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Botsuana: el 66° país que se adhiere a la Declaración sobre Escuelas Seguras

publicado 22 junio 2017 actualizado 3 julio 2017

La Internacional de la Educación acoge con satisfacción la decisión de Botsuana de adherirse a la Declaración sobre Escuelas Seguras que le compromete a proteger a los estudiantes, los docentes, las escuelas y las universidades en tiempos de guerra.

Botsuana se convirtió, el 15 de junio, en el 66º país que se adhiere a la Declaración sobre Escuelas Seguras y se unió a la tercera parte de los estados miembros de la ONU que ya han firmado este compromiso de salvaguardar la educación durante los conflictos armados, dijo la Coalición Internacional para Proteger la Educación de Ataques (GCPEA, por sus siglas en inglés). La adhesión de Botsuana eleva el número de estados de la Unión Africana que la respaldan a 18, lo que corresponde también la tercera parte de sus miembros.

El Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana ha instado a todos sus miembros a adherirse a la Declaración sobre Escuelas Seguras al reconocer el papel crucial que desempeña la educación para aportar estabilidad al continente. Botsuana alberga la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC), lo que hace que su adhesión sea particularmente importante para la región.

Ataques contra instituciones de enseñanza en al menos 27 países del mundo, entre ellos 12 de África

Según las últimas investigaciones de la GCPEA, desde 2013, en al menos 27 países de mundo, entre ellos 12 de África, las escuelas y universidades han sido sistemáticamente bombardeadas o incendiadas, o los estudiantes y el personal docente han sido deliberadamente asesinados, mutilados, violados, secuestrados o reclutados en grupos armados en las escuelas o universidades o de camino hacia ellas. Asimismo, en al menos 27 países, entre ellos 13 de África, las escuelas y universidades han sido utilizadas con fines militares, como cuarteles y bases, arsenales y centros de detención por grupos armados, lo que las ha convertido en objetivos de ataque y pone en riesgo la vida de las personas que se encuentran en su interior. Al adherirse a la Declaración sobre Escuelas Seguras, los países se comprometen a tomas medidas concretas para proteger las escuelas y las universidades de estos ataques e impedir que sean utilizadas con fines militares.

Antecedentes

La Declaración sobre Escuelas Seguras, que fue elaborada por medio de un proceso impulsado por los estados y liderado por Noruega y Argentina, quedó abierta para su adhesión en Oslo el 29 de mayo de 2015. Incluye los compromisos de:

·         Respaldar y utilizar las Directrices para prevenir el uso militar de escuelas y universidades durante conflictos armados

·         Fortalecer la supervisión y la revelación de estos ataques

·         Investigar las denuncias de los ataques y enjuiciar a sus responsables si procede

·         Desarrollar y promover políticas educativas sensibles a los conflictos

·         Seguir impartiendo una educación segura durante los conflictos armados

El Secretario General de la ONU, António Guterres, también puso de relieve la urgente necesidad de proteger las escuelas y las universidades, así como a sus estudiantes y personal, de estos ataques. En su informe de mayo de 2017 para el Consejo de Seguridad sobre la protección de la población civil durante los conflictos armados, instó a los estados miembros a adherirse a la Declaración.

La Coalición Internacional para Proteger la Educación de Ataques (GCPEA) es una coalición de organizaciones internacionales única, entre las que se encuentran Human Rights Watch, el Fondo de Rescate Académico del Instituto de Educación Internacional, Proteger la educación en situaciones de inseguridad y conflicto (PEIC), Save the Children, la red Académicos en Riesgo (SAR), ACNUR, UNICEF y la UNESCO.