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Promover el poder colectivo para defender la libertad académica

publicado 16 octubre 2025 actualizado 20 octubre 2025

La libertad académica se enfrenta a un ataque sistemático y generalizado. El derecho fundamental de buscar el conocimiento en libertad está bajo asedio en todo tipo de contextos, desde los Estados autoritarios que practican detenciones y encarcelamientos a las democracias en las que crecen las cazas de brujas y la censura de los planes de estudios.

En este contexto, el pasado 15 de octubre se celebró en Londres una conferencia internacional sobre la libertad de cátedra patrocinada por la Internacional de la Educación (IE) y la organización afiliada University and College Union (UCU, Unión Sindical Universitaria). En ella se dieron cita sindicalistas de la educación y voces de la comunidad académica e investigadora de Filipinas, Kenia, Turquía, Noruega, los Estados Unidos y otros países para abordar retos urgentes y reforzar las estrategias colectivas de protección de la libertad académica en todo el mundo.

Lo que está en juego: defender la verdad y la democracia

La secretaría general adjunta de la IE, Haldis Holst, inauguró la conferencia destacando el alcance de las amenazas que pesan sobre 33 millones de profesionales de la educación en todo el mundo. Expuso una realidad en la que las injerencias políticas silencian los enfoques críticos, la mercantilización subordina la investigación al afán de lucro, las plazas fijas son cada vez más escasas, la gobernanza compartida se ve socavada y la financiación se restringe deliberadamente para debilitar la independencia institucional.

"Lo que está en juego no es solo la libertad individual de cada miembro del personal académico, es la capacidad misma de la educación superior y la investigación de impulsar cambios positivos en la sociedad", apuntó. "Defendemos la búsqueda de la verdad y los ideales que sustentan la democracia misma".

Recordó que los campos académicos que más ataques reciben son los que abordan retos sociales acuciantes, como las humanidades, las ciencias sociales, los estudios de género, la climatología o el poscolonialismo. Como explicó Holst, se está produciendo un viraje sistemático de los estudios que exploran la realidad con el fin de encontrar respuestas a la innovación al servicio de intereses económicos muy concretos. Las organizaciones religiosas y conservadoras se alzan como entes inquisidores que disciplinan y anulan a las académicas y los académicos cuyo trabajo cuestiona las narrativas dominantes.

Continuó describiendo la naturaleza variable de los ataques en función del contexto: en los regímenes autoritarios, el personal educativo se expone a detenciones y penas de cárcel; en las democracias, a cazas de brujas y campañas difamatorias. Los contratos precarios generan una fuerza de trabajo demasiado vulnerable para desafiar al poder, lo que tiene unas consecuencias devastadoras, desde el acoso o el despido a la pérdida total de la carrera académica.

Las oportunidades para la acción colectiva

A pesar de estas dificultades, Holst incidió en las oportunidades existentes para impulsar las herramientas de protección. La Relatoría Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la educación ha respaldado los Principios sobre la aplicación del derecho a la libertad académica, a cuya redacción contribuyó la IE en colaboración con especialistas, figuras académicas y actores de la sociedad civil.

La secretaria general adjunta recordó también que varias de las Recomendaciones de las Naciones Unidas sobre la Profesión Docente reconocen y reafirman la importancia de la libertad de cátedra, brindando una poderosa herramienta para reclamar a gobiernos y entidades empleadoras que cumplan su obligación y garanticen su protección. Además, el reciente Consenso de Santiago, aprobado en la Cumbre Mundial de Docentes, reivindicó una vez más la adopción y puesta en práctica de estas recomendaciones.

Según Holst, estamos en un momento crucial debido a la inminente modificación y actualización de la Recomendación de 1997 de la UNESCO relativa a la condición del personal docente de la enseñanza superior. Esta negociación, que puede marcar un antes y un después, ofrece a los sindicatos educativos la posibilidad de garantizar el reconocimiento firme y claro de la libertad académica como un derecho profesional fundamental. La IE ya ha comenzado a preparar este proceso con la creación de un grupo de trabajo de alto nivel y el encargo de una investigación dirigida por el profesor Howard Stevenson de la Universidad de Nottingham. Este estudio, titulado "En el ojo del huracán: La educación superior en tiempos de crisis", analiza las principales tendencias del sector y las perspectivas sindicales en lo relativo al empleo y a la pertinencia de la Recomendación.

Holst concluyó citando la campaña enseña de la IE, ¡Por la pública! Creamos escuela, que aporta una sólida plataforma para impulsar estos objetivos.

La crisis de la educación superior en el Reino Unido

La secretaria general de la UCU, Jo Grady, ejemplificó estas tendencias mundiales en la cruda realidad a la que se enfrenta la educación superior en el Reino Unido: 5000 despidos, 4000 cancelaciones de asignaturas y personal docente investigado y perseguido por expresar su solidaridad con Gaza o incluir el tema en sus clases.

"La libertad para enseñar, investigar y decirle la verdad al poder es un pilar de la democracia. El gerencialismo, la mercantilización y la precarización no son cuestiones al margen; son ataques a la libertad académica".

