Los sindicatos de la educación de todo el mundo se solidarizan con el personal educativo de Estados Unidos en su lucha contra los ataques a la educación y la democracia
Las organizaciones afiliadas a la Internacional de la Educación de Estados Unidos —la Asociación Nacional de la Educación (NEA) y la Federación Estadounidense de Docentes (AFT)— no dejan de recibir apoyos por parte de los sindicatos educativos de todo el mundo. También, los sindicatos estadounidenses están uniendo fuerzas para resistir los ataques sin precedentes de la administración Trump contra sectores como la educación, los derechos civiles y la democracia.
En un acto organizado por la Internacional de la Educación, el pasado 24 de marzo, la presidenta de la NEA, Becky Pringle, y la presidenta de la AFT, Randi Weingarten, informaron al movimiento sindical mundial de la educación sobre la situación en Estados Unidos, así como sobre lo que están haciendo los sindicatos para defender la educación y los derechos humanos. El acto se celebró en Reikiavik (Islandia), en vísperas de la Cumbre Internacional sobre la Profesión Docente, y a él asistieron tanto las delegaciones sindicales presentes en la cumbre como cientos de sindicalistas que se unieron a través de Internet.
Ataques despiadados a la educación, los derechos humanos y la democracia
Desde que asumió el poder en enero del presente año, la administración Trump ha impuesto tal avalancha de medidas extremas que no solo ha afectado al sector público y a las comunidades vulnerables de Estados Unidos, sino también, de manera general, al mundo entero.
La administración Trump y su equipo de techbros multimillonarios han puesto en el centro de su agenda el desmantelamiento del sector público, el impulso de la privatización, la eliminación del Departamento de Educación, el ataque al alumnado y a las familias inmigrantes, la abolición de los derechos civiles y la restricción de la libertad académica.
"El objetivo de estas medidas es destruir la educación pública porque la educación es la base de nuestra sociedad. El objetivo final es que la administración Trump-Musk obtenga miles de millones de dólares en exenciones fiscales", advertía Pringle.
Weingarten añadió que "en el fondo, si hay una ideología en la que Trump cree, es el dinero. Él, sus amistades y las personas que financian sus causas quieren dinero y poder, y por ello quieren crear un ejecutivo unitario que va a violar nuestra Constitución, para asegurarse de que tienen ese dinero y ese poder. Creen en este sistema oligárquico y lo cambiarán todo para convertirlo en una realidad".
La presidenta de la NEA también añadió que es preocupante ver cómo las instituciones cumplen con las nuevas regulaciones antes de que entren en vigor, con "universidades y escuelas que ceden a las exigencias de la administración porque temen ser sancionadas. Estas son las señas de identidad del autoritarismo; pero, afortunadamente, también vemos que la gente se levanta. Nuestros sindicatos, el alumnado y algunas comunidades ya se están alzando para decir no".
Acción sindical en favor de la educación y los derechos
La NEA y la AFT están movilizando y organizando a sus miembros, comunidades e instituciones aliadas de todo el país para defender un sistema educativo público inclusivo y diverso, así como al alumnado y los colectivos que dependen de él.
"Somos educadores y educadoras. Lo primero que estamos haciendo es educar a las personas de nuestros sindicatos, a las instituciones que se alían con nosotros, a nuestras familias y también a las personas que votaron a Trump. Hemos estado organizando y movilizando a nuestros miembros y aliados para que salgan a la calle y hagan manifestaciones que se opongan a la privatización de nuestras escuelas. La mayoría de personas ama sus escuelas públicas y es sobre esta base que queremos empezar a construir", declaró Pringle.
"Según las encuestas, el 65 % de la población estadounidense no quiere que se desmantele el Departamento de Educación. En los lugares en los que el partido republicano desea eliminar los “vales escolares”, pierde. La gente no votó por esto. Tenemos que unirnos para educar y construir una comunidad que se oponga al caos, la confusión y la crueldad de la administración Trump y de sus amistades multimillonarias", subrayó Weingarten.
Mientras tanto, los sindicatos se han unido para organizar miles de huelgas en las escuelas de todo el país. Además, siguen desafiando las medidas de la administración Trump ante los tribunales y están trabajando para prepararse con miras a las elecciones de mitad de mandato de 2026, en las que Trump podría perder el control del Congreso de Estados Unidos.
Solidaridad mundial con los sindicatos de la enseñanza estadounidenses
Expresando su apoyo a sus compañeros y compañeras de Estados Unidos, Mugwena Maluleke, presidente de la Internacional de la Educación, hizo un llamamiento a la esperanza y a la resistencia, subrayando que la historia demuestra que "los tiranos caen, pero el pueblo siempre gana".
Las organizaciones afiliadas de la Internacional de la Educación en Canadá y México, países colindantes que también están en el punto de mira de la administración Trump, también expresaron su solidaridad con sus contrapartes estadounidenses.
"Como personal educativo, conocemos bien los motivos de Trump para tratar de desmantelar el Departamento de Educación y qué espera lograr haciéndolo desaparecer: ganar más control, más poder y más dinero para poder destinarlo a sus aliados comerciales. Por suerte, el profesorado estadounidense no está solo en esta lucha: educadores y educadoras se están solidarizando con vuestro colectivo desde todas las partes del mundo. Nos asombra vuestra resistencia y determinación y nos inspira vuestro coraje. Estamos aquí para ayudaros, hombro con hombro, y para lo que necesitéis", declaró Shelley Morse, presidenta de la Federación Canadiense de Docentes y miembro del Consejo Ejecutivo de la Internacional de la Educación.
Marjolaine Perreault, directora general de la Centrale des Syndicats du Québec y miembro del Consejo Ejecutivo de la IE, también hizo eco de este mensaje: "Tenéis nuestra solidaridad y nuestro pleno apoyo en vuestra lucha contra una administración que está amenazando vuestros derechos. Lo que ocurre en Estados Unidos tiene repercusiones en todo el mundo, por lo que todas las personas debemos permanecer unidas", añadió.
"El presidente Trump ataca la educación porque es la base de la democracia y la paz. Las escuelas son los lugares donde se siembran y nutren las semillas de la inclusión y la tolerancia. Nos solidarizamos con la NEA y la AFT en su lucha por la educación y los derechos de las comunidades migrantes", arguyó por su parte Alfonso Cepeda Salas, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) de México y miembro del Consejo Ejecutivo de la Internacional de la Educación.
Agradeciendo a sus colegas de todo el mundo por su apoyo, Pringle señaló que "esta comunidad mundial de sindicatos educativos luchará con nosotros hasta el último minuto por el derecho a aprender. Es la única manera de salvar nuestras democracias en todas partes, no solo en EE. UU. Todo nuestro progreso colectivo está en juego, pero los sindicatos se hicieron para este momento. No tengo ninguna duda de que, como colectivo, nos mantendremos unidos y lucharemos como locos, porque nuestros hijos e hijas dependen de nosotros".
"El pueblo unido jamás será vencido. Cuando cunde el miedo, perdemos muchos derechos. Si creamos una comunidad unida y combatimos el miedo para que la próxima generación tenga la capacidad de moldear un mundo mucho mejor, venceremos", sentenció Weingarten.
"Representamos a 33 millones de profesores y profesoras, así como al personal de apoyo a la educación de todo el mundo. Somos esa comunidad. Quien se considere fascista tiene razón al temer a los sindicatos de docentes porque tenemos un historial de lucha de victorias contra el fascismo. Como colectivo, nos mantendremos unidos y seguiremos insistiendo en nuestra lucha desde un buen lugar", concluyó David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación.