Docentes y sindicatos impulsan iniciativas innovadoras para empoderar a las niñas y garantizar su derecho a la educación
Celebramos el Día Internacional de la Niña
Con motivo del Día Internacional de la Niña, el personal docente de todo el mundo reafirma su compromiso de favorecer el avance de los derechos de las niñas a través de la educación.
“El acceso a una educación pública, gratuita y de calidad para todas las niñas es un derecho fundamental y un compromiso ineludible para el profesorado y sus sindicatos en todo el mundo. Desde hace décadas, la Internacional de la Educación trabaja sin descanso para que todas las niñas, en cualquier rincón del planeta, puedan ejercer este derecho. Nuestro 10.º Congreso Mundial reafirmó este compromiso. Aunque las barreras persisten y, en ocasiones, los avances se ven mermados, el activismo paciente y constante a favor de las niñas está transformando muchas vidas en todo el mundo. El profesorado y sus sindicatos marcan el rumbo, ideando soluciones creativas y eficaces para derribar esas barreras”, afirmó Haldis Holst, secretaria general adjunta de la Internacional de la Educación.
La educación transforma
La educación es un derecho habilitante que propicia el ejercicio de todos los demás derechos humanos.
Los datos demuestran que la educación tiene un impacto transformador real en la vida de las mujeres y las niñas. La falta de acceso a la educación cuesta a los países billones de dólares.
Las mujeres con educación secundaria ganan casi el doble que aquellas que no han recibido educación formal. También son menos propensas a sufrir violencia doméstica y disfrutan de un mayor bienestar psicológico. Un mayor nivel educativo se asocia con menores tasas de matrimonio infantil, de fertilidad, así como de mortalidad y malnutrición infantiles.
A pesar del papel esencial que desempeña la educación en la vida de las mujeres, 122 millones de niñas siguen sin ir a la escuela.
En todo el mundo, el acceso de las mujeres y las niñas a una educación pública de calidad sigue topándose con numerosos obstáculos. La pobreza menstrual, los embarazos adolescentes, el cambio climático y la ofensiva de la extrema derecha contra la igualdad de género son barreras que siguen impidiendo que las niñas ejerzan su derecho a la educación.
Los sindicatos luchan para que las escuelas estén abiertas a todas las niñas
Rumanía: el embarazo en la adolescencia no debe suponer el fin de la educación
Según Alexandra Cornea, de la Federación Sindical Libre de la Educación (FSLI), “en Rumanía, los embarazos en la adolescencia siguen siendo un obstáculo para la educación de las niñas, especialmente en las comunidades rurales y marginadas. Muchas se convierten en madres mientras aún están en la escuela y, debido al estigma, la falta de sistemas de apoyo y las rígidas políticas escolares, jamás regresan para terminar sus estudios. Aproximadamente el 10 % de todos los nacimientos son de madres adolescentes, y 8 de cada 10 niñas abandonan la escuela debido al embarazo. Esto contribuye de manera significativa a las altas tasas de abandono escolar, perpetuando los ciclos de pobreza y desigualdad”.
La FSLI se ha movilizado para garantizar que las niñas cuenten con la información necesaria para evitar embarazos no deseados y reciban apoyo para continuar con su educación después del parto.
“Como sindicato comprometido con una educación inclusiva y equitativa, la FSLI cree que la única solución es la educación, ya que sin ella las niñas se vuelven vulnerables. La educación es un arma defensiva, ¡quizás la más poderosa! Junto con diversas ONG, organizamos visitas a escuelas para hablar con las niñas sobre prevención, autoprotección y la importancia de asistir a la escuela, y para facilitarles el acceso a información sobre servicios de asistencia social y actividades formativas. Creemos que todas las niñas tienen derecho a la educación, independientemente de sus circunstancias, y seguimos promoviendo programas que ofrecen una segunda oportunidad real (como el Programa Nacional “Una segunda oportunidad”). Empoderar a las niñas significa darles las herramientas que necesitan para elegir su futuro, y la educación es el punto de partida”.
