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Japón: El personal educativo rinde homenaje a los colegas y estudiantes perdidos durante la pandemia de COVID-19

publicado 16 noviembre 2021 actualizado 19 noviembre 2021

El 24 de octubre, el Japan Teachers’ Union (JTU) organizó una ceremonia en la Torre de la Educación, en el Parque del Castillo de Osaka, para rendir homenaje al personal docente y al alumnado que han perdido la vida. Este año, la ceremonia se ha dedicado especialmente al personal educativo y al alumnado víctimas de la COVID-19.

Festival y Torre de la Educación

El presidente del JTU, Hideyuki Shimizu, indicó que, en la Torre de la Educación, "un lugar solemne y curativo para las familias que han perdido a sus seres queridos", se han colocado alrededor de 30 000 epitafios en memoria de los educadores y estudiantes fallecidos.

Shimizu explicó que "en esta ceremonia participan muchas personas de 70 a 80 años, aunque sus hijos fallecieron hace mucho tiempo. Para ellas, el cuarto domingo de octubre es un día muy especial. Por eso, el JTU no podía cambiar la fecha, aunque queríamos celebrar este homenaje en el Día Mundial de los Docentes, el 5 de octubre".

Muroto: el devastador tifón de 1934

La Torre de la Educación era inicialmente un monumento dedicado al personal educativo y los estudiantes que fallecieron el 21 de septiembre de 1934, cuando el tifón Muroto azotó la región de Kansai. Clasificado entre los tifones más violentos jamás registrados en aquella época, Muroto golpeó la zona al comenzar la jornada escolar y dejó sin vida a más de 600 niños y 25 docentes de Osaka.

En aquella época, la mayor parte de las escuelas de Osaka estaban construidas con estructuras de madera que no podían soportar vientos de tales magnitudes y más de 200 quedaron destruidas o dañadas gravemente.

Tiempo después se oyeron historias que hablaban del heroísmo de muchos docentes que arriesgaron su vida para llevar a los estudiantes a un lugar seguro o que intentaron protegerlos mientras los edificios se derrumbaban.

Inmediatamente después de esta catástrofe, la comunidad educativa de Osaka propuso levantar un monumento en memoria de los niños y niñas, del personal docente y del personal de apoyo educativo con la esperanza de que jamás volviera a producirse una catástrofe como aquella.

Con ocasión de una asamblea general extraordinaria, la Imperial Education Society decidió construir una torre conmemorativa. La construcción de la Torre de la Educación en el Parque del Castillo de Osaka se financió gracias a donaciones públicas y finalizó el 30 de octubre de 1936, fecha en que se celebró el primer Festival de la Educación. Desde entonces, este festival se celebra todos los años a finales de octubre.

El JTU organiza el festival

En 1948, tras la disolución de la Imperial Education Society, el JTU se hizo cargo del mantenimiento y la gestión de la torre y de la organización del Festival de la Educación.

A día de hoy, el monumento rinde homenaje al personal educativo y a todo el conjunto estudiantil, especialmente a aquellos y aquellas que han perdido la vida en catástrofes naturales, como el gran terremoto de Hanshin, que asoló la ciudad de Kobe en 1995.