El Líbano: La campaña "¡Por la pública! Creamos escuela" pasa a la acción
Partiendo de las recomendaciones del Grupo de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Profesión Docente (UNHLP), el Consenso de Santiago y un nuevo estudio centrado en la economía política de su sector educativo, las organizaciones libanesas afiliadas a la Internacional de la Educación (IE) están reclamando un aumento de los fondos destinados a la profesión docente y a la educación pública en el marco de la campaña ¡Por la pública! Creamos escuela.
La investigación pone de manifiesto la acuciante necesidad de invertir en educación
El pasado 8 de octubre de 2025 se presentó en Beirut un nuevo estudio que destaca los retos urgentes a los que se enfrenta el sector educativo debido a la falta de financiación. Este trabajo dio el pistoletazo de salida a la fase II de la campaña nacional "¡Por la pública! Creamos escuela", tras una etapa centrada en concienciar y potenciar el compromiso con los objetivos conducentes a lograr una mayor inversión en el profesorado y en la educación pública en las siete provincias libanesas.
La investigación confirma la necesidad de incrementar notablemente los fondos y asegurar una financiación sostenible y sistemática de la educación pública.
Además, incide en que el aumento del presupuesto educativo en términos porcentuales hasta aproximadamente el 2,4 % del PIB se debe fundamentalmente a la contracción económica y que, en la práctica, el gasto educativo del Líbano se ha reducido desde los 1200 millones anuales entre 2013 y 2015 a los 114 millones en 2022. En un contexto de crecimiento continuo de la inflación, estos fondos resultan claramente insuficientes.
El estudio también muestra que alrededor del 70 % del profesorado trabaja con contratos temporales, sin acceso a beneficios, ganando entre 1 y 2 dólares la hora y, a menudo, dejando de percibir su salario durante largos periodos de tiempo. Esta estructura dual que divide la fuerza laboral entre personal docente fijo y temporal ha generado un gran malestar en la profesión.
Incluso sumando las dietas, los ingresos mensuales oscilan entre 200 y 300 dólares, muy lejos del umbral mínimo de supervivencia, cifrado en torno a 450-500 dólares, y por debajo del salario que se paga en muchos empleos no cualificados.
La creación de una Comisión Nacional de Docentes
Tras la presentación de los resultados de la investigación, la ministra de Educación, Reema Karameh, se dirigió a las y los representantes sindicales y se comprometió a crear una Comisión Nacional de Docentes. Esta iniciativa constituye un paso importante para asegurar el diálogo social, el desarrollo coordinado de políticas y la mejora de las condiciones del profesorado en el país.

La ministra de Educación del Líbano, Reema Karameh.
Manal Hdaife, presidenta de la Estructura Interregional para los Países Árabes (ACCRS) de la Internacional de la Educación y miembro del UNHLP, acogió con satisfacción el anuncio de la ministra Karameh: "Reunir a todos los sindicatos con el Ministerio de Finanzas y el Consejo Ministerial es un avance crucial e inclusivo para abordar los desafíos urgentes que afectan a nuestro profesorado. Es una medida de una importancia vital que se hace eco de la quinta recomendación del informe del Grupo de Alto Nivel sobre la Profesión Docente. Estamos deseando colaborar con el Ministerio para mejorar la situación y las condiciones del personal educativo de todo el país".

Manal Hdaife, presidenta de la Estructura Interregional para los Países Árabes de la Internacional de la Educación.
Hdaife concluyó afirmando que ha llegado el momento de pasar a la acción e invertir de forma decidida en la educación pública.
Antecedentes
Desde 2019, el sistema educativo público del Líbano ha sufrido las consecuencias de múltiples crisis solapadas, entre ellas, el hundimiento económico, el bloqueo político, la pandemia de COVID-19, la explosión en el puerto de Beirut y la guerra de 2023-2024 declarada por Israel.
Estas crisis han tenido una enorme incidencia en los salarios docentes, que han caído por debajo del umbral necesario para vivir, y en la regularidad del pago de nóminas en las escuelas públicas, una situación a la que se han sumado la temporalidad y la inseguridad de las medidas de asistencia adoptadas, como los complementos específicos "por productividad".
La mayoría del profesorado del sector público libanés trabaja con contratos precarios sin apenas beneficios y sin perspectivas claras de continuidad. Las reformas sobre contratación y escalas salariales se han postergado en repetidas ocasiones. La escasa capacidad administrativa a nivel escolar, la fragmentación de las decisiones políticas y la excesiva dependencia de la ayuda externa dificultan todavía más la posibilidad de contar con sueldos estables y predecibles.
Ante este difícil contexto, el profesorado sufre una enorme tensión emocional, se siente desesperanzado y considera que la administración escolar y el Ministerio de Educación ignoran sus necesidades en cuanto a bienestar y salud mental.
Por otra parte, los sindicatos docentes no cuentan con reconocimiento legal en el Líbano, lo que socava su capacidad para organizarse y reclamar mejores condiciones de trabajo y aumentos salariales y exacerba los retos a los que se enfrenta el personal educativo.
Próximos pasos basados en las recomendaciones de investigación
Esta cita ha servido para concienciar y ha hecho que la UNESCO y el Ministerio de Educación del Líbano soliciten el informe completo del estudio. Además, los sindicatos educativos libaneses han podido tejer alianzas con el Parlamento. Tres jóvenes integrantes de la cámara parlamentaria asistieron a la reunión del 8 de octubre y expresaron su apoyo a la campaña.
Las organizaciones libanesas afiliadas a la IE también están aprovechando la campaña ¡Por la pública! para impulsar la creación de una Coalición de Sindicatos del Sector Público con el objetivo de plantear demandas conjuntas.