Alexandra Cornea, directora de Relaciones Internacionales, Educación, Formación y Programas, Federación Sindical Libre de Educación.
Ghana: una solución eficaz a la pobreza menstrual que provoca absentismo escolar
La falta de acceso a productos de higiene menstrual impide a menudo que las niñas acudan a la escuela. En Ghana, por ejemplo, las compresas desechables están clasificadas como artículos de lujo y se les aplican elevados aranceles de importación. Su precio, de unos dos dólares por un paquete de ocho unidades, las hace inasequibles para las niñas de familias con bajos ingresos. Además, muchas escuelas de Ghana carecen de instalaciones sanitarias adecuadas, así como de agua corriente y vestuarios para las alumnas.
“La estigmatización que sufren las niñas durante ese periodo del mes y el hecho de que las compresas sigan considerándose un artículo de lujo para la mayoría de las que proceden de familias con pocos recursos suponen un gran obstáculo para la educación y el empoderamiento de las niñas”, advierte Rebecca Ocran Abaidoo, de la Asociación Nacional de Docentes Titulados (NAGRAT).
El personal docente informa de que las niñas faltan al menos cinco días al mes a la escuela por la menstruación. Muchas de ellas se ven obligadas a utilizar materiales insalubres, como hojas o periódicos. Como subraya Ocran Abaidoo: “La situación afecta tanto a la asistencia de las adolescentes que el efecto acumulado a lo largo de diez años es inimaginable”. Algunas incluso llegan a abandonar la escuela por completo porque no logran ponerse al día con las tareas.
Con el apoyo de la Fundación Steve Sinnott, la NAGRAT ha organizado sesiones para enseñar al personal docente y al alumnado a fabricar compresas reutilizables. El impacto de esta sencilla iniciativa ha sido transformador:
“Enseñar a las niñas y al personal docente a fabricar una compresa digna, asequible y eficaz es algo verdaderamente liberador. Ahora, las niñas pueden vivir su ciclo con dignidad y sin molestias. Las niñas a las que hemos formado hasta ahora pueden ya ir a la escuela todos los días y prepararse plenamente para el mundo laboral y para la vida en general”.
Rebecca Ocran Abaidoo, coordinadora nacional de género, NAGRAT Ghana
El Pacífico: proteger la educación de las niñas frente a los efectos del cambio climático
El cambio climático afecta de manera desproporcionada a las niñas y a las mujeres de las comunidades más vulnerables. Los roles de género tradicionales y las desigualdades hacen que sean ellas quienes sufren las peores consecuencias: desde verse obligadas a caminar cada vez más lejos para buscar agua hasta enfrentarse a un mayor riesgo de violencia de género.
En el Pacífico, los desastres naturales, como los ciclones y la subida del nivel del mar, dañan las escuelas, obligan a las familias a desplazarse y aumentan las tareas domésticas de las niñas, lo que provoca absentismo y abandono escolar. La falta de acceso al agua potable, a servicios de saneamiento y a productos de higiene menstrual agrava aún más el absentismo, sobre todo en situaciones de emergencia.
Bajo el paraguas del Consejo de Educación del Pacífico, las organizaciones miembro de la Internacional de la Educación en el Pacífico Sur trabajan para garantizar que las niñas puedan seguir estudiando.
