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Reino Unido: Una encuesta revela el ‘desgarrador’ impacto que tiene la pobreza infantil en las escuelas

publicado 10 abril 2018 actualizado 19 septiembre 2018

La creciente pobreza infantil afecta al aprendizaje de los niños en el Reino Unido, según una reciente encuesta del Sindicato Nacional de la Educación. Sin embargo, las escuelas y el personal docente están haciendo todo lo que está a su alcance para proporcionar servicios y productos básicos de la vida cotidiana con el fin de ayudar a las familias desfavorecidas.

Un asombroso 87% del personal docente del Reino Unido dice que la pobreza tiene un impacto significativo en el aprendizaje de sus estudiantes. Esta fue una conclusión clave de una encuesta realizada conjuntamente por el Sindicato Nacional de la Educación (NEU) y el Grupo de Acción contra la Pobreza Infantil a una muestra de miembros de NEU –responsables de centros escolares, docentes y personal de apoyo educativo– en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte.

La encuesta reveló hasta qué punto la pobreza está perjudicando las oportunidades educativas de los niños de las familias pobres, ya que seis de cada diez encuestados declaró que la situación había empeorado desde 2015. “Desgarradora” fue la descripción más comúnmente utilizada por los miembros de NEU para describir la crítica situación en la que se encuentran muchos niños y familias pobres. Señalaron que había niños que llevaban zapatos desgastados y pusieron de relieve cómo algunos alumnos no podían hacer sus deberes porque no tenían material de papelería.

La escuela como tabla de salvación

La encuesta también pone de manifiesto el grado en el que las escuelas están interviniendo para colmar las lagunas dejadas por los recortes en los servicios oficiales y las organizaciones de voluntariado y comunitarias. Las escuelas se han convertido en una tabla de salvación para las familias pobres, ya que proporcionan productos básicos de la vida cotidiana –como alimentos, ropa y, en un pequeño número de casos, préstamos de emergencia – a familias que no tienen ningún otro sitio al que acudir para pedir ayuda. También subvencionan clubes de desayuno, actividades de refuerzo y material para los cursos de nivel secundario con el fin de garantizar que ningún niño se vea perjudicado por el hecho de que su familia sea pobre.

Los docentes, los responsables de los centros escolares y personal asistente también proporcionan a título personal productos esenciales, entre los que se incluyen alimentos, libros, material de escritura, equipamiento para la educación física, uniformes, protección sanitaria, productos de higiene personal y el importe del transporte.

Escandaloso

“El nivel de pobreza infantil del que son testigos a diario los docentes y el personal de los centros escolares está teniendo unos efectos terribles sobre las oportunidades de vida y la educación de demasiados niños y jóvenes”, afirmó Kevin Courtney, Secretario General de NEU.

Dijo que era “escandaloso que, en uno de los países más ricos del mundo, haya niños que no tengan ropa o zapatos apropiados, que pasen hambre cada día, que no puedan permitirse protección sanitaria o que no tengan material de papelería para hacer sus deberes”.

Courtney dijo que la encuesta demuestra que “las escuelas siempre harán todo lo posible para ayudar a las familias que se encuentran en una situación difícil, entre otras cosas gestionar bancos de alimentos en las escuelas o que el personal gaste su propio dinero para alimentar a los niños. Pero esto no debería ser así”. Destacó que “no se puede esperar que las escuelas proporcionen soluciones de parche a un problema causado por el gobierno”.

Debemos hacerlo mejor

Courtney también dijo que era “un escándalo” que 4,1 millones de niños (30%) vivan actualmente por debajo del umbral oficial de pobreza. “Esta cifra ha aumentado en los últimos tres años y se prevé que llegue a 5,2 millones en 2021-2022 con las políticas actuales”, dijo. “Más de dos tercios de los niños que son víctimas de la pobreza viven en familias trabajadoras”. Los servicios de apoyo destinados a las familias que tienen dificultades son reducidos drásticamente o recortados al máximo. Según Courtney, “podemos y debemos hacerlo mejor como sociedad. Nuestro gobierno no puede seguir presidiendo esta desigualdad y miseria”.