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La Internacional de la Educación insta a los gobiernos a mejorar la protección de los/las migrantes y refugiados/as

publicado 18 diciembre 2018 actualizado 20 diciembre 2018

En el Día Internacional del Migrante, la Internacional de la Educación reafirma su compromiso de defender y promocionar los derechos de los/las trabajadores/as migrantes y los/las refugiados/as, así como del personal educativo y los/las docentes y migrantes y refugiados.

La Internacional de la Educación (IE) y los sindicatos mundiales instan a los gobiernos a ratificar y aplicar las convenciones de las Naciones Unidas, los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y otros instrumentos internacionales para proteger los derechos de los/las trabajadores/as migrantes y, en particular, su derecho de formar y afiliarse a sindicatos.

El Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, adoptado recientementeen la Conferencia Intergubernamental celebrada en Marruecos el 10 y 11 de diciembre, constituye un acuerdo histórico en la gobernanza de la migración internacional. El acuerdo no es jurídicamente vinculante, pero proporciona un marco de cooperación internacional en materia de migración. Además, existe un Pacto Mundial sobre Refugiados, que no sustituye a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 o el Protocolo sobre el Estatuto de los Refugiados de 1967.

Garantizar el acceso de los/las migrantes a servicios públicos de calidad

“La educación, así como el resto de los derechos humanos de los/las migrantes, es un elemento importante del nuevo Pacto Mundial para la Migración”, destacó el Secretario General de la IE, David Edwards, el cual también insistió en la importancia de adoptar un enfoque de la migración que englobe a toda la sociedad, tanto en el plano local como el nacional.

Asimismo, Edwards hizo hincapié en que los países de destino y los de tránsito deben garantizar el acceso de los/las migrantes a servicios públicos de calidad, en particular su acceso a una educación pública de calidad, independientemente de su situación migratoria: “Nuestros sistemas educativos, escuelas y todas las instituciones educativas deben ser más incluyentes, sensibles y adaptadas a las necesidades de los/las niños y jóvenes migrantes. Los gobiernos deber velar por que los planes de estudios y el material pedagógico reflejen la diversidad cada vez mayor de la población estudiantil y se desarrollen con la plena participación de los/las educadores/as y sus sindicatos. Además, los gobiernos deberían trabajar, en colaboración con los sindicatos de docentes, para facilitar el reconocimiento de las cualificaciones de los/las docentes migrantes y refugiados/as”.

Abordar las causas fundamentales de la migración y el desplazamiento

Señalando que “el Pacto Mundial ofrece un apoyo muy necesario para que los Estados Miembros colaboren con otros países, las Naciones Unidas, los sindicatos, las organizaciones de la sociedad civil y otros actores, para hacer frente a los urgentes desafíos que plantea la migración internacional”, Edwards destacó que este acuerdo “brinda la oportunidad de que las Naciones Unidas y los gobiernos aborden las causas fundamentales de la migración y el desplazamiento. Las Naciones Unidas, sus organismos y los gobiernos deben prevenir y abordar de frente el conflicto, combatir el conflicto, la violencia, la pobreza, el cambio climático y sus consecuencias devastadoras en el medio ambiente y la vida humana, y corregir las desigualdades económicas en los países y las regiones y entre ellos”.

Edwards añadió que “garantizar la paz y la estabilidad política y mejorar las condiciones socioeconómicas en los países de origen harán que la migración sea una opción en lugar de una necesidad para millones de personas en movimiento. Recordemos que las personas tienen libertad de movimiento y el derecho de migrar, pero no deberían verse obligadas a hacerlo por circunstancias ajenas a su voluntad”.

Cambiar realmente las vidas de los/las trabajadores/as migrantes en el terreno

Por último, el dirigente de la IE reconoció que “el indicador definitivo del éxito del Pacto Mundial será si este cambia realmente las vidas de los/las trabajadores/as migrantes en el terreno garantizando la libertad de sindical, su derecho a formar y afiliarse a sindicatos, a la protección social y a participar en la negociación colectiva. Muchos/as trabajadores/as migrantes continuarán sindicándose y movilizándose a través de sus sindicatos y comunidades. El Pacto Mundial debería ser un instrumento de apoyo para promocionar el trabajo decente y la justicia económica y social”.