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Mundos de la Educación

Jake Brewer / Flickr
Jake Brewer / Flickr

“El giro hacia la educación en línea durante la ola pandémica”, por Nadine Molloy.

publicado 19 febrero 2021 actualizado 10 febrero 2022
Escritos por:

Nadine A. Molloy ha recibido recientemente el reconocimiento del Jamaica Observer por su extraordinaria labor en la dirección de la Ardenne High School de Kingston durante la tormenta provocada por la crisis de la COVID-19[1]. Hemos pedido a Nadine que nos cuente cómo ha sido su experiencia con respecto a integrar la tecnología en la educación, garantizar la preparación de docentes y estudiantes, y lograr altos niveles de asistencia en las clases en línea y mejores resultados en los exámenes.

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El 12 de marzo de 2020, Jamaica se sumó al resto del mundo en la imposición del confinamiento a su población por la pandemia de COVID-19. Conforme aumentaban el temor y la incertidumbre, la fraternidad educativa iba cayendo en picado. ¿Cómo es la mejor manera de continuar la educación, si es que la hay? La semana previa a la inevitable medida, los equipos de dirección de la Ardenne High School contemplaron el modo de continuar llegando al alumnado, especialmente a quienes se habían inscrito en nuestra sesión de mayo-junio del Caribbean Examinations Council(CXC) regional. La respuesta de los equipos de diseño tecnológico encargados de conseguir la integración de las TIC en el proceso de enseñanza, aprendizaje y evaluación fue inmediata. Confiábamos en aprovechar lo que sabíamos y poder impartir el aprendizaje en el espacio virtual.

¿Qué funcionó en el caso de Ardenne para que las clases presenciales pudieran virar a clases virtuales con relativa facilidad? La dirección de Ardenne había incluido la tecnología y su integración en la educación como aspecto esencial de su plan de mejora escolar para 2017-2020. Los años dedicados a mejorar la tecnología y formar y desarrollar al personal permitieron una transición perfecta de la educación presencial a la enseñanza en línea. Teníamos implantadas directrices de política sobre traer dispositivos propios, el uso de los medios sociales y la integración de las TIC. Todo el alumnado recibe una materia basada en la tecnología de la cual se examina. Además, hemos estado inmersos en una transición a un funcionamiento electrónico, y la mayoría de nuestros sistemas han pasado a estar en línea durante los últimos seis años. Cualquier persona que se incorporaba a la escuela recibía una introducción sobre el uso de la tecnología en todas las facetas de las operaciones de la escuela. La comunicación es exclusivamente electrónica. La tecnología a nivel del aula, como los paneles interactivos, y el acceso a Internet en toda la escuela son tendencias ascendentes. Google Classroom, Schoology, Edmodo, RenWeb LMS y Moodle, entre otras, son plataformas de aprendizaje que destacaban en nuestros círculos y nuestra comunidad de aprendizaje profesional. Hicimos un proyecto piloto de evaluación electrónica y, pese a un intento de pirateo informático, los comentarios relativos a la mejora y el agradecimiento de todo el alumnado fueron excelentes. Se definieron nuevos roles y funciones en equipos, descripciones de puestos y funciones rediseñados. La escuela ha situado la tecnología en el mismo centro de su cultura.

El trayecto

La comprensión del personal de que la cuarta revolución industrial estaba cambiando con rapidez el mundo del trabajo y el estudio hacia el que el alumnado está iniciando un proceso de transición, quizá fue la curva menos pronunciada. Las actividades de la comunidad de aprendizaje profesional tenían un amplio alcance, eran significativas y, lo más importante, se promovían internamente. Aunque se produjeron los retrocesos habituales, en general, las personas se involucraban conforme participaban en los debates y las sesiones de formación. El alumnado quería tener un dispositivo en la escuela; eso supondría disponer de acceso a entretenimiento al alcance de la mano. El factor del entretenimiento del espacio virtual demostró ser la curva más pronunciada que encarar a la hora de replantear y reorientar la tecnología como una potente herramienta de aprendizaje. A pesar de ciertas trabas por parte de padres y madres, conseguimos una mayor integración tecnológica en septiembre de 2020.

