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Mundos de la Educación

Docentes principiantes bajo presión: Conclusiones a partir del TALIS 2024

publicado 7 octubre 2025 actualizado 7 octubre 2025
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El conocido déficit de docentes en numerosos países de todo el mundo plantea ciertas preguntas sobre el bienestar del profesorado y su satisfacción laboral. ¿Qué parte del personal académico prospera? ¿Quiénes están teniendo dificultades? ¿Qué factores podrían favorecer el abandono de la profesión? ¿Cuáles animarían al profesorado a quedarse? Los datos del cuarto ciclo del Estudio Internacional sobre la Enseñanza y el Aprendizaje (TALIS 2024) contribuyen a arrojar luz sobre los motivos de preocupación comunes y sobre potenciales estímulos políticos para resolver la situación.

Satisfacción general del profesorado con su trabajo

A pesar de que la docencia puede ser una profesión muy exigente, la proporción de personas docentes que afirma sufrir "mucho" estrés en su trabajo es minoritaria (un 19 % de media en los países de la OCDE). Tampoco es habitual que el profesorado de la OCDE considere que su actividad profesional incide negativamente "en gran medida" en su salud física (8 %) o mental (10 %). Además, la mayoría de docentes responde de forma positiva a las preguntas sobre la satisfacción laboral y el entorno de trabajo: el 89 % del profesorado está satisfecho con su trabajo en general y, por término medio, el 90 % disfruta trabajando en su escuela.

En el caso de los sistemas educativos que presentan falta de docentes, resulta de especial interés la experiencia del personal que acaba de incorporarse a la profesión. ¿Las y los profesores principiantes disponen de todo lo necesario para tener éxito durante sus primeros años de carrera? ¿La inversión (tanto pública como personal) en la formación docente inicial parece sostenible?

Por lo que respecta a su bienestar general y a la satisfacción laboral, los datos del TALIS sugieren que al profesorado principiante le va tan bien como a los y las docentes con más experiencia. En la mayoría de sistemas educativos, no hay diferencias estadísticas significativas entre personas principiantes y veteranas en materia de satisfacción con el trabajo ni tampoco en lo relativo a la proporción de docentes que sufre "mucho" estrés en general.

El profesorado principiante tiene más dificultades para mantener la disciplina en el aula

Sin embargo, al profesorado principiante le afectan ciertos motivos de estrés con más frecuencia que a sus colegas con más experiencia, en concreto:

  • Mantener la disciplina en el aula (de media, 55 % de principiantes frente al 41 % del profesorado veterano)
  • Dedicar demasiado tiempo a la preparación de las clases (38 % de principiantes frente al 33 % del profesorado veterano)
  • Estar al día con la formación profesional (de media, 26 % de principiantes frente al 24 % del profesorado veterano)
  • Ser objeto de intimidación o acoso verbal por parte del estudiantado (de media, 19 % de principiantes frente al 17 % del profesorado veterano)

La prevalencia del estrés del personal docente principiante en materia de disciplina en el aula resulta preocupante. Cuando el profesorado tiene problemas con el comportamiento del estudiantado y la gestión del aula, se pierde tiempo de clase y las interrupciones influyen negativamente en el aprendizaje.

Además, las dificultades disciplinarias son especialmente dañinas para la satisfacción laboral y el mantenimiento de docentes. Por término medio, el personal pedagógico al que le resulta estresante mantener la disciplina presenta el doble de probabilidades de abandonar la enseñanza en cinco años.

Por lo tanto, el apoyo a las y los profesionales principiantes en materia de gestión del aula debe ser una prioridad fundamental para las instancias políticas y las direcciones escolares que pretendan impulsar la permanencia del profesorado. Aunque el déficit de docentes no es universal, el TALIS apunta a una alta incidencia, dado que en casi un tercio de los sistemas educativos participantes hay más de un 20 % del personal académico principiante que se plantea dejar la profesión durante los cinco próximos años.

