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Haití: estado de emergencia en la enseñanza pública, entre la crisis de seguridad y la movilización sindical

publicado 14 noviembre 2025 actualizado 17 noviembre 2025

En un contexto marcado por la inseguridad, la precariedad y la inestabilidad política, los sindicatos de la educación haitianos multiplican las iniciativas para defender una escuela pública inclusiva y de calidad. Los testimonios y análisis sobre el terreno revelan una importante movilización impulsada por la campaña “¡Por la pública! Creamos esc. uela”

Un país bajo el yugo de las bandas armadas, una escuela en la cuerda floja

“En materia de seguridad, la situación no ha cambiado mucho. Las carreteras nacionales siguen bajo el control de las bandas armadas”, constata Hubermane Clermont, secretario general de la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación y la Cultura (FENATEC). A pesar de que las actividades escolares se reanudaron oficialmente el 1 de octubre, muchos centros han tenido que ser reubicados en condiciones precarias, sin cumplir la normativa, lo que expone a estudiantes y docentes a nuevos riesgos. “Intentamos adaptarnos, pero nos resulta muy difícil llevar a cabo estas reubicaciones impuestas por la coyuntura actual”, continúa.

Preocupación por el futuro político

Reina la incertidumbre en vísperas de una importante cita política: las elecciones bajo el mandato del Consejo Presidencial de Transición, que deberían celebrarse para que un nuevo poder se instale el 7 de febrero de 2026, fecha en la que expira el mandato del Consejo. “Nos preguntamos si este poder podrá organizar realmente las elecciones cuando la situación de seguridad sigue siendo la misma o incluso peor”, afirma Kenson Delice, coordinador de la Unión Nacional de Normalistas y Educadores de Haití (UNNOEH). “¿Habrá otra transición después de esta? Es una situación extremadamente preocupante”. Insiste en la necesidad de movilizarse: “Tenemos que concienciar a todos los países sobre la necesidad de que el Estado haitiano invierta más en la educación pública”.

Diálogo social: avances a paso de tortuga

Aunque se ha creado una comisión de seguimiento para tratar las reivindicaciones de los docentes, los resultados concretos tardan en materializarse. “En términos de seguimiento, prácticamente no se ha hecho nada concreto”, señala Lourdes Edith Joseph, asesora especial de la Oficina Ejecutiva de la Confederación Nacional de Educadores de Haití (CNEH). ““El personal docente de Grand'Anse ha manifestado su descontento porque esta inacción se repite en las instituciones y escuelas públicas de este departamento. Hasta ahora, el Ministerio no ha convocado a los sindicatos para iniciar un diálogo sobre el presupuesto y sobre las medidas que deberían adoptarse en el sector educativo”.

"¡Por la pública! Creamos escuela”: informar, movilizar, reivindicar

Ante esta urgencia, la campaña “¡Por la pública! Creamos escuela” actúa como palanca de movilización. “Hemos logrado transmitir muy bien a la comunidad educativa y a la sociedad haitiana la importancia de la campaña”, se felicita el Sr. Delice. Mediante anuncios publicitarios, ruedas de prensa, movilización en las redes sociales: los sindicatos han multiplicado las acciones para sensibilizar y articular apoyos a la enseñanza pública. “Hemos publicado muchos artículos sobre estas cuestiones y, en este sentido, creemos que es un éxito”, añade. La Sra. Joseph, por su parte, destaca el efecto multiplicador de la campaña: “Muchos de nuestros afiliados han organizado ruedas de prensa sobre el tema de la campaña, lo que ha tenido un efecto movilizador entre nuestros miembros ”.

Los desafíos estructurales: el coste de la escuela y el acceso a la educación

Por otra parte, los sindicalistas de la educación reconocen que alrededor del 90 % del alumnado está escolarizado en centros privados, cuyo coste corre a cargo de las familias. Esto sigue suponiendo un obstáculo importante para la escolarización. “Muchos menores en edad escolar no están escolarizados precisamente por el coste de la educación”, recuerda Clermont, y añade que “la intervención del Estado no solo podría aliviar a las familias en términos de gastos, sino que también podría aumentar la oferta escolar”. Así, se podría ampliar la accesibilidad a un mayor número de estudiantes”.

También destaca el hecho de que “el personal docente sigue insatisfecho, a la espera de que se apliquen medidas concretas que respondan a sus reivindicaciones”.

Mantener la movilización e interpelar a las autoridades

Los sindicatos no tienen intención de bajar la presión. A pesar de las dificultades logísticas y de seguridad, se organizan concentraciones en los departamentos y reuniones con las autoridades y enlaces departamentales. “Vamos a continuar e intensificar la campaña, a insistir en ejercer presión para reunirnos con dirigentes y discutir nuestras reivindicaciones”, explica la Sra. Joseph. “Vamos a movilizar a los y las representantes de los departamentos para que se hagan eco de la campaña. Todo lo que podemos hacer es sensibilizar y movilizar, pero el poder de decisión sigue estando en manos de los gobernantes”, insiste el Sr. Clermont.

La escuela, una preocupación de toda la sociedad

En un país en el que la escuela pública solo representa el 17 % de la oferta educativa, la batalla por una educación de calidad se presenta larga y difícil. No obstante, la determinación de los sindicatos y la movilización de la sociedad civil permiten vislumbrar la esperanza de un cambio. Como resume la Sra. Joseph: “La escuela no es solo asunto de los sindicatos, ni asunto de la profesión docente, sino también de la sociedad en su conjunto”. Por su parte, el Sr. Clermont insiste: “Hay que convencer a las autoridades de la necesidad de invertir más en educación”.

La movilización sindical haitiana recuerda que la educación es la base de la democracia y el motor del futuro. La escuela pública, hoy en peligro, debe volver a ser la prioridad nacional del país, impulsada por la campaña “¡Por la pública!”. Creamos escuela”.