ejemplo, que está prohibido poner a trabajar a niños y niñas en sus casas. Antes de nuestras formaciones, a veces, el profesorado utilizaba niños o niñas como ayudantes en sus propias casas. Cuando nuestros proyectos se ponen en marcha dejan de hacerlo.
El personal docente formado a partir de nuestros proyectos también está tomando conciencia de la importancia de hacer un seguimiento de los niños y las niñas que faltan regularmente a clase: intentar entender los motivos de estas ausencias, reunirse con las madres y los padres y reaccionar rápidamente antes de que el niño o la niña abandone los estudios.
Detectamos casos en los que la dirección de la escuela exigía dinero para volver a matricular a los niños y las niñas que habían abandonado los estudios. Esta práctica ha desaparecido en las zonas de nuestro proyecto por miedo a que se les denuncie y porque cada vez la comunidad está más concienciada de que todos los niños y las niñas en edad escolar deben estar en clase, no trabajando.
En las escuelas de las zonas de nuestros proyectos, el STEB cuenta con docentes que desempeñan la función de "punto de contacto": son nuestras personas representantes sobre el terreno y trabajan en colaboración con el personal de dirección para coordinar los clubes escolares de lucha contra el trabajo infantil. También hacen un seguimiento de los antiguos niños y niñas en condición de trabajadores infantiles que han vuelto a la escuela para minimizar el riesgo de que vuelvan a abandonar los estudios.
Mundos de la Educación: ¿Qué hacen los clubes escolares contra el trabajo infantil creados en el marco de estos proyectos?
Estos clubes están formados por estudiantes acompañados por un docente, y desempeñan un importante papel de sensibilización. Principalmente, organizan obras de teatro de calle en la comunidad. En estas obras cortas, los niños y las niñas interpretan el papel de padres que no hacen caso a sus hijos o de niños que se portan mal. Conciencian a sus compañeros y compañeras (otros estudiantes) y a sus padres y madres de las consecuencias de la explotación laboral y de la importancia de la educación.

Mundos de la Educación: ¿Cómo involucran a la comunidad en sus proyectos?
Empezamos con una reunión inicial de contacto a la que se invita a todos los grupos de la comunidad: representantes de los padres, las iglesias y los jefes de las colinas (en Burundi, la "colline" hace referencia a una pequeña entidad administrativa). A continuación, formamos a estas personas sobre el tema del trabajo infantil para que nos ayuden a sensibilizar a la comunidad. Durante nuestras encuestas sobre el terreno al principio del proyecto, son ellos y ellas quienes visitan los hogares para averiguar quién estudia y quién no. Al confiarles esta tarea, tenemos la seguridad de que se comprueban o visitan todos los hogares. Estas visitas ya les brindan una primera oportunidad de sensibilizar a los padres.
Algunas de estas personas se convierten en parte de los comités de seguimiento que creamos en cada colina. A veces, estos comités imponen sanciones locales a los padres más reticentes, como el pago de una multa. De esta manera, se les obliga a llevar otra vez al niño o la niña a la escuela.
Mundos de la Educación: ¿Puede hablarnos de algún niño o niña que haya vuelto a la escuela gracias a sus proyectos?
Puedo poner el ejemplo de una niña de 9 años de Rukaramu. Ella y su madre fueron abandonadas por su padre. Su madre le dijo que, para sobrevivir, tenía que ir con ella a trabajar al campo en lugar de ir a la escuela. Debido a esta situación, la niña no pudo pasar al segundo curso. A veces, hablaba de su situación con otros niños y niñas de su edad. Uno de los estudiantes, que es miembro de nuestros clubes, fue a hablar con su madre para concienciarla. Ella respondió que era pobre y no podía permitirse el material escolar. La madre del niño miembro del club se ofreció a ayudar a la mujer con el material. Por su parte, la madre de la niña de 9 años asistió a una obra de teatro de calle del club que la hizo tomar conciencia del mensaje. Durante la obra, conoció a la secretaria general del STEB, Jocelyne Kabanyana, y al jefe de la colina, quienes se aseguraron de que se realizara un seguimiento para garantizar que la niña pudiera volver a matricularse en la escuela. Es muy persistente y pronto pasará a quinto curso.
Mundos de la Educación: ¿Cambian sus proyectos la forma en que la comunidad percibe tanto la educación como el trabajo infantil?
Sí. Los padres, las madres y la comunidad en general no eran conscientes de que el trabajo infantil inhibe el desarrollo físico, mental, social y psicológico de los niños y las niñas. Estamos observando un cambio de mentalidad. A veces, la gente no sabía lo que hacía al poner a los niños y las niñas a trabajar, como el profesorado que no conocía la edad legal para trabajar y no era consciente de las consecuencias de que un niño o una niña no estudie.
Gracias a nuestras campañas de sensibilización, los debates sobre el terreno y el teatro de calle, hemos observado que casi toda la comunidad entiende que los niños y las niñas deben estar en la escuela y no en el trabajo. Esta sensibilización se ha reflejado en el gran número de niños y niñas que han vuelto a la escuela, incluso entre los hogares más pobres.
En muchos casos se menciona la pobreza como la principal causa del trabajo infantil, pero no es así. Los niños y las niñas que abandonan la escuela proceden tanto de familias pobres como ricas. Las principales razones del abandono son la dejadez e incluso la ignorancia.

Mundos de la Educación: ¿Este tipo de proyecto contra el trabajo infantil también aporta algo a su sindicato?
Se trata de un proyecto muy importante para el desarrollo del STEB, primero en términos de visibilidad ante la comunidad docente, pero también ante la administración y el gobierno. La comunidad y el gobierno creen que los sindicatos estamos ahí para exigir mejores condiciones de trabajo para el personal docente, pero también estamos ahí para trabajar por una educación de calidad para todos y todas.
Este proyecto también está mejorando el diálogo social a mayor escala: ahora, cuando algún compañero o alguna compañera sindicalista del STEB entra en una oficina gubernamental, se le reconoce por sus actividades en la lucha contra el trabajo infantil. Por lo tanto, se les recibe bien y se sienten en mayor comodidad hablando de lo que va bien... y de lo que no.
En lo que respecta a la dirección sindical, las visitas de proyectos que realizamos también nos ayudan a orientar a nuestras activistas. Estas reuniones, organizadas en el marco de un proyecto de lucha contra el trabajo infantil, no nos impiden hablar de la situación sindical. Hay docentes que se han afiliado al sindicato tras ver lo que se está haciendo en sus escuelas y comunidades para combatir el trabajo infantil.
Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.