“Los sindicatos de la enseñanza y los organismos educativos están respondiendo activamente. En Fiyi, por ejemplo, los sindicatos impulsaron la construcción de escuelas resilientes al clima tras el paso del ciclón Winston. En Tonga, el Consejo de Educación del Pacífico defendió dar prioridad a las niñas en la recuperación del sistema educativo tras los desastres naturales. En Vanuatu, el profesorado recibe ahora formación para apoyar al alumnado afectado por el traslado de centros educativos a causa del aumento del nivel del mar. El informe de Plan International de 2024 ha propiciado la mejora de las instalaciones de agua, saneamiento e higiene (WASH) en las escuelas de toda la región. La Iniciativa de Sistemas Educativos Climáticamente Inteligentes 2025, implantada en países como Fiyi y las Islas Salomón, contribuye a crear entornos escolares más seguros e incorpora una educación climática con perspectiva de género. En conjunto, estos esfuerzos buscan garantizar que el cambio climático no prive a las niñas del Pacífico de su derecho a la educación”.
Neselinda Meta, secretaria general del Consejo de Educación del Pacífico, que agrupa a las organizaciones miembro de la Internacional de la Educación en el Pacífico Sur.
Estados Unidos: resistir la ofensiva de la extrema derecha contra la igualdad de género
El auge de las fuerzas ultraconservadoras está minando los avances logrados en materia de igualdad de género en muchas partes del mundo, incluidos los países más ricos.
Franchesca Mejía, de la Asociación Nacional de Educación (NEA), afirma que “en las escuelas de todo Estados Unidos, las niñas siguen encontrando barreras como el acoso sexual, los prejuicios de género y la falta de oportunidades en ámbitos como las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM), el deporte y campos en los que tradicionalmente predominan los hombres. Con la creciente influencia de los creadores de contenido en línea, que presentan a las mujeres y a las niñas como inferiores a los hombres y a los niños, la violencia y la discriminación contra ellas no han dejado de aumentar”.
El personal docente y sus sindicatos están decididos a garantizar que continúen los avances en los derechos de las mujeres y a asegurar que las niñas, en toda su diversidad, tengan acceso a una educación de calidad, libre de discriminación y de cualquier forma de violencia.
“Para crear entornos de aprendizaje seguros, inclusivos y empoderadores, debemos seguir aplicando las leyes federales que prohíben la discriminación por motivos de identidad de género y orientación sexual, formar al personal docente en igualdad de género, y dar más voz a las niñas mientras construyen su identidad. Como educadores y educadoras, es esencial que enfrentemos la discriminación de género entre nuestros alumnos y el sexismo en nuestras aulas. El Comité de Asuntos de las Mujeres de la NEA se ha comprometido a investigar, adaptar y difundir marcos de acción para abordar estos problemas concretos. A través del trabajo colectivo, podemos garantizar que todo nuestro alumnado se sienta seguro e integrado en su comunidad educativa”.
Franchesca Mejia, presidenta del Comité de Asuntos de la Mujer de la NEA y profesora de orquesta en una escuela secundaria
Movilización continua por el derecho de las niñas a la educación
Promover la igualdad de género a través de la educación sigue siendo una prioridad para la IE y sus organizaciones afiliadas. La educación pública gratuita y de calidad es fundamental para garantizar el derecho a la educación de todas las niñas.
Lamentablemente, la escasez mundial de 50 millones de docentes y la insuficiencia de presupuestos educativos están poniendo en jaque este derecho. Peor aún, los drásticos recortes en la ayuda oficial al desarrollo destinada a la educación, y su consiguiente caída del 24 % con respecto a 2023, podrían dejar sin escolarizar a seis millones de niños y niñas más a finales de 2026.
A través de la campaña ¡Por la pública! Creamos escuela, el personal docente y sus sindicatos trabajan colectivamente en todo el mundo para garantizar el derecho de cada estudiante a tener docentes cualificados, debidamente respaldados, en entornos de aprendizaje de calidad.
“A través de nuestra labor de sensibilizacion a nivel internacional y nacional, el diseño de planes de estudios, en nuestras escuelas y en nuestros sindicatos, trabajamos para promover y reflejar la igualdad de género, para que todas las niñas tengan la oportunidad de ir a la escuela y se sientan libres, seguras, inspiradas y empoderadas para perseguir sus sueños y desarrollar todo su potencial”, concluyó Holst.