Ei-iE

Internacional de la educación
Internacional de la educación

Acción colectiva contra ataques engañosos

publicado 1 marzo 2011 actualizado 12 abril 2011

Una promesa radical de Año Nuevo formulada por el gobernador republicano de Wisconsin, Scott Walker, destinada a suprimir los derechos de negociación colectiva de los docentes, así como sus prestaciones sanitarias y derechos de pensión, ha lanzado a las calles a millares de manifestantes en favor de los sindicatos en los 50 Estados de E.E.U.U., en solidaridad con los sindicatos de Wisconsin.

La movilización decidida de las afiliadas de la IE , la American Teachers Federation - Federación Americana de Docentes- (NEA) y la National Education Association -Asociación Nacional de Educación- (NEA), cuyos líderes y activistas han emprendido una campaña vigorosa a nivel local y nacional, ha dado lugar a encuestas demostrativas del respaldo público a los sindicatos. Una encuesta ha mostrado que el 53% de la población es contraria al recorte de prestaciones y salarial de los docentes, mientras que otra mostró que el 61% se opone a la supresión de sus derechos de negociación colectiva. Incluso las encuestas de los conservadores han demostrado que la mayoría en Wisconsin se opone a la tentativa de Walker de suprimir los derechos de negociación colectiva.

Poco después de las victorias electorales republicanas a escala federal y de Estado, el gobernador de Wisconsin puede que imaginara un panorama favorable, en la medida en que intentaba aprovechar las tribulaciones económicas del país. Pero no estamos en tiempos de bonanza. Mientras que algunos pueden preguntarse acerca del cometido de los sindicatos, muy pocos piensan que el despido de 12.000 trabajadores, de acuerdo con la promesa de Walker, sea la respuesta adecuada.

El planteamiento de Walker es tan previsible como endeble. Los docentes, a su entender, disfrutan de mejor salario y mejores prestaciones que otros en un Estado “sobredimensionado” que debe “adelgazar” si pretende continuar adelante. Esto es una verdad a medias. Teniendo en cuenta la edad y la educación, los empleados del sector público local de E.E.U.U. ganan el 4% menos que sus homólogos del sector privado. Sí, es cierto el déficit de las pensiones, pero si existiese la voluntad política adecuada, la calamidad se podría evitar con un aumento modesto en las dotaciones presupuestarias. Es cierto que los sindicalistas disfrutan generalmente de mejores prestaciones; ese es el sentido de pertenecer a un sindicato: mejorar las condiciones de vida mediante la acción colectiva. Y esa es la razón precisa por la que Walker pretende aplastarlos.

Los planes de Walker tienen poco que ver con la rectificación de un desequilibrio fiscal y mucho con sacar partido de la crisis para dar un golpe fatal al sindicalismo. Si la rectificación del déficit presupuestario fuese realmente su prioridad, Walker no habría aprobado 140M de $ de rebajas de impuestos a las multinacionales ni habría rechazado la aceptación de dotaciones federales para el desarrollo. Como en otros 10 Estados, podría haber previsto el aumento progresivo de los impuestos.

Ningunas de estas contradicciones son específicas de Wisconsin. Podrían contarse historias similares tanto de los lejanos Ecuador o Irlanda como de los muy cercanos Indiana u Ohio, donde se están proponiendo leyes contundentes en menoscabo de los sindicatos. Esto ayuda a explicar los mensajes de solidaridad y de apoyo recibidos en cascada por AFT y NEA, sindicatos afiliados de la IE.

Wisconsin ofrece una ilustración muy palpable del sofisma ideológico y de la falsedad política justificadora de los ataques. Habiendo comenzado esta lucha de forma tan descarada, Walker tiene pocas alternativas aparte de seguir adelante hacia un lamentable final.

Los sindicatos de enseñanza AFT y NEA entienden la situación, y por ello sus líderes y activistas se han lanzado a las ondas de radiocomunicación y a las calles para manifestarse ante los ayuntamientos y la capital del Estado. Los sindicatos entienden que tienen que desplegarse y convencer a la gente de que esta lucha es por la defensa de los derechos laborales básicos de la ciudadanía, y solo la unión de fuerzas permitirá ganar esta batalla y poner freno al deterioro de las condiciones.

Esta es la razón por la cual la lucha de los docentes estadounidense ha adquirido tal significación internacional, y también por qué la IE ha mantenido contacto diario con AFT y NEA, mientras que se prepara para presentar una denuncia ante la OIT contra la violación por las autoridades de E.E.U.U. de los derechos laborales básicos, y ante el Comité de expertos de CEART respecto a la recomendación de la OIT-UNESCO relativa a las condiciones de los docentes.

Haciendo frente a una amenaza existencial, el movimiento sindical ha ensanchado sus horizontes y ha galvanizado una oposición pluralista, de carácter nacional. Esto es una condición previa para el éxito, pero sin duda no se trata de una auténtica garantía.