¿Por dónde empezar para rebajar el estrés derivado de la disciplina en el aula?

No resulta sorprendente que a los y las docentes principiantes les cueste mantener la disciplina en el aula con más frecuencia que a sus colegas con experiencia. Al comienzo de su carrera, el profesorado puede carecer de los conocimientos prácticos que se adquieren con el tiempo y desconocer aún qué enfoques se adaptan mejor a su estilo de enseñanza y a su estudiantado. Por eso, cabría esperar un sistema adaptado que colocara al profesorado principiante en entornos menos exigentes mientras desarrolla sus habilidades en este ámbito.

Sin embargo, no es raro que a quienes acaban de empezar se les asignen precisamente las clases más difíciles. Por ejemplo, en muchos sistemas educativos, es más probable que las y los docentes principiantes tengan una mayor proporción de estudiantes que no entienden bien el idioma, a pesar de que la tendencia a referir estrés debido a la disciplina en el aula aumenta cuando los grupos son más diversos (lo que acarrea una amplia variedad de necesidades educativas especiales y escenarios comportamentales y lingüísticos).

Las actividades de formación profesional centradas en la gestión del aula pueden ayudar al profesorado a mantener la disciplina y el personal principiante tiende a participar más en este tipo de cursos que sus homólogos con más experiencia. No obstante, se percibe una brecha entre la participación y el acceso a esa formación. En Austria, más de una cuarta parte de las y los docentes principiantes tiene una gran necesidad de formación profesional relacionada con la gestión del aula y el comportamiento del estudiantado, pero no ha asistido a ningún curso sobre la materia en el último año.

Al profesorado —en especial, el recién incorporado a la profesión— también le resultan útiles las valoraciones periódicas sobre sus prácticas didácticas. De media, tres cuartas partes de los y las docentes principiantes que han recibido comentarios al respecto consideran que ha mejorado su forma de gestionar el comportamiento del estudiantado. Este punto presenta un panorama positivo.

Sin embargo, podemos preguntarnos cómo apoyar más a esa cuarta parte de principiantes que no reciben comentarios útiles y a quienes no reciben ningún tipo de valoración. De media, alrededor del 20 % del profesorado asegura que no ha recibido nunca opiniones basadas en la observación de sus prácticas pedagógicas en el aula.

Una opción podría ser mejorar los programas de mentoría, que permiten al personal docente principiante recabar valoraciones (útiles) y consejos de compañeras y compañeros con más experiencia. De hecho, los datos del TALIS confirman que hay una correlación positiva entre contar con una mentora o un mentor asignado y un mayor nivel de bienestar y satisfacción laboral.

Se constata un modesto aumento (de media, 6 puntos porcentuales) con respecto a 2018 en la proporción de docentes principiantes que disponen ahora de un mentor o una mentora. Sin embargo, la mayoría (de media, un 75 %) sigue sin tener a una persona asignada.

Conclusiones principales

La inmensa mayoría de docentes manifiesta satisfacción con su trabajo y resultados positivos en los indicadores de bienestar laboral. No obstante, el profesorado principiante se ve especialmente afectado por el estrés derivado de cuestiones de disciplina en el aula. La prevalencia de este factor de estrés requiere un estudio detallado debido a su incidencia negativa en los resultados de docentes y estudiantes.

Por lo que respecta a los sistemas educativos, hay que prestar atención a varias áreas. En primer lugar, el profesorado principiante presenta más probabilidades de enseñar en grupos estudiantiles diversos, a pesar de que es más probable que sea el profesorado experimentado el que disponga de las habilidades de gestión necesarias para desenvolverse en esos entornos. Además, parte del profesorado principiante carece de la ayuda suficiente en lo referido a mejorar sus prácticas de gestión del aula, debido a la falta de acceso a programas de mentoría, actividades de formación profesional y valoraciones útiles.

Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.