Desafíos globales, consecuencias locales

En su ponencia inicial, Robert Quinn, director ejecutivo de la red Scholars at Risk Network, presentó las amenazas más relevantes a escala global: las restricciones legales para impartir clases sobre raza, género y colonialismo; las injerencias gubernamentales en la gobernanza universitaria; el retroceso de las protecciones a las plazas fijas, y el acoso al personal académico que trabaja en campos que pueden resultar delicados desde el punto de vista político. Destacó la función esencial de los sindicatos y la necesidad de concienciar sobre la importancia de la libertad de cátedra y su estrecha vinculación con la defensa de la democracia.

Quinn sostuvo que el "momento de crisis" que vive el sector es una oportunidad para movilizar, recabar el apoyo público y ampliar redes y alianzas.

Durante toda la jornada, diferentes líderes sindicales relataron casos reales que reflejan la creciente represión y las respuestas sindicales:

Todd Wolfson, presidente de la American Association of University Professors (Asociación Estadounidense de Profesorado Universitario) y vicepresidente de la American Federation of Teachers (AFT, Federación Estadounidense de Docentes), explicó que la Administración Trump está usando los recortes de fondos como un arma e interfiriendo políticamente para controlar la producción de conocimiento. La AFT, que representa a 1,8 millones de afiliados y afiliadas, se está movilizando con denuncias, campañas contra el ataque del Proyecto 2025 a la educación pública superior y la defensa del personal docente que está en el punto de mira por su trabajo. El sindicato ha puesto en marcha una petición instando al Congreso a proteger la educación superior frente a las injerencias, reestablecer la financiación federal para investigación y blindar los programas de ayudas al alumnado. "La libertad académica no solo afecta a los derechos individuales de profesoras y profesores concretos, es mucho más, es el derecho de la sociedad a acceder al conocimiento y la investigación independiente", resumió Wolfson.

Carl Marc Ramota, de la Alliance of Concerned Teachers (Alianza de Profesorado Implicado) de Filipinas, detalló los intentos de criminalizar a miembros del claustro y socavar la autonomía institucional bajo el yugo de la presión autoritaria. En su intervención, enfatizó los logros cosechados gracias a la creación de comités para promover la libertad académica y los derechos humanos en los campus.

Evrim Gülez, de la organización turca Eğitim-Sen, se refirió a la represión gubernamental con el fin de silenciar los estudios críticos y a la persecución política del personal educativo. En este contexto, el sindicato ha estado prestando ayuda jurídica y material a las profesoras y profesores afectados y ha puesto en marcha un fondo de solidaridad para quienes han sufrido despidos en sus universidades.

La mercantilización y el gerencialismo

Durante la sesión vespertina, se abordó la influencia de la mercantilización y el gerencialismo en el retroceso de la libertad académica a través de los modelos de financiación, la precarización y los sistemas de gestión del rendimiento. Jorunn Dahl Norgård, de la Norwegian Association of Researchers (Asociación Noruega de Personal Investigador), habló sobre las iniciativas de los sindicatos nórdicos encaminadas a documentar la situación de la libertad académica en sus países y reclamar una mejora de la protección, bien mediante la legislación, como en el caso de Islandia, bien a través de disposiciones constitucionales, como en Suecia y Noruega.

Grace Nyongesa, presidenta del Universities' Academic Staff Union (Sindicato de Personal Académico Universitario) de Kenia, informó de la creciente tendencia a contratar personal a tiempo parcial y de los intentos de privatizar la educación superior, a los que el sindicato está oponiendo resistencia con éxito gracias a la movilización impulsada por la campaña ¡Por la pública! Creamos escuela. Terrence Karran y Chavan Kissoon, de la Universidad de Lincoln, presentaron los resultados de un estudio encargado por la UCU sobre los efectos del control digital del rendimiento académico en el Reino Unido, que está cada vez más extendido.

La función de los sindicatos de la educación

Uno de los temas centrales de la conferencia fue el papel vital que desempeñan los sindicatos educativos en la defensa de la libertad académica como un derecho profesional fundamental. Cuando 33 millones de profesionales del mundo académico de 180 países se organizan colectivamente a través de la Internacional de la Educación, los actos aislados de represión se convierten en escándalos internacionales y cabe negociar reformas estructurales. La IE aprovecha los marcos multilaterales —como las recomendaciones de la UNESCO o los principios de las Naciones Unidas— para reclamar que gobiernos y entidades empleadoras rindan cuentas.

La conferencia siguió la estela del encuentro previo de la IE en Calgary con la Canadian Association of University Teachers (Asociación Canadiense de Profesorado Universitario) y coincidió con una reunión paralela en la ciudad india de Kerala sobre los retos que enfrenta la libertad académica en la región de Asia y el Pacífico.

¡Por la pública! Tejemos lazos solidarios

La conferencia concluyó con la formación de grupos de trabajo para el desarrollo de estrategias concretas de protección y promoción de la libertad de cátedra a escala local, nacional e internacional.

Mediante la solidaridad mundial y la organización colectiva, los sindicatos de la educación están forjando el poder necesario para defender la búsqueda de la verdad y de los ideales democráticos que constituyen la base de las sociedades libres.

Para más información sobre la labor de la IE en el sector de la educación superior y la investigación, consulte esta página.

Para apoyar la campaña de la AFT en defensa de la educación superior en los Estados Unidos, visite: actionnetwork.org/petitions/trump-higher-ed-compact-2025.