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Mundos de la Educación

Credits: Slices of Light / Flickr
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«Lidiar con la discriminación racial: El papel de la educación en la desestabilización de la narrativa del odio», por Alexandra Da Dalt

publicado 21 marzo 2019 actualizado 3 abril 2019
Escritos por:

«El silencio alienta al verdugo, nunca a la víctima». – Elie Wiesel

En el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, el 21 de marzo de 2019, la comunidad internacional se enfrenta a un deber urgente. Los horribles tiroteos ocurridos el 15 de marzo en dos mezquitas de Nueva Zelanda en los que murieron 50 personas fueron cometidos y retransmitidos en directo por un defensor de la supremacía blanca cuyo objetivo eran las comunidades musulmanas. Esta trágica pérdida de vidas en nombre del odio es una prueba más del auge de las fuerzas nacionalistas y populistas en todo el mundo (Bieber, 2018) que han incentivado una incitación al odio y una supremacía blanca cada vez más corrosivas. En Estados Unidos, los delitos de odio aumentaron un 17% entre 2017 y 2018, y en Europa los periodistas en países como Italia informan de más de 30 delitos de odio por motivos étnicos en un periodo de dos meses. Estas tendencias han llegado a los centros educativos, tal y como ha mostrado un informe conjunto de Education Week y Propublica en el que se investigaron 472 casos de incitación al odio y de agresiones que tuvieron lugar en centros educativos estadounidenses entre enero de 2015 y diciembre de 2017. En estos casos los objetivos fueron estudiantes negros o latinos, así como estudiantes que se identifican como musulmanes o judíos. Hubo amenazas por escrito, insultos racistas, pintadas con esvásticas y frases como «construye el muro» o «vuelve a [nombre del país de origen]». Este resurgimiento de un lenguaje y un comportamiento que se creían desaparecidos del discurso predominante es alarmante y podría suponer una amenaza mortal para los estudiantes racializados.

Sin embargo, aunque es en los centros educativos donde a menudo tiene lugar esta violencia, es en ellos donde reside la clave para llegar a los y las estudiantes más jóvenes para que entiendan la historia de la discriminación racial. Desestabilizar las narrativas del odio o del miedo es esencial para movilizarnos en contra de las opiniones extremistas y para parar su propagación. El año pasado, la UNESCO organizó un evento con docentes, historiadores y expertos para debatir sobre las posibilidades de una acción significativa de lucha contra la discriminación racial y la xenofobia. La Relatora Especial de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, afirmó: «En las primeras fases de la educación, los niños y las niñas tienen que aprender que deberían ver a los demás como iguales. Promover los intercambios interculturales es crucial para que el sistema educativo pueda construir sociedades más armónicas».

Los enfoques estructurados para luchar contra la incitación al odio tanto en línea como presencialmente ofrecen a los jóvenes una oportunidad para pensar de manera crítica sobre el mundo que los rodea y para reaccionar rápidamente ante discursos racistas y discriminatorios. A continuación se pueden encontrar algunas de las conclusiones clave de los enfoques para luchar contra la incitación al odio mediante la educación:

1. Narrativas históricas predominantes complicadas: Aunque la incitación al odio puede parecer algo reciente para algunos estudiantes, es necesario que conozcan el contexto para entenderla. Las conversaciones sobre casos de este tipo surten menos efecto sin una perspectiva histórica para saber que lo que sucede actualmente es la última versión de intentos similares de causar miedo y odio. Todos los países tienen etapas históricas que se han ocultado, acortado o silenciado por completo. Las comparaciones con las leyes sobre migración australianas que excluían por motivos raciales podrían ayudar a que los y las estudiantes de Brisbane entendiesen lo similares que suenan los discursos que incitan al odio hoy en día. En Canadá, el programa Stolen Lives (Vidas Robadas) de Facing History and Ourselves arroja luz sobre cómo los internados para niños indígenas afectaron a las comunidades indígenas y cómo esto afectó a los procesos de verdad y reconciliación para la justicia actual. Utilizar fuentes notables como las del Programa de Liberación del Instituto para la Investigación y la Educación Martin Luther King, Jr. De la Universidad de Stanford ayudará a que los estudiantes entiendan cómo los grandes personajes de la historia se organizaron para luchar contra la injusticia racial e impulsaron el cambio.