El 12 de marzo de 2020, los imperativos eran convincentes. Necesitábamos llegar al alumnado en año de exámenes para impartirles la preparación final que habría durado al menos otras seis semanas. Teníamos que mantener la enseñanza a todos los niveles, aunque promoviéramos activamente el aprendizaje independiente. Nunca se pasó por nuestras cabezas colectivamente que no llegáramos a nuestro alumnado en línea, dada nuestra orientación tecnológica. Se empezó a marcar casillas. Yo estaba de vacaciones y confinada, de modo que me engancharon con éxito para formar parte del proceso. Los puntos estaban bien alineados, dado que la mayoría del alumnado ya poseía dispositivos propios y tenía acceso a Internet. Si los miembros del personal carecían de dispositivos adecuados para enseñar, la escuela era capaz de ofrecerles respaldo. Como la enseñanza comenzaba el 13 de marzo, algunos más dieron el paso de adquirir dispositivos, y la semana siguiente la enseñanza estaba en su apogeo con una oscilación entre el 90 y el 100 % de asistencia. Conforme avanzaron las semanas, los comentarios de madres, padres y estudiantes empezaron a destacar las mejoras evidentes que estaban produciéndose. El alumnado se presentó a sus exámenes y nos complació constatar una mejora del rendimiento con respecto al año anterior.

El reconocimiento de que la escuela es un lugar seguro para que gran parte del alumnado socialice y se estabilice no nos dejó otra alternativa que trasladar también al contexto en línea el programa de orientación y asesoramiento, los clubes y las sociedades, el programa de tutoría y las actividades de enriquecimiento como el Día del Patrimonio, las conferencias de personalidades distinguidas, el espectáculo de Navidad, la entrega de premios y, pronto, el servicio comunitario. El personal no se queda atrás con las fiestas virtuales. La guinda del pastel fue el desplazamiento a la fiesta de Navidad al final del primer trimestre. Estábamos tan felices de vernos en persona después de tantos meses de sesiones de Zoom y Google Classroom. El profesorado tiene elección, de ahí que haya integrantes que trabajen desde casa y, en otros casos, lo hagan desde la escuela.

El agradecimiento que nuestras partes interesadas han manifestado de los grandes pasos realizados por la escuela es igual de motivador que su apoyo.

Cuando ha sido necesario, el alumnado se ha presentado en los ejercicios de laboratorio que debían realizarse de manera presencial. El 12 de febrero concluyó nuestra primera experiencia virtual de exámenes internos. Algunos días, conforme veía al personal de supervisión de exámenes desplazándose por el proceso en el navegador seguro para los exámenes Inspera a través de los grupos de WhatsApp, parecía que estaba viendo una película. El profesorado siempre será docente y el alumnado siempre intentará aventajarnos. Es más numeroso el alumnado que ha mejorado en el espacio en línea que el que no. El personal docente es más experto a la hora de preparar las lecciones adecuadas. Ardenne está capacitada para el aprendizaje en línea, pero echamos en falta el ruido de la enseñanza en nuestro campus, y esperamos disponer de una interfaz mixta dentro de varias semanas y, finalmente, tener clases presenciales tan pronto como lo permita la pandemia.

Sí, hemos aprendido mucho sobre nosotros y nuestro alumnado. Gracias a nuestra preparación, hemos promediado una asistencia del alumnado en el percentil 90.°. Aunque aún falta mucho por aprender conforme se analizan los datos, sabemos que el plan de estudios impartido no puede ser el mismo. Internet se ha reorientado como muchas personas lo concebían, como una potente herramienta para acceder a información, generarla y difundirla. No dejo de recordar las palabras de una colega que preguntaba que dónde trabajaría o estudiaría nuestro alumnado con una regla en lugar de con el software de diseño AutoCad. Esa conversación fue uno de los catalizadores que inspiró mi determinación de dirigir a nuestra escuela hacia una dirección que se aproximara más al mundo para el que estamos preparando al alumnado. Como ya usamos plenamente AutoCad, ahora respondo con confianza: “¿Qué regla?”.

[1] Véase http://www.jamaicaobserver.com/all-woman/20-women_who_rocked_2020_210691?profile=1606

Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.