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Mundos de la Educación

El bienestar del profesorado, un reto a escala mundial

publicado 10 octubre 2023 actualizado 9 octubre 2023
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La publicación del Barómetro Internacional del Personal Docente de este año (I-BEST 2023) brinda la excepcional oportunidad de escuchar directamente a más de 26.000 educadoras y educadores del el mundo entero. Aun cuando la variedad del perfil y contexto de los países participantes es significativa, me llama la atención lo mucho que tienen en común las tendencias generales señaladas por el equipo investigador. Por supuesto, existen diferencias relevantes en la experiencia de la autonomía en el trabajo, el acceso a la asistencia sanitaria y el salario entre los países participantes, pero hay convergencia en temas fundamentales relacionados con el bienestar de la fuerza de trabajo de la profesión.

En Education Support promovemos un enfoque sistémico del bienestar de la fuerza de trabajo en la educación. Los resultados de I-BEST 2023 refuerzan esta convicción, destacando la necesidad de mejoras a nivel de la elaboración de políticas educativas nacionales y en la toma de decisiones a nivel escolar.

Para empezar, es preciso celebrar el hecho de que, si volvieran tener que tomar la decisión, la mayoría del personal educativo seguiría eligiendo trabajar en las escuelas. La pasión y el compromiso del personal de la educación es quizá el mayor activo que tenemos en nuestros sistemas educativos en todo el mundo. Un trabajo de seguimiento cualitativo podría indagar sobre los resultados más bajas en Marruecos, Camerún y Japón, pero en general, este resultado permite albergar esperanzas frente a lo que de otro modo sería un panorama sombrío de la salud de la profesión en todo el mundo.

Mi organización suele investigar sobre la salud y el bienestar del personal educativo [1]. En este sentido, gran parte de lo que aquí se expone me resulta familiar por nuestro trabajo a nivel local en el Reino Unido, así como por una investigación reciente que realizamos en nombre de la Internacional de la Educación (de próxima publicación). En particular, son tres los resultados que me preocupan.

En primer lugar, el escaso equilibrio entre el trabajo y la vida personal es un tema constante en todo el mundo. La investigación del barómetro I-BEST indica resultados preocupantemente bajos para Francia, Bélgica, Reino Unido y Canadá. Aun cuando Argentina, Marruecos, Suiza y Camerún obtienen mejores resultados en esta medición, todavía hay más de un tercio del personal docente de estos países que señala un desequilibrio poco sano. Este es un hecho significativo debido a las importantes repercusiones que el desequilibrio entre trabajo y vida personal puede tener sobre las personas afectadas. Según el Informe Mundial de la Felicidad 2017: “Aquellos que tienen un empleo que les deja demasiado cansados para disfrutar de los aspectos no laborales de su vida señalan niveles de afecto positivo en su vida cotidiana sustancialmente más bajos que aquellos que no tienen empleo” [2], lo cual puede estar correlacionado, a su vez, con el estrés, el agotamiento, la intención de abandonar la profesión y un impacto negativo sobre los resultados de niños, niñas y jóvenes [3].

En segundo lugar, me llama la atención la convergencia en las respuestas en torno a la percepción del bajo estatus de la profesión educativa. Queda trabajo por hacer para comprender cómo Japón contrarresta de forma positiva esta tendencia (y la relatividad con otras profesiones), pero la experiencia del personal de la educación en Francia y Bélgica resulta especialmente preocupante. La COVID-19 demostró hasta qué punto las comunidades necesitan a su profesorado, pero necesitar no es lo mismo que valorar. La profesora Tanya Overden-Hope subraya que “los organismos que controlan la contratación del profesorado y supervisan su retención no se han dado cuenta de la importancia del ‘estatus’ a la hora de establecer una serie de circunstancias que contribuyen al descenso del número de docentes en prácticas y al aumento del desgaste docente” [4].

En tercer lugar, la aparición de la violencia en el lugar de trabajo en el ámbito educativo es un tema que debería inquietar a los responsables políticos de todos los lugares. De nuevo, Japón es un caso atípico, con un 4% del personal que sufre de violencia en el trabajo. En todos los demás territorios, un asombroso 22-40% de las personas encuestadas declara haber sido víctima de violencia en el lugar de trabajo. La mayoría de los agresores son alumnos/as, compañeros/as y padres/madres, aunque hay lugares, sobre todo en Marruecos y Camerún, donde la violencia procede de agentes externos a la comunidad escolar.

Estos factores están interconectados de diversas maneras en los distintos contextos nacionales y regionales. Sin embargo, el hecho de que la satisfacción laboral del personal educativo sea tan baja indica el efecto corrosivo que estos factores tienen en todos los contextos. Menos de la mitad del personal experimenta satisfacción laboral en Camerún, Marruecos, Reino Unido y Francia.

En Education Support promovemos un enfoque sistémico del bienestar de la fuerza de trabajo en la educación [5]. Los resultados de I-BEST 2023 refuerzan esta convicción, destacando la necesidad de mejoras a nivel de la elaboración de políticas educativas nacionales y en la toma de decisiones a nivel escolar. Asimismo, esperamos que pueda apoyarse a las educadoras y los educadores para que atiendan a su propio bienestar frente a las excesivas exigencias laborales.

Leyendo este informe y estos datos, no es difícil atar cabos con respecto a los graves problemas que subsisten en la contratación y retención del profesorado. Con el tiempo, el atractivo de la profesión disminuye debido a las experiencias negativas que se desprenden del trabajo en las escuelas. La ingratitud de la tarea es evidente para niños y jóvenes y pocos padres animarán a sus hijos a seguir la carrera docente.

A corto plazo, nos engañamos a nosotros mismos si imaginamos que profesionales con la ausencia de equilibrio entre trabajo y vida privada, un estatus profesional deficiente y expuestos a la violencia laboral van a poder realizar su mejor trabajo.

Ha llegado el momento de reflexionar sobre cómo aumentar la satisfacción laboral del profesorado, ahora que todavía tenemos uno.

1. ^

https://www.educationsupport.org.uk/about/about-us/research/

2. ^

De Neve, JE and Ward, G, 2017, Happiness at Work, World Happiness Report 2017, p 170.

4. ^

Ovenden-Hope, T (2022). A status-based crisis of teacher shortages? Research in Teacher Education, Vol 12, No.1 pp 36-42.

5. ^

Mc Brearty, S (2020). (blog post). Part of a series ‘Researching education and mental health: From ‘Where we are now’? to ‘What’s next?’. Teacher wellbeing: A systemic perspective

Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.