2. Ayudar a los estudiantes a analizar los privilegios cotidianos: A pesar de que se diga que vivimos en un mundo «posracial», está claro que la discriminación racial está más presente que nunca; solamente se ha adaptado a las normas sociales predominantes. Esto puede hacer que sea difícil detectar y hablar del racismo más sutil y oculto sin las herramientas adecuadas, y la cultura popular supone un magnífico punto de partida. Kinney (2014) tuitea sobre las películas de Los juegos del hambre para resaltar las opiniones del público sobre la inocencia como elemento relacionado con lo blanco, ligándolo posteriormente con la muerte de Treyvon Martin y la lucha por la justicia del movimiento Black Lives Matter. Khanna and Harris (2015) pide a sus estudiantes que realicen un ejercicio de monitoreo de los medios de comunicación para fomentar los debates sobre las personas blancas y los privilegios en la televisión. Ambos ejercicios se acercan al entorno de los estudiantes y les ayudan a sacar sus propias conclusiones sobre el significado subyacente, sobre el sesgo inconsciente, y sobre cómo estas fuerzas pueden dar forma a ideas y a una narrativa política.

3. Empoderar a los y las estudiantes para que actúen: Sin oportunidades para actuar, hablar de odio puede parecer duro e inevitable tanto para los niños como para los adultos. Al debatir y de reestructurar la historia y los acontecimientos actuales, las personas jóvenes pueden canalizar esa energía en el cambio. Después del devastador ataque terrorista en favor de la supremacía blanca que ocurrió en 2011 en Utøya (Noruega), el European Wergeland Centre creó una formación sobre contranarrativas y narrativas alternativas a la incitación al odio para líderes y trabajadores jóvenes. Las personas jóvenes aprenden a reconocer la incitación al odio y a responder con contranarrativas y narrativas alternativas utilizando la guía WE CAN! (¡PODEMOS!). La caja de herramientas Teaching Tolerance “Speak Up At School” (Enseñar tolerancia: en el colegio, ¡no te calles!)proporciona recursos para que el personal docente ayude a los estudiantes a responder a la discriminación o al acoso escolar con estos pasos: «interrumpir, cuestionar, educar, repetir». En el momento preciso, los estudiantes pueden tener preparado un plan de acción y comenzar a transformar las narrativas racistas en el futuro más equitativo y pacífico que desean.

Supone un reto debatir estos temas, pero es peligroso dejar que los y las estudiantes lidien con la realidad del racismo sin la preparación adecuada. Se ha demostrado que promover un debate sincero es más efectivo para luchar contra los prejuicios que fingir que estos no existen (Ghoshal et al., 2013). En este Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, comprometámonos a enfrentarnos al odio de frente y a combatir la discriminación con la verdad y la acción.

*Estas estrategias deben utilizarse en contexto y adaptarse a cada grupo de estudiantes; un debate sobre racismo comenzará de forma diferente en función del origen étnico de los estudiantes, dado que las experiencias que hayan vivido serán distintas. Los docentes y moderadores deberían aplicar un enfoque que tenga en cuenta el trauma para debatir los acontecimientos actuales y los temas difíciles, y deberían prestar atención a no responsabilizar a los estudiantes racializados de educar al resto del grupo.

Nota de edición: Esta publicación forma parte de una colaboración entre NORRAG y la Internacional de la Educación para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, que rinde homenaje a los esfuerzos internacionales para eliminar cualquier forma de discriminación racial. El tema de este año es «Mitigar y contrarrestar el aumento del populismo nacionalista y las ideologías de supremacía extrema».

Fuentes citadas:

Bieber, Florian (2018) «Is Nationalism on the Rise? Assessing Global Trends», Ethnopolitics, 17:5, 519-540, https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/17449057.2018.1532633

Kinney, Rebecca J. (2014). «But I Don't See Race»: Teaching Popular Culture and Racial Formation. Transformations: The Journal of Inclusive Scholarship and Pedagogy, 24(1-2), 40-55. Extraído de https://www.jstor.org/stable/10.5325/trajincschped.24.1-2.0040

Ghoshal, R., Lippard, C., Ribas, V., & Muir, K. (2013). Beyond Bigotry: Teaching about Unconscious Prejudice. Teaching Sociology, 41(2), 130-143. Extraído de https://doi.org/10.1177/0092055X12446757

Khanna, N., & Harris, C. (2015). Discovering Race in a "Post-Racial" World: Teaching Race through Primetime Television. Teaching Sociology, 43(1), 39-45. Extraído de https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/0092055X14553